Marea Socialista convoca a Conferencia Nacional Abierta el 19/07

Abriendo espacios para el debate, las propuestas y la lucha en defensa de las conquistas del Proceso Bolivariano
25/06/2014

El pueblo de Chávez está recibiendo un duro ataque. Y lo está resistiendo con entereza. Demostrando su lealtad al cumplimiento de un juramento. El que le hizo al Comandante el 5 de marzo de 2013 y que ratificó durante este largo año de padecimientos. Por momentos pareciera perder la paciencia. Es que estamos atravesando la peor situación en más de 20 años de luchas, de sueños, de esperanzas. Porque este pueblo, a pesar de que muchos no lo comprendan, está hecho de madera noble, madera de Libertadores. De esa misma madera en la que fue tallado Chávez.

Por eso, bajó de los cerros a pecho descubierto para rescatar al Comandante aquel abril y se resteó después con el Presidente para recuperar y lograr el control de la Industria Petrolera. Por eso no le tenía miedo al revocatorio y triunfó, sin organización y sin líderes a excepción de Chávez, en la Batalla de Santa Inés. Por eso el 4 de octubre del 2012 ocupó completamente Caracas para acompañar por centenares de miles a Chávez al cierre de su última campaña electoral en esta tierra y bailar con él bajo un aguacero que purificó ese día inolvidable.

Tanto es así que, a pesar del maltrato cotidiano que sufre por la inflación y el acaparamiento, está soportando todo tipo de atropellos para no hacerle el juego a una derecha pro imperialista tan violenta, despiadada y cruel que no duda en jugar con la vida, la alimentación, la salud y las necesidades básicas de las familias populares. Pero que este pueblo sea noble y paciente no quiere decir que sea pendejo. Aquellos que están abusando de su paciencia si continúan haciéndolo, sentirán el rugido de su furia y verán tronar el escarmiento.

La ofensiva de la derecha de afuera y de adentro no solo es económica, es también política e ideológica. Algunos de los comentaristas más “destacados” de la oposición y otros que dicen estar de “nuestro lado” le echan la culpa de lo que llaman crisis, al modelo de Chávez. Los que intentan montar esta matriz están buscando desmontar las conquistas del Proceso Bolivariano y hacer pasar sus planes neoliberales. Pretenden volver a controlar la Renta Petrolera como antes y negar la democracia conquistada. Son la misma Casta de Empresarios, Banqueros y Políticos más los Funcionarios corruptos que se han ganado para seguir saqueando el país y que tienen miedo de perder sus privilegios. Están raspando una olla que no ayudaron a llenar. Y ahora pretenden que los platos rotos los pague el pueblo que vive de su trabajo.

Por otra parte, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, el gobierno que votamos el 14 de abril de 2013 y que defendemos frente a los ataques de la derecha y el imperialismo, pareciera que se estuviera quedando sin respuestas. O, a veces peor, equivoca el camino. Está cayendo en la trampa preparada por los que organizaron el golpe de abril de 2002. Cede a la presión del capital frente a lo que él mismo reconoce como Guerra Económica.

Es por eso que en los espacios de “dialogo” abiertos por el gobierno para la oposición política y económica, es la personificación del capital la que impone las condiciones y hace exigencias. Y hasta los grandes centros del capital financiero internacional, los mismos que han provocado la actual crisis que sufre el planeta, piden más y más medidas a su favor. Buscan imponer las condiciones y por aquello de que “no hay peor cuña que la del mismo palo”, exigen que sea el gobierno que nosotros elegimos el que nos aplique el ajuste neoliberal que ellos reclaman.

Nuestro pueblo quiere que se le oiga, pide que sea escuchada su verdad. Que se lo reciba, no ya en la calle, de recorrida urgente, sino en Miraflores, en las empresas, en las comunidades, sin listas proscriptivas ni censura previa, en reuniones abiertas. Cara a cara quieren dialogar con el Presidente que votaron, con su presidente obrero, y ayudarlo a gobernar como pidió Chávez el 8 de diciembre: “siempre con el pueblo y junto al pueblo”. Quieren ser escuchados, para aportar las soluciones a los problemas que sufren, con su experticia y su conocimiento. Quiere aportar soluciones que son opuestas a las del capital. Quiere poner a la orden su capacidad de pelea. De lucha por ese sueño, esa utopía, construida junto a Chávez y que hoy corre peligro.

La derecha interna intenta, las más de las veces con éxito, cerrar los espacios para el debate y la participación democrática de ese pueblo. La expectativa que podría haber despertado el Congreso del PSUV se desvanece. Porque mientras la situación no mejora sino por el contrario se hace más grave, el partido continúa cerrado a la participación masiva y democrática de su militancia. En este sentido y por ser parte de la militancia del PSUV reclamamos un giro radical, tanto en la preparación, en la metodología como en la agenda del Congreso.

Sin embargo, ese muro de silencio que pretenden construir, con descalificaciones, amenazas y persecución se ha resquebrajado. La Carta del ex ministro Jorge Giordani puso blanco sobre negro el debate necesario y ya no podrá cerrarse ese debate. La sanción sobre el también histórico dirigente Héctor Navarro, confirma que hay un sector en el partido que prefiere el silencio, propio de los regímenes antidemocráticos, que el bullicio vital del debate de un pueblo movilizado y sus dirigentes. Rechazamos la descalificación y la acusación personal como argumentos políticos, método propio de los que quieren silenciar el debate.

Por todo esto y para llamar a ponerle un límite a la Casta, para reclamar ser escuchados, para hacer oír nuestras propuestas, para prepararnos para la lucha en defensa de las conquistas del Proceso Bolivariano, Marea Socialista convoca a una Conferencia Nacional Abierta. Allí reuniremos a centenares de activistas, voceros electos por la base de una parte de ese pueblo que parió a Chávez, ese pueblo que fue capaz de poner en pie un sueño, que demostró y demuestra diariamente su espíritu de lucha. Ese pueblo trabajador, rebelde, insumiso, leal y sencillo.

Compañeros y camaradas de todos los rincones del país están preparándose para este debate.

Abiertamente, de cara a sus comunidades, empresas, universidades y colectivos. Ellos provienen de sindicatos combativos, de consejos comunales, de tierras y empresas recuperadas para el pueblo, de Comunas, de urbanismos, de las aulas donde se forma nuestra juventud y donde luchan nuestros esforzados educadores, del arte, la ciencia y las letras.

Para que allí con la cabeza orientada hacia el proyecto bolivariano de emancipación, con el que apostamos a construir un mundo con justicia e igualdad, pero con los pies sobre la tierra, para pensar, debatir y proponer acciones, medidas y tareas que se correspondan al rumbo que señala la brújula bolivariana y socialista, la Constitución de la República, el Plan de la Patria y el Golpe de Timón.

Aprendimos con Chávez y el aprendió con nosotros. Somos uno, indivisible. Y juntos, el pueblo y sus luchadores más preocupados, somos más que la simple suma aritmética de voluntades. Ofrecemos una vez más a la revolución nuestra vocación de lucha, la sensibilidad de los que vivimos de nuestro trabajo. Una vez más llamamos a enfrentar al capitalismo salvaje y depredador. Y lo hacemos así abiertamente de cara a nuestro pueblo porque confiamos en su potencia. Pobre de aquellos que no creen en nuestros campesinos, en nuestros jóvenes, en nuestros obreros, en nuestras mujeres luchadoras, en nuestros técnicos, en nuestros artistas e intelectuales. Pobre de aquellos que han

perdido la fe en la fuerza creadora de ese pueblo. Serán desmentidos por esa fuerza vital que brota de él, que fue la que parió al huracán Chávez.

No esperamos ser comprendidos por la Casta y sus medios. No nos interesa. Le hablaremos al presidente Maduro y esperamos que nos escuche pero sobre todo a nuestro pueblo. Trabajamos en la construcción de un instrumento capaz de actuar de motor, impulso, y energía para ayudar a cambiar el rumbo actual que pone en riesgo el futuro de las conquistas de la revolución, de nuestra república y de la patria grande. Para ello hacemos esta convocatoria abierta a la participación democrática de todos los que tengan un enfoque similar al nuestro.

En ella hablaremos de nuestros problemas y nuestros sueños. Elaboraremos nuestras propuestas y exigiremos que se cumplan nuestros derechos. Analizaremos el curso de acción para volver a la construcción del poder popular. Reafirmaremos nuestro compromiso con el pueblo trabajador y diseñaremos un plan solidario de lucha para que nuestras conquistas sean respetadas y avancemos en su profundización. Rechazaremos a la derecha apátrida. Allí levantaremos con orgullo nuestra identidad socialista, bolivariana, anticapitalista, chavista, antiimperialista.

Muchos de nosotros somos militantes del PSUV, propondremos que las vocerías electas por la base para la Conferencia Nacional Abierta de Marea Socialista, voten un documento para ser entregado a los delegados del congreso del partido con nuestras preocupaciones, exigencias y propuestas.

Lamentablemente estamos presenciando el fracaso, con sus honorables excepciones, de casi toda la dirección de una vieja “izquierda” institucionalizada y burocratizada. Que ha hecho su razón de ser de la búsqueda y disputa de espacios de poder para beneficio personal o de su propia maquinaria. Una dirección política que desprecia la participación democrática de su base militante y social. Que se ha aislado de un pueblo que no ha perdido la esperanza. Por el contrario, como quedó demostrado en diciembre pasado, un pueblo que está listo para la lucha, si la voz que lo llama a la batalla es sincera y consecuente con el Legado de Chávez.

Una revolución no es tarea fácil, aceptamos los desafíos y las dificultades, porque simplemente tenemos confianza en este pueblo de libertadores. Porque hoy mismo lo vemos, lo vivimos, a pesar de las dificultades y los problemas, la alegría, la capacidad de sacrificio y la fuerza de nuestro pueblo sigue intacta.

Con esa energía que nos da la voluntad revolucionaria de luchar por nuestras ideas, que son las de la revolución bolivariana, sin recursos ni “apoyos” condicionantes, con esfuerzo personal y militante estamos recorriendo el país. En foros, reuniones, conversatorios, entrevistas, divulgamos esta propuesta y hacemos la invitación a participar de este evento a todos los luchadores que lo deseen.

Abrimos el debate y la posibilidad que venimos teniendo negada, de decidir sobre las acciones a tomar. Someteremos a aprobación nuestro llamamiento al partido y presentaremos nuestras propuestas al gobierno del presidente Maduro. Para que entre todos, democráticamente, como debe ser, decidamos poner en pie una plataforma de debate, elaboración de propuestas y lucha en defensa de las conquistas del Proceso Bolivariano.