San Juan: la minería como política de Estado. Nuestra postura.

En un acto realizado en Casa de Gobierno el 7 de Mayo, Uñac confirmó la creación de una línea de subsidios especiales de hasta $1Millón para promover la innovación tecnológica en las pequeñas y medianas empresas mineras, entre ellas las que producen cal y proveen de este material a las explotaciones megamineras. Así mismo se firmó un convenio entre el Ministerio de Minería, el Colegio Argentino de Ingenieros de Minas y el Ministerio de Educación para poner en marcha el “Programa de Construcción de Competencias académicas y laborales en territorios mineros de San Juan”, con el fin de formar trabajadores eficaces y poco críticos respecto a la actividad a realizar. Una vergüenza.

Además, Uñac, refiriéndose a la situación de Veladero, paralizada luego del derrame de solución rica, dijo que, habiéndose presentado ya un plan de reprogramación por parte de la empresa, analizarían lo ocurrido y en el mediano plazo la mina podría volver a funcionar. Lo que no dijo es que pretenden poner al sanjuanino Juez Pablo Ortija al frente de la causa. Este, servicial a los intereses de las corporaciones, permitió que Veladero vuelva a funcionar luego del derrame de más de 5 millones de solución cianurada al Río Potrerillos. No sería sorpresa que vuelva emitir un fallo similar más allá de que, a la luz de la Ley N° 24.051 de Residuos Peligrosos, la mina deba ser cerrada.

Y, como si esto fuera poco, entra en escena la Shandong Gold, que compró el 50% de Veladero y prevé explotar uranio.

Hay que señalar que este tipo de explotaciones utilizan agua en grandes cantidades, cantidades que una provincia como San Juan -que permanece en estado de Emergencia Hídrica desde hace desde hace más de seis años- no puede despilfarrar. Mucho menos contaminar y destruir.

La Ley de Glaciares, que de aplicarse pondría cierto resguardo sobre nuestras fuentes de agua, pretende ser modificada por Macri. Inventariando solo los glaciares de más de una hectárea, sin tener en cuenta los ambientes periglaciales y desprotegiendo los glaciares de escombro se da vía libre para la explotación minera indiscriminada.

Nosotros exigimos que se aplique la actual legislación, que si bien sí requiere modificaciones, estas van en sentido opuesto a las que pretenden Cambiemos y las corporaciones. Queremos que se cierre Veladero, que la Barrick se haga carga del pasivo ambiental que generó y que se prohíba la megaminería.

No concordamos con el discurso que promulga tanto el PJ-FPV como el PRO-Cambiemos, que afirma que la minería es necesaria por sus beneficios sociales y porque genera trabajo. En realidad, lo necesario son los metales y minerales, de los cuales ya hay mucho en circulación. Y si, por ejemplo, se industrializara el reciclaje –con parámetros de separación de residuos desde el momento en que estos comienzan a serlo-, aplicándole el debido tratamiento a los distintos materiales, estos podrían ser recuperados y puestos nuevamente en el circuito productivo. Dicho sea de paso, la mano de obra que quedaría liberada en otros sectores podría ser incorporada a este.

Estas medidas –que deben darse desde el Estado-, a su vez, debe estar acompañados de la redistribución del tiempo de trabajo socialmente necesario entre ocupados y desocupados, sin reducción de salario. Así, no solo se enfrenta el problema de la destrucción del ambiente, sino también el del trabajo y la desocupación.