Elecciones provinciales en Tucumán: un balance

Lita Alberstein

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El 28 de agosto, el gobernador Alperovich ganó nuevamente, obteniendo el 70% de los votos.

Para imponer su re reelección, inventó el acople (colectora), un engendro fraudulento, por el cual creó 150 partidos provinciales y municipales, que se acoplaron a su fórmula.

Apoyado en un enorme presupuesto provincial, con recaudación récord, importantes exportaciones de arándano y limón, usó ese superávit, no para pagar la deuda con los jubilados, sino para la maquinaria de punteros, taxis, y hasta mototaxis para trasladar votantes, a cambio de bolsones y promesas.

El acopio de bolsones fue tan grande, que en un depósito de Tafí Viejo, los vecinos lo quisieron saquear.

Hubo en total 18.000 candidatos para los 540 cargos provinciales. En el cuarto oscuro había más de 40 boletas con la cara de Alperovich y el enjambre de sus fiscales copaba los pasillos de las escuelas. Una especie de caos planificado para impedir una elección democrática.

Para coronar la trampa, la oficialista Junta Electoral permitió que los acoples municipales pudieran “abrochar “o “pegar” su voto a los acoples de legisladores. Se trató sin duda de un mamarracho ilegal, ya que un partido municipal, que se obtiene con unos pocos afiliados, sólo puede acoplarse a cargos ejecutivos municipales y no a un cargo legislativo provincial.

El escándalo político fue tan grande que la Cámara III en lo Contencioso Administrativo falló en contra del voto abrochado.

La oposición

El conjunto de la oposición salió golpeada y desdibujada, ya que la expectativa estaba en los cargos legislativos y sobre 49 legisladores, la oposición sacó 8.

La mayoría encarna a los viejos políticos que no van más.

Los radicales, hicieron un cambalache de acoples con el Pro, el PS, la DC, la Coalición Cívica. No les alcanzó para postularse como recambio al gobierno. Sacaron el 14% de los votos.

El bussismo salió tercero con el 3%. Dividido entre los hijos del genocida preso, hicieron la peor elección de su historia.

La kirchnerista Stella Maris Córdoba no sacó ni siquiera eso: apena el 1%.

Parajòn y Masso de Libres del Sur -que quisieron apropiarse de Proyecto Sur imponiendo candidaturas- luego se dividieron, y a pesar de haber gastado millones sacaron los mismos votos que nosotros.

Para el Partido Obrero no hubo otro milagro: sacó 15 mil votos hace dos semanas, pero ahora sólo 4.000.

La campaña de Proyecto Sur

Con muy poco tiempo, luego del difícil resultado de las primarias, continuamos con una enorme fuerza y compromiso. Recorreriendo hospitales, CAPS, barrios, llevando nuestras propuestas, con la médica Estela Di Cola, delegada de los autocon-vocados que encabezó la lista de legisladores por Capital.

Salimos permanentemente en radios, diarios y TV. Fue una campaña intensa y emocionante.

La respuesta fue muy positiva, con muestras de afecto y reconocimiento entre los trabajadores y jubilados, y también entre los jóvenes en facultades como Medicina.

Se formaron mesas de apoyo a su candidatura que distribuían votos y volantes.

Nuestros candidatos, importantes luchadores como Héctor Manfredo, Vicente Ruiz y Pedro Guaraz, hicieron una intensa campaña.

Nuestros fiscales cuidaron los votos contra todo el aparato.

Logramos mantener los mismos votos que en las primarias, cuando la mayoría de los partidos perdieron su caudal.

El 14 de agosto obtuvimos a diputados 5.465 votos y el 28, a legisladores, 5.812 en las tres secciones. A gobernador sacamos 3.127 votos.

La pobreza y la impunidad subyacen en nuestra provincia más allá de la holgada votación lograda por Alperovich.

Por ello seguirán los reclamos, como los autoconvocados de la salud y los jubilados.

Nuestro compromiso es seguir construyendo, junto a todos los compañeros que participaron, esta alternativa política emancipadora que es Proyecto Sur.