El FIT lejos de los trabajadores: Divididos y desorientados
Repitiendo el equivocado papel que jugaron frente al paro nacional de la CTA el 8 de junio, los integrantes del FIT gastaron un mayor esfuerzo en diferenciarse de la convocatoria que en impulsarla. Pero esta vez fueron más allá y se dividieron en tres posturas diferentes, una para cada fuerza del FIT, mostrando una gran desorientación política y sindical.
El PO afirma en Prensa Obrera 1241 (27/9): “El frente Moyano-Micheli debe ser caracterizado a partir del contexto político en el que busca su lugar. El movimiento obrero no gana nada con oponerle una Unión Democrática al gobierno K”, comparando a los convocantes con aquella coalición surgida en la década del ‘40, de fuerte perfil antiobrero y apadrinada por el embajador norteamericano Spruille Braden. Y en Prensa Obrera 1242 (4/10) agregan que los reclamos por el salario mínimo, la reapertura de paritarias, la anulación del impuesto al salario, las asignaciones familiares y el 82% móvil no se plantean nítidamente en la medida del 10. Pero luego de semejantes barbaridades igualmente llaman a participar de la convocatoria, pero con su propia columna (¡?).
El PTS, que ve cacerolazos reaccionarios y represores a la ofensiva, no impulsó el paro en ningún lugar y se limitó a votarlo formalmente en algunas asambleas gremiales. A lo que sí le dedicó espacio es a tildar la movilización como “teñida de reaccionaria”, reproduciendo una vez más discursos funcionales al gobierno.
Izquierda Socialista llamó a marchar junto a “Sobrero y el sindicalismo combativo”, pero… no se notó nada de ello, casi no se lo vio y tampoco marchó con sus aliados de PO.
Así, el FIT se reafirma en un sectarismo infantil, actuando a contramano de los grandes cambios y procesos que estamos viviendo. Los de abajo no tienen salida con esos proyectos cerrados y divisionistas.
El FIT, otra vez mostrando cambalache entre ellos, tuvo un punto de unidad, debemos reconocerlo, a la hora de boicotear el paro.