Comuna 10: Acelerar la verificación y efectivizar el pago a los damnificados

La Ciudad de Buenos Aires tuvo en el último período, numerosos problemas. Entre ellos, uno de los más terribles fue la caída de esos 160mm de agua en la madrugada del 2 de abril, y sus dramáticas consecuencias.

Un vistazo a la historia 

Este gobierno ineficiente viene a complementar la tarea de otros gobiernos ineficientes: el resultado concreto de tener gobiernos comprometidos con grandes empresarios nos trajo hasta acá. Desarrollo inmobiliario indiscriminado, reducción de espacios verdes e impermeabilización casi absoluta de una ciudad que se torna cada vez más inundable.
Desde la época de Ibarra, pasando por Telerman, y ahora con el deficiente gobierno de Macri, somos testigos de los negociados inmobiliarios que incluyen la proliferación de mega torres (con sus grandes pozos impermeabilizados) en barrios donde había casas bajas con fondos de pasto (absorbente!) problema que se profundizará con la construcción de torres en los terrenos ferroviarios de Palermo, Caballito y Liniers decidida mediante el Pacto PRO-K; la reducción de los espacios verdes en plazas, el cemento que avanza sobre los adoquines, la falta de control de las empresas de mantenimiento y limpieza.

Las obras hidráulicas: mal hechas y no resuelven 

Ya había fracasado el “aliviador” para el Arroyo Vega, que endeudó a la Ciudad con el BM en 200 millones de dólares, y NO resolvió el problema de las inundaciones en Cabildo.
Macri, que no quiso ser menos que Ibarra y Fatala, decidió construir su propio aliviador, en este caso, en el arroyo Maldonado – bajo la avenida Juan B. Justo-, con un presupuesto de más de 300 millones de dólares.
Curiosamente, los especialistas son los vecinos, y los funcionarios no tienen respuesta ni conocen la problemática. Errores técnicos, desidia, falta de control, se combinan de manera explosiva y dejan indefensos a los que vivimos en la Cuenca de uno de los tantos arroyos entubados que tiene Buenos Aires.

El problema de no descentralizar 

Después de la última inundación, al igual que después del huracán del 4 de abril de 2012, la Ciudad encontró poca respuesta del Gobierno de la Ciudad, algo que el macrismo trasladó también a las Comunas: Sedes Comunales cerradas, subsidios insuficientes que intentan compensar con créditos blandos, escaso personal para atender al público, ausencia de convocatoria tanto a sesión extraordinaria de la Junta Comunal como del Consejo Consultivo. En suma, volvieron a ningunear a las Comunas y a paralizarlas y las cosas que se hacen son gracias a la solidaridad y esfuerzo de l@s trabajador@s.
Desde el MST siempre explicamos que la Comuna como último eslabón, debía funcionar en momentos de emergencia, y que con los Comuneros a la cabeza, todo su personal tenía que girar a atender las dificultades de los vecinos, respetando sus derechos como trabajadores que hacen al pago de sueldos dignos, buenas condiciones laborales, pago de horas extras, compensatorios, etc.

La respuesta de la gente 

Ante este panorama, y con la duda tremenda de por qué esta vez el agua no se amontonó en Palermo (que geográficamente es más bajo que Versailles), fue la organización en Asambleas y la solidaridad entre vecinos lo que hizo que la situación no fuera peor aún y permitió acceder, por ejemplo, a reunirse con Capdevilla y enseñarle como y porque no funcionan estas obras faraónicas.

La Junta Comunal va a salir a colaborar con el proceso de verificación de damnificados 

El proceso para cobrar el resarcimiento (mal llamado subsidio) es engorroso y nunca se brindó un cronograma informativo a los vecinos sobre los plazos de visita, aprobación del trámite y fecha de cobro; al punto que un mes después solo unos pocos han cobrado el cheque correspondiente, y varias decenas solamente han sido verificados para completar el trámite que les permite cobrar el dinero.
Los “subsidios” son insuficientes, con sumas que no llegan a cubrir la totalidad de los daños materiales que costaron años de trabajo y esfuerzo, ni hablar de los daños emocionales por pérdidas irreparables de seres queridos y fieles acompañantes de la casa.
Al mismo tiempo, lo más grave en lo inmediato termina siendo subsanar la falta absoluta de personal que cumpla el rol de inspectores, para poder verificar el daño causado por la tormenta y así presentar el formulario para efectivizar el pago.
Aunque la Comuna viene siendo ignorada sistemáticamente por el poder central con la anuencia de sus representantes locales, en esta ocasión, el Presidente de la Junta apeló a todos los Comuneros para agilizar la verificación. Independientemente de que sabemos que los subsidios no alcanzan y de la falta de claridad sobre los procedimientos y plazos, la necesidad de los damnificados no puede esperar para recibir el paliativo. Por eso, desde el MST, nos pusimos a disposición para colaborar con el proceso de verificación y hoy nuestra Comunera Maru Lopes está en la calle, recorriendo hogares que se inundaron para acelerar la verificación e impulsar que el cobro se efectivice rápidamente.

Maru Lopes, Comunera – C10