Hacia el 3J: cómo lograr Ni Una Menos

Los brutales femicidios de Micaela y Araceli volvieron a mostrar con toda crudeza que la justicia y la policía protegen la violencia machista. De cara a una nueva movilización nacional el 3 de junio, estas son nuestras propuestas concretas para lograr Ni Una Menos.

El rol patriarcal del Estado se evidencia a cada paso. Y en el contexto de esta nueva oleada feminista que hoy recorre el mundo, que es de movilizaciones y avances en la conciencia, de la bronca inicial frente al machismo institucional rápidamente se pasa a un cuestionamiento más profundo y a la necesidad de cambios estructurales. En esta nota detallamos nuestras principales propuestas al respecto, como parte de la lucha contra el padre de todas las violencias: este sistema capitalista y patriarcal.

Presupuesto de emergencia, con control social. En contra de la política de Mauricio Macri y los gobernadores de negar los fondos necesarios para combatir realmente la violencia de género, proponemos un presupuesto de emergencia de al menos el 0,5% del presupuesto total y que el mismo esté bajo el control democrático de las organizaciones de mujeres para garantizar su aplicación. Sólo con fondos suficientes habrá asistencia integral, refugios y subsidios a las mujeres víctimas de violencia.
Así lo plantean los proyectos de ley que presentamos Alejandro Bodart en la Legislatura porteña y yo misma en la Legislatura bonaerense. Por eso diferimos del proyecto de ley del PTS-Pan y Rosas, que no propone ni un monto concreto ni tampoco el control social, lo cual es negativo porque deja la aplicación sólo en manos del mismo gobierno y el mismo Estado burgués que nos oprimen y nos violentan.

Basta de justicia y policía machistas. La perpetua a los femicidas y la no excarcelación a los culpables de delitos sexuales son necesarias. Pero el punitivismo que propone el gobierno no soluciona nada. Para cambiar esta justicia patriarcal, adicta al poder, clasista e incluso pro-genocidas hay que elegir todos los jueces y fiscales por el voto popular, por mandatos limitados y revocables, y con capacitación en derechos humanos y perspectiva de género. También implementar los juicios por jurados populares, integrados por vecinos y vecinas en paridad de género, sorteados del padrón electoral.
Al mismo tiempo, para debilitar a la policía como aparato represivo y patriarcal, es necesario separar y sancionar a todo miembro que sea autor o cómplice de represión, corrupción o violencia de género; elegir a los comisarios por el voto de los vecinos y que sean revocables por mal desempeño; establecer el control de las organizaciones de derechos humanos sobre las comisarías y todo el accionar policial, y, para atacar el verticalismo hacia la jerarquía, reconocer el derecho a la sindicalización de los agentes.

Separación de la Iglesia y el Estado. Institución retrógrada como la Iglesia Católica Apostólica Romana hay pocas. Sus dogmas misóginos alimentan la violencia machista. Además protege a los curas abusadores, ataca nuestro derecho al aborto, difunde prejuicios y hasta propone la reconciliación con los genocidas, pero a la vez sigue viviendo a costa del Estado, con fondos que salen de nuestros impuestos.
Hay que separar por completo a la Iglesia del Estado, anular todos los subsidios millonarios que reciben sus curas y sus colegios, y terminar de una vez con los rezos y la religión en las escuelas públicas, intromisión que encima ahora pretende extender a todos lados el ministro macrista Esteban Bullrich. Queremos una educación estatal científica y laica, que incluya en forma transversal la educación sexual integral y con perspectiva de género.

Con estas propuestas, desde Juntas y a la Izquierda y el MST creemos que el Ni Una Menos pasaría de ser un anhelo, un grito y una consigna a ser una realidad palpable. Y además sería un gran paso adelante en la batalla política general para reemplazar este sistema capitalista y patriarcal por una nueva sociedad, igualitaria, justa, libre de toda opresión machista y explotación: una sociedad socialista.
El próximo 3 de junio volvamos a llenar las calles de todo el país. Ante cada ataque, las mujeres seguimos avanzando en nuestra organización. El 3J movilizate con nosotras, vamos todas juntas de nuevo por Ni Una Menos.

Vilma Ripoll