Estados Unidos: en noviembre se vienen las presidenciales

Cuando el demócrata Barack Obama asumió en enero de 2009 una encuesta de USA Today le adjudicaba un nivel de aprobación del 80%. Venía de derrotar a uno de los presidentes más odiados de la historia, George W. Bush. Que favoreció a los ricos y fomentó las agresiones militares. Por eso la figura de Obama y su campaña de “esperanza” habían despertado grandes expectativas en millones de estadounidenses de que las cosas cambiarían.
Hoy se encuentra en una contienda cabeza a cabeza con Mitt Romney, un ultra-conservador del Partido Republicano de Bush. En los cuatro años que han transcurrido, la Administración Obama se encargó de una paulatina desilusión que lo trajo al apriete en el que se encuentra ahora. Incumplió, una tras otra todas las promesas que había hecho en su campaña.
En vez de la prometida ley de salud universal, negocia con los republicanos el recorte de los “beneficios” de salud y seguridad social. Le dio rescates millonarios a los bancos sin dar solución alguna a los millones que pierden sus hogares por la crisis inmobiliaria. Superó a los republicanos en políticas contra los inmigrantes, incluyendo más de un millón de deportaciones. En lugar de la prometida ley que facilitaría la afiliación sindical, dejó correr diversas reformas laborales que erosionaron la negociación colectiva.
Pero fundamentalmente, en medio de la peor crisis que golpea a EEUU desde la Depresión de los años 30, se encargó de que los empresarios más ricos recuperen y mantengan sus ganancias, mientras la pobreza y la desocupación afectan a franjas cada vez más amplias. El ingreso medio de los estadounidenses ha decaído cada año de su administración.
La primera señal de esta traición a la esperanza que había sembrado se vio en las elecciones legislativas de 2010, en la que los republicanos ganaron la mayoría de la cámara baja y casi ganan también el Senado.
Sin embargo, en estos mismos cuatro años surgió la rebelión obrera de Wisconsin, con su masiva toma de la Legislatura de ese estado, contra las medidas anti-obreras de su Gobernador. Se expandió por el país el movimiento “Occupy Wall Street” contra el 1% y sus rescates a los bancos. Y de a poco van creciendo las luchas de diversos sectores como los docentes de Chicago que están de paro en estos días en defensa de la educación.
Son reflejos de un pueblo trabajador, que va haciendo la experiencia con los dos partidos del capitalismo yanqui, y sacando la conclusión de que tienen que prepararse para luchar, sea demócrata o republicano el que ocupe la Casa Blanca.

Federico Moreno