Cavallo, Duhalde, Kirchner
LA BANDA DEL FMI
La tapa del autodenominado «gran diario argentino», Clarín , anuncia con bombos y platillos que se redujo la deuda externa del país porque nunca se pagó tanto durante otro gobierno. El presidente Kirchner pone cara de malo y dice que el Fondo lo critica porque él es un patriota. Vuelve Cavallo para ponerse al servicio de la Patria. De la Rúa lo felicita y dice que es un hombre de gran coraje. Y Menem empieza a recorrer la provincia de Buenos Aires haciendo campaña electoral y critica al gobierno por no aumentar los salarios. Si no fuera porque toda esta situación es trágica, sería para reírse. Y la lista de tomadas de pelo sigue: Alberto Fernández, el jefe de Gabinete de Kirchner y empleado de Cavallo durante el gobierno de Menem, dice que éste no es el tiempo del ex ministro. El otro Fernández, Aníbal, critica a Chiche Duhalde, olvidándose de todas las noches que cenó en la casa de la señora con ella y su marido cuando era funcionario del ex presidente. El bombardeo mediático de la campaña electoral de estos personajes tiene un solo sentido: volver a engañar a los trabajadores y los sectores populares, volver a plantear la falsa alternativa del mal menor. No tienen vergüenza. Todos ellos trabajan para el mismo plan.
Desde el 2002 hasta la fecha, Argentina le pagó al Fondo Monetario Internacional 6.700 millones de dólares: 4.500 de capital y 2.200 de intereses. En los peores años de crisis se destinaron a pagos al FMI más de 20.000 millones de pesos. Sin embargo, Duhalde primero y Kirchner ahora, mantuvieron los salarios de los trabajadores de los hospitales, las escuelas y los ministerios congelados, los planes sociales en 150 pesos y además redujeron en más de 200 mil a los que los recibían. La pobreza sigue en los niveles del gobierno de la Alianza y las privatizadas fueron recibiendo aumentos de tarifas, renegociando contratos y se beneficiaron con subsidios multimillonarios. Lo que se presenta como un éxito es en realidad la continuidad de una nueva estafa. La deuda sigue siendo uno de los graves problemas que sufre el pueblo argentino. Y el «patriota» Kirchner despotrica, hace como que se enoja, pero paga puntualmente con dinero de las reservas. Un dinero imprescindible para encarar la necesidad de los más humildes, a los que les piden que sigan esperando. A esta sangría se le suman los pagos que se tienen que empezar a hacer a los bonistas, que sólo durante este año alcanzarán los 10.000 millones de dólares entre capital e intereses.
La relación con el Fondo y la sumisión a los yanquis hacen que este gobierno esté reeditando las relaciones carnales con el imperialismo, que llevó adelante Menem, de una manera vergonzosa. Nunca tanto como ahora un gobierno había mandado tropas a un país sudamericano como Haití, que está siendo descuartizado por las tropas de ocupación. Recibió para esto el apoyo de la casi totalidad de los partidos del sistema, incluyendo al «izquierdista» Bonasso. Kirchner se ofrece como interlocutor de Bush para tratar de encauzar de manera favorable para las petroleras como Repsol la situación boliviana. Los desplantes, el estilo trasgresor que el presidente quiere mostrar, esa máscara «nacional y popular» que intenta vender a través de los medios atados a los millones de la publicidad oficial, se le van cayendo. No alcanza con las buenas noticias tramposas que venden esos medios. ¿Usted sabía que aumentó la venta de los supermercados y los shoppings? Seguro que no, porque cada vez compra menos gastando más. ¿Usted sabía que este trimestre se vendieron muchos más electrodomésticos y que supuestamente la economía creció casi un 10% más que el mismo mes del año anterior? Y ¿por qué no se da cuenta? ¿No será porque usted ya no llega a fin de mes?
Entretanto, se lanzó con toda la furia la guerra de las candidaturas, la pelea por los espacios de poder. Chiche, Cristina, Bielsa, López Murphy, Macri, Cavallo, todos viejos conocidos, todos formaron y forman parte del sistema que nos hundió y nos entrega. Seguramente usted estará cansado de semejante circo.
Por abajo se desparrama la sensación de repudio, la expectativa inicial en Kirchner deja lugar a la desilusión, los oídos y los ojos vuelven a abrirse y la realidad reaparece con toda su fuerza. A medida que Kirchner pierde su capacidad de ilusionista, de mago que saca palomas de los pañuelos, se vuelve a instalar la necesidad de cambio. Y desde la bronca y la necesidad se empieza a alimentar la búsqueda. Otra vez se abre un espacio donde las propuestas positivas de la izquierda, la salida de fondo que proponemos los que estamos con usted en su lucha, es escuchada con más atención. No se deje agarrar más de sorpresa. Vamos juntos; rompa con esta banda del FMI.