Ventura y la cuestión del aborto
Que alguna gente ande ventilando alegremente su vida privada por televisión, es cuestión de ellos. Hay algunos y algunas que directamente viven de eso. Pero en este reciente caso del personaje mediático Luis Ventura, no solamente se refirió a sí mismo sino que también -y sin el más mínimo pudor- se dedicó a buchonear detalles de la vida privada de su ocasional compañera.
De verdad me dio mucha bronca oírlo decir que la modelo cordobesa “lo sedujo” y que él sólo “fue permeable”. Que tuvieron “nada más que sexo esporádico”. Que él le pidió que aborte, porque ella “ya abortó antes el hijo de un empresario famoso casado”… ¡¿Siempre las culpas y las responsabilidades son de la mujer?!
Ventura, que como tantos otros fue al Vaticano a sacarse una foto con el Papa, es un verdadero compendio de las actitudes machistas que este sistema difunde y reproduce todos los días. Ella lo sedujo; ella quedó embarazada; ella debe hacerse un aborto porque ya se lo hizo antes. Una vergüenza.
En la TV sí, en el Congreso no
Hasta ahora, el caso Ventura-Liuzzi dio bastante rating. Y como el análisis del ADN resultó positivo y Ventura reconoció al bebé, seguro dará para más. Pero semejante difusión en los medios de comunicación contrasta frontalmente con el silencio de radio que ante el tema del aborto mantiene el Congreso nacional. ¿Cómo puede ser que en este país se debata del aborto por TV de cara a toda la sociedad, pero el poder político siga mirando para otro lado, como si el problema no existiera?
Hace pocas semanas atrás, se volvió a presentar en la Cámara de Diputados de la Nación ¡por quinta vez! el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que impulsa la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y que respaldamos más de 300 organizaciones políticas y sociales, entre ellas el MST y Juntas y a la Izquierda. El proyecto lo firmaron más de 60 diputadas y diputados de distintos bloques políticos, pero aún así no se avanza en el debate.
La explicación política de este bloqueo es sencilla: empezando por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, toda la dirigencia de los partidos del sistema se niega a avanzar en la despenalización y la legalización del aborto: también Macri y Michetti, Carrió y Cobos, Massa y Scioli. Funcionales a la cúpula de la Iglesia Católica, todos ellos defienden este sistema capitalista patriarcal y su opresión a la mujer, que incluye como uno de sus ejes la penalización del aborto.
Aborto legal, seguro y gratuito
Como lo venimos sosteniendo desde siempre, las y los socialistas no promovemos el aborto sino el derecho al aborto. Es un derecho básico que la mujer puede utilizar o no, según lo necesite y lo decida libremente ella misma, sin presiones de ninguna clase. Si quiere tener el bebé, el Estado debe respaldar esa decisión y proveer todo lo necesario para la crianza y el desarrollo. Y lo mismo si, por la razón que sea, la mujer resuelve no tenerlo: el Estado debe asegurar la práctica del aborto en forma gratuita y segura, en un hospital público.
La realidad hoy es otra. Cada día mueren entre una y dos mujeres como resultado de abortos infectados, practicados en condiciones deplorables. Obviamente, las que mueren son las mujeres de los sectores sociales más humildes, que no pueden acceder a un aborto seguro en una clínica privada. Se estima que en el país son más de 500 muertes al año, cifra que el reaccionario ministro nacional de Salud Juan Manzur oculta. Y otros miles de mujeres quedan con secuelas graves.
Basta, entonces, de aborto clandestino. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Que el Congreso debata y apruebe la ley de aborto. Pero como sólo lo harán si hay presión y movilización popular, te invitamos, compañera, a que te organices con nosotras para luchar y conquistar estos derechos.
Vilma Ripoll