España: elecciones del 20 D Fuerte golpe al bipartidismo

Castigo al PP y PSOE, crecimiento de Ciudadanos y fundamentalmente PODEMOS. La crisis impide hasta hoy la formación de  gobierno. El régimen de 1978 está en su peor momento.

La salida del franquismo, fue pactada por la monarquía, la derecha política y el PSOE. Surgió un régimen que garantizó impunidad a la dictadura, un sistema electoral sin proporcionalidad, injerencia de la monarquía en las decisiones políticas y un férreo control sobre las nacionalidades.
Desde 1977 se alternaron los dos principales partidos, el conservador PP y la socialdemocracia del PSOE. A partir de la crisis económica de 2008, comenzó un fuerte desgaste de esos partidos. El PSOE, bajo la presidencia de Zapatero aplicó un drástico plan de austeridad como hubiera hecho el PP con más desocupación, menos salario y conquistas. Miles perdieron sus hogares… y el PSOE su base social.

De los “indignados” a PODEMOS

En 2011, cientos de miles llenaron las plazas del país abriendo paso a un fuerte movimiento con peso en la juventud y los sectores medios. El PSOE sufre una derrota electoral catastrófica pero lo nuevo no acababa de nacer y el PP recupera el poder.
Conformado por miles de jóvenes, profesionales y colectivos del movimiento de Indignados y con el impulso de la izquierda anticapitalista, en 2014 nace PODEMOS. Combina un programa radical en el plano democrático y de los derechos civiles y sociales con medidas tibias en lo económico a la hora de cuestionar el modelo capitalista. Visto a la izquierda por la gente, su crecimiento acelerado comienza a amenazar el régimen de alternancia. Luego del éxito en las municipales de mayo en que logró llegar a la alcaldía de Madrid, Barcelona, Cádiz y otras ciudades y ante el peligro de que se transforme en una aspiradora de votos también del PP, desde los medios se impulsa Ciudadanos, partido de jóvenes empresarios. Ante el abandono de sus propuestas más radicales y el apoyo dado por su líder Iglesias a la capitulación de Tsipras en Grecia, fue mermando el impulso inicial. Pero lanzada la campaña electoral se dio la “remontada” en apenas dos meses, con una política agresiva en los medios y coaliciones amplias con movimientos sociales y sectores soberanistas en Cataluña, Galicia y Valencia. Derrotando a los referentes de Ciudadanos en los debates mediáticos, construyó el excelente resultado que lo colocó tercero a un punto del PSOE, obteniendo 69 diputados.

El viejo régimen hace aguas

La debacle del PP y el PSOE fue enorme, perdiendo entre ambos 5 millones de votos y 83 diputados.Ciudadanos, quedó muy lejos de lo que los medios auguraban en un cómodo cuarto lugar con 40 diputados. Estos resultados, abrieron una crisis política de envergadura. Ni el PP, ni el PSOE logran reunir los apoyos para llegar a la mayoría simple de 176 diputados que les permita formar gobierno. Hubo una fuerte presión de la burguesía para que el PSOE apoye o un cogobierno con PP o un gobierno de este partido en soledad emulando el acuerdo de la socialdemocracia con Merkel en Alemania, pero eso estaría descartado porque profundiza la crisis del PSOE a expensas de PODEMOS. Otra variante que se debate es la de presionar a PODEMOS, Izquierda Unida (PC y aliados) y sectores nacionalistas para que apoyen o integren un gobierno con el PSOE, salida que encontraron a la crisis desatada en las elecciones portuguesas. Pero las condiciones de PODEMOS son inaceptables para el PSOE. Fundamentalmente el compromiso a avalar un referéndum independentista en Cataluña. Aunque es evidente que la dirección de PODEMOS está buscando una salida negociada, cuenta a su favor con que la tercera opción es ir a nuevas elecciones en mayo y las encuestas marcan un crecimiento que lo coloca como segunda fuerza derrotando al PSOE. Las presiones desde Bruselas y la troika para que se conforme un gobierno que continúe los planes de austeridad y las metas de ajuste son enormes por lo que no hay que descartar ninguna variante.

Encrucijada

Lo que está claro es que para terminar con el régimen del 78 y lograr un gobierno de las fuerzas de izquierda y progresistas, es indispensable dar la pelea también en las calles, retomando la movilización social de 2011. Hacemos nuestro el planteo de los sectores anticapitalistas al interior de PODEMOS de profundizar el camino de las confluencias con movimientos sociales y organizaciones independentistas de las distintas regiones y otras fuerzas políticas como IU. No solo para superar al PSOE construyendo una mayoría político electoral, sino también para articularla con un poderoso movimiento social que enfrente la nueva oleada de medidas neoliberales y vaya construyendo una salida revolucionaria a la crisis.

Fernando Villoslada