Salario mínimo y reapertura de las paritarias
Aumentar salarios, jubilaciones y planes
Para el IndeK, la inflación de los primeros siete meses del año es de apenas el 5.5%… Pero el propio gobierno acaba de pactar una suba del 25% para el Salario Mínimo Vital y Móvil. Moyano pedía un 41.3%, pero ante el apriete de Cristina terminó firmando lejos de esa suba y cerca de lo que querían los empresarios. Se impone reclamar la reapertura de las paritarias y un urgente aumento de los salarios, jubilaciones y planes sociales.
Boudou niega la inflación, pero en los ocho años de gobierno K, el salario mínimo subió un 1.05%. En 2004 un kilo de pan costaba un peso, el azúcar valía 0.50; igual que un litro de leche. Hoy cuestan de 7 a 11 pesos el pan y unos 4 a 6 el azúcar y la leche. Lejos de estas preocupaciones, luego de firmar por unanimidad este último aumento, a las 22 hs llegó Cristina al Consejo del Salario para dar el anuncio y sacarse fotos felices: ella, Boudou, Tomada, Funes de Rioja de la UIA, Moyano, Yasky, Stella Maldonado de CTERA…
Una foto que permite sacar varias conclusiones: Cristina se involucró en persona y empezó a poner en práctica el pedido hecho a sus ministros para que pongan topes a la baja en los aumentos hacia el 2012 ante la crisis mundial. “Los aumentos salariales serán visiblemente menores a los de este año” dijo un alto funcionario cercano a la presidenta. Lo que pactaron, desairando a Moyano, la CGT y a Yasky que cacareaban con una suba del 41.3%, es una clara señal en sintonía con el pedido empresario.
A pesar que el dirigente de la CGT y la AOT (textiles) arrancó diciendo que “los trabajadores han perdido bastante poder adquisitivo” y que “para comprar un kilo de milanesa, un empleado necesita dos horas de trabajo”, al final firmaron todos, acordando que la crisis la pagaremos los trabajadores.
La negociación dejó felices a las cámaras empresarias y del agro. Habían dicho que el 41% era una locura. Arrancaron con 2.200 pesos, pero dejaron claro que “del 25% no nos movemos”… La propia reunión se paralizó cuando los empresarios se negaron a hablar de subir el tope para las asignaciones familiares y del mínimo no imponible en Ganancias.
Cristina, una vez más, jugó del lado patronal y esos temas no se trataron. Apenas una promesa de Tomada para analizar la suba del tope para el cobro de las asignaciones familiares, pero si la hubiera, la pagaría el ANSES, no los empresarios. De eliminar o limitar el impuesto a las ganancias ni se habló. Al salir, Tomada ratificó que no habrá ninguna suba en el piso para ese injusto impuesto al salario. Cristina había elevado sólo un 20% en mayo el mínimo no imponible.
El propio jefe de la UIA reconoció el aval oficial: «No es que seamos tan duros, es que teníamos apoyo», refiriéndose a la Rosada. Ya de entrada le habían negado el ingreso a la delegación de la CTA designada por Micheli para favorecer a Yasky en la interna. Los gremialistas “patalearon” y la negociación duró 10 horas. Según Tomada fue la más dura en 8 años… Pero al final, cuando todo parecía fracasar, Cristina llamó y dijo: «O arreglan en un 25% o laudo yo». Tomada llevó aparte a la CGT y luego firmaron todos contentos. Yasky devolvió favores, sonriente.
Como dijimos hace dos semanas, la foto muestra también que las “bravuconadas” de la CGT y de dirigentes como Yasky o Maldonado de CTERA no sirven de nada. No se conseguirá un verdadero aumento, eliminar el impuesto a las ganancias o los topes a las asignaciones sin asentarse en instancias democráticas: asambleas y reuniones de delegados con mandato de base; junto a un plan de lucha si el gobierno y los patrones no ceden en la negociación.
Mientras apoyamos las luchas en curso, en cada lugar de trabajo debemos exigir asambleas y plenarios para debatir y votar estos reclamos: reapertura ya de las paritarias; por aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales; eliminación del pago de ganancias y del tope a las asignaciones familiares, equiparándolas con Nación; efectivizar a contratados y tercerizados; junto a las medidas de lucha para conseguirlo.