Kirchnerismo y clase trabajadora La renovada agonía del sistema capitalista
Por Mario Raúl Bordón (*)
El sistema capitalista exhibe una renovada agonía en todo el planeta. La burguesía, en su condición de clase dominante, no puede detener su propia crisis. Ello se verifica en todas las regiones del mundo.
En Argentina, el inocultable agotamiento del proyecto “progresista” (categoría política laxa e insustancial) que encabeza la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner derrumba la fantasía de edificar “un capitalismo con rostro humano”, tal como pregonaba el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
El kirchnerismo no ha sido una etapa superior y superadora del peronismo. Solo ha sido la versión devaluacionista y neodesarrollista que el peronismo ha adoptado en la última década.
Y aún en su versión kirchnerista, el peronismo ha continuado cumpliendo su histórico rol político que consiste en erigirse en el gran dique de contención de las masas dentro de los límites del sistema capitalista. Así, el kirchnerismo desactivó toda posibilidad de extender el debate acerca de cualquier reivindicación puntual al cuestionamiento general de la legitimidad política y social del capitalismo, lo cual había aparecido, embrionariamente, en los fragores de diciembre de 2001.
Asimismo, el kirchnerismo ha sido un hijo tardío del Pacto de Olivos (1993). Porque Kirchner recibió el gobierno en mayo de 2003 con las ventajosas condiciones cambiarias en las que debió haberlo recibido De la Rúa (o cualquier otro sucesor de Menem) en diciembre de 1999, de acuerdo a una de las principales cláusulas (aunque no escrita) de aquél pacto, la cual no se cumplió, en tiempo y forma, por diversos motivos vinculados a la puja interna de la burguesía argentina.
Ahora, el kirchnerismo exhibe una debilidad política creciente después de tres grandes peleas interburguesas con sus tres principales socios políticos: la gran burguesía agroexportadora, el multimedio Clarín y la CGT-Moyano .
Y ya resulta evidente que el Gobierno y Clarín han pactado una tregua. Esta posibilidad siempre estuvo vigente en la agenda oculta de ambos. Pero el creciente malestar social que genera el colosal ajuste implantado en el último año ha acelerado todos los tiempos políticos.
Descartada toda posibilidad que Cristina sea constitucionalmente presidenciable en 2015, el volátil poder del Gobierno le impedirá desguazar a Clarín, aunque la Ley de Medios conservará plena vigencia en sus demás aspectos para posibilitarle al kirchnerismo la cooptación de la mayor cantidad posible de medios de comunicación que no pertenezcan al Grupo Clarín.
Y a pesar a las diatribas de muchos funcionarios, la reciente resolución (6 de diciembre) de una Sala Civil y Comercial, que mantuvo la medida cautelar obtenida inicialmente por Clarín, ha sido el guiño judicial que avala esa tregua porque ha completado el circuito legal destinado a garantizarles, a las dos partes, un sólido blindaje jurídico para ingresar a la negociación final.
Ahora, Clarín disminuirá sus niveles de confrontación con el Gobierno y se convertirá en el gran ordenador de la virulenta interna peronista que ya se ha iniciado de cara a la etapa post-kirchnerista.
Mientras tanto, el gran capital explora recambios para 2015. Sea en el peronismo de derecha con apoyo sindical (Scioli, De la Sota , Moyano) y aliados naturales (Macri, De Narváez) o en la periférica socialdemocracia argentina (UCR-PS-FAP), a la cual podrían sumarse sus tradicionales aliados tácticos de origen socialcristiano (ARI-CC). Es obvio, entonces, que se están diseñando futuras ofertas electorales que tampoco se proponen superar los marcos del capitalismo.
Hoy, más que nunca, la unidad de la clase trabajadora y las masas se torna imprescindible en Argentina. Y se abre una inigualable oportunidad para la conformación de una herramienta política unitaria y plural que las exprese y les posibilite afrontar el decisivo combate político que inexorablemente sobrevendrá, en todo el planeta, en los próximos veinte años. Esta renovada agonía del sistema capitalista no tiene retorno.
(*) Abogado de la ciudad de Concordia (Entre Ríos).
Este artículo de opinión fue publicado en el diario «Perfil», que se edita en la ciudad de Buenos Aires, en su edición correspondiente al día sábado 15 de Diciembre de 2012 (Página 29 – Cuerpo Principal – Sección «Ideas»)