CONICET, que la crisis no la pague la Ciencia del Pueblo

El primer año de Macri en el gobierno está cerrando con aplazo en todas las materias. El plan antipopular que intenta desplegar desde el día 1 incluye el ajuste en Ciencia y Técnica. La estrategia de fond es desmantelar todo el sistema de investigación estatal en Argentina y transformar el CONICET en una consultora para las corporaciones. Por otra parte, en la coyuntura, queremos ser muy precisos y plantear nuestra visión sin ninguna hipocresía: el recorte presupuestario que implican alrededor de 3000 millones de pesos menos de los necesarios para esta área fue votado en el Presupuesto 2017 por impulso de CAMBIEMOS, pero con el aval de todos los bloques políticos mayoritarios. Es decir: el eje de la agresión al sector de Ciencia y Técnica es el macrismo y aliados directos, pero también cuenta con la complicidad del conjunto de los partidos tradicionales. Es un dato, fáctico. De nuestra parte, lo decimos claro: rechazamos este ajuste, nos oponemos a la cesantía de casi 500 científicos e investigadores, y por eso adherimos con toda nuestra fuerza a la lucha que llevan adelante los compañerxs investigadores y becarios del Conicet.

Macri-Barañao: la dupla que opera como CEO´ s de Monsanto y la Barrick

Obviamente este ataque del gobierno nacional expresa toda una orientación hacia la ciencia y el desarrollo, ofrece toda una visión y paradigma en este campo. Si la reprimarización de nuestro modelo productivo de país se consolidó en la década pasada –agronegocio, megaminería y fracking mediante-, ahora con Macri, ese rumbo se profundiza de forma descarada. El modelo capitalista-extractivo, que integra de forma neocolonial la Argentina al mundo, supone un modelo de ciencia legitimante de esa concepción y por lo tanto, sin estímulo al desarrollo independiente, a la investigación para la soberanía, ni mucho menos para el cuestionamiento sistémico, anticapitalista. Por eso esta ofensiva hace parte de una política global que va a tender a profundizarse. Desde Macri hasta Barañao –sintomáticamente el único ministro heredado de la gestión anterior- todo el gabinete opera como gerenciadores de los intereses de las empresas que controlan los principales resortes de la economía nacional. Sin embargo, somos optimistas. Podemos ganar. Y en ese camino, echar a Barañao y toda la casta que dirige un Conicet degradado al servicio de una política de achique y sometimiento.

Todxs adentro. El Conicet no se toca

La primera tarea claramente es torcer la decisión de dejar afuera a 500 compañerxs. Eso es lo decisivo en el arranque y para eso pensamos que la más amplia unidad en la lucha es clave, abrir bien el conflicto, llegar a la comunidad y convocar a todos sin ningún sectarismo. A la vez, hay un debate estratégico para plantearnos y que nosotros, desde la Corriente Sindical del MST, lo hacemos: necesitamos construir una alternativa sindical y política independiente de todas las conducciones gremiales burocráticas y de todos los partidos tradicionales. En cada lugar de trabajo nuestra Corriente Sindical lucha por delegados al servicio de esa estrategia. A la vez, desde ahí como así también en todas las universidades del país con el MST-Nueva Izquierda, planteamos contribuir a hacer muy grande una opción política para sacarnos definitivamente de encima a los que siempre gobernaron. Esa alternativa, implica un enfoque en materia de Ciencia y Tecnología, que piense un país independiente de las corporaciones capitalistas, emancipado y que ponga todos los recursos para fomentar un proceso de desarrollo e investigación científica en base al interés del 99 % de la población. Esa es nuestra perspectiva.

Leo Rando, delegado de ATE-Cultura / Corriente Sindical del MST