Una reflexión importante
El clima social de fuerte castigo al gobierno y ruptura con el proyecto K y las alternativas por derecha vertebradas alrededor de candidatos del viejo PJ y de la UCR, colocaron un escenario favorable para avanzar en dar pasos hacia una alternativa que dispute en los comicios y también siente las bases de una construcción amplia que se plantee un desarrollo más allá de lo electoral con vocación de poder.
Ante el giro de Pino hacia la reedición de una las patas del viejo bipartidismo que abortó la posibilidad de un movimiento amplio emancipador, desde el MST nos propusimos la construcción de la herramienta más amplia posible para enfrentar las PASO.
Bregamos por la necesidad de conformar un frente común con los compañeros de Unidad Popular en Provincia y Buenos Aires para Todos en capital. De la misma manera se lo propusimos sin resultados al Frente de Izquierda. Convencidos que un frente de los tres espacios en capital y provincia hubiera potenciado los resultados al construirse una herramienta unitaria para colectar en una mayor dimensión la ruptura de sectores desencantados con el kirchnerismo y con tendencia al voto a la izquierda.
En el caso de la provincia de Buenos Aires conformamos con UP, junto al PTP, el Frente Popular, Democrático y Social (PODEMOS) en 72 hs. La voluntad política de las fuerzas que lo integramos, permitió acordar un programa correcto y una integración bastante equilibrada de las candidaturas.
En el caso de la capital eso no fue así. Lamentablemente, desde la fuerza que representa Claudio Lozano, nunca aceptaron debatir de conjunto cómo forjar la unidad, alrededor de un acuerdo programático y una integración equitativa. Y rechazaron también la posibilidad de utilizar las PASO para integrar las listas, un mecanismo democrático que hubiera posibilitado concretar la unidad si había distintas propuestas.
Ya concretado el frente de provincia hicimos un último esfuerzo en función de lograr un acuerdo común de capital y provincia, que incluía un mayor protagonismo de BAPT en las listas y aún así se rechazó. Sin lugar a dudas, no solamente fue equivocada la división en capital. Si no, que fue negativa también para el frente en la provincia de Buenos Aires que no logró superar la traba de la ley electoral para presentarnos en octubre. Esta decisión de BAPT abortó la posibilidad de una campaña unificada entre capital y provincia y abonó en contra del surgimiento de una opción que hubiera no solamente facilitado superar el escollo de las PASO sino de transformarse en alternativa para disputar el espacio abierto.
Los resultados en capital y provincia y la perspectiva del nuevo escenario nacional, ameritan que los compañeros reflexionen seriamente. Errores de esta magnitud, van en el sentido opuesto a la necesidad de poner en pie la alternativa que necesitan los trabajadores y el pueblo.
Guillermo Pacagnini