El sectarismo está condenado a la esterilidad
Ante el rechazo del PO-FIT a la propuesta frentista del MST
Desde hace meses venimos proponiéndoles al FIT, y también a Unidad Popular, formar junto a nuestro partido un frente de toda la izquierda política y social para las elecciones de 2015. En base a un programa por cambios de fondo y para que las candidaturas no sean un obstáculo para la unidad, nuestro dirigente Alejandro Bodart les propuso a Jorge Altamira y a Víctor De Gennaro que las tres fuerzas vayamos a internas para resolver el orden de las listas. El rechazo del FIT y el silencio de UP merecen algunas reflexiones.
En 1960, el cineasta Fernando Birri hizo un documental sobre la pobreza en Santa Fe llamado «Tire dié». Con esa frase, los chicos pobres les pedían a los pasajeros del tren que les tiraran monedas de diez centavos.
En su periódico del 12 de junio, el PO rechaza nuestra propuesta de unidad en una nota de su dirigente Rafael Santos titulada «MST: Tire dié». Más allá del título ofensivo que nos tilda de mendigos, la nota dice una sarta de chicanas y mentiras con un bajo nivel impropio de cualquier debate mínimamente serio:
«El MST viene realizando una campaña por una elección interna con el FIT, UP, Marea Popular y lo que haya en la góndola», dice el PO.
Mentira. Lo que proponemos es unir a toda la izquierda política y social. Y ese espacio es mucho más amplio que sólo una parte del trotskismo, como agrupa el FIT: está el MST-Nueva Izquierda -también trotskista-, otras corrientes de izquierda marxistas y no marxistas, la CTA opositora como izquierda social y los independientes de izquierda. Ninguna góndola.
«(El MST) hasta sugiere fórmulas como Altamira-De Gennaro o viceversa», dice el PO.
Mentira. Como en la izquierda hay proyectos distintos y candidatos distintos, lo que proponemos es internas. Y que allí cada fuerza postule su dupla presidencial y demás candidatos: Altamira (FIT), De Gennaro (UP), seguramente Bodart y Ripoll (MST). Ir a internas juntos permitiría expresar esa diversidad y a la vez luego unirnos en una sola lista.
«El MST ha sido un sistemático adversario de un Frente de Izquierda… Lo suyo es el ‘frente plural’, como el caso de Siryza en Grecia», dice el PO.
Mentira. Más que «adversarios» de los frentes de izquierda, hicimos varios: Izquierda Unida dos veces, el Frente del Pueblo e incluso el FIT con el PO en 1993. ¿O no lo recuerdan?
En cuanto a Syriza, sólo un sectario incurable puede negar como frente de izquierda a esa coalición que agrupa a 10 corrientes de la izquierda griega, ganó la última elección y puede ser gobierno a corto plazo. Rechazar una unidad de izquierda amplia como Syriza es no querer construir una alternativa de poder1.
«En la crisis agraria, Ripoll marchó del brazo de Biolcatti, presidente de la Sociedad Rural», dice el PO.
Chicana. Rechazamos la 125 del gobierno K porque las retenciones iguales favorecían a los pools sojeros y hundían a los pequeños productores. Y propusimos que haya retenciones, pero segmentadas. O sea, el MST tuvo exactamente la misma postura y fue a las mismas marchas que Izquierda Socialista, socio del PO y el PTS en el FIT. Como siempre, es malo escupir para arriba.
«El MST, como Groucho Marx, tiene programas para todos los gustos y circunstancias», dice el PO.
Mentira. Como lo venimos diciendo desde nuestra carta abierta a toda la izquierda política y social en octubre de 2013, planteamos un frente electoral «en base a un claro programa de propuestas antiimpe-rialistas y anticapitalistas». En vez de molestar a Groucho, el PO debería volver a Marx.
«La campaña de Bodart se inscribe en una tentativa de toda la izquierda democratizante y el centroizquierda para volver a la vida, luego del gran avance del FIT», dice el PO.
Chicana. El MST-Nueva Izquierda no intenta «revivir» porque no murió: actuamos en la realidad, hacemos propuestas claras y seguimos creciendo. Lo que sí lamentamos es el sectarismo, cuyo «gran avance» no suele ir más allá del propio ombligo.
El PO rechaza unir a toda la izquierda y así construir una herramienta política poderosa que en pocos años permitiría disputar el gobierno. Lo mismo el PTS, que en su último congreso ni habló de unidad. Nos parece un grave error sectario del FIT, que en los hechos termina siendo funcional a los partidos capitalistas.
A su vez, ante nuestra propuesta unitaria De Gennaro y Claudio Lozano mantienen silencio de radio. Cerrar los ojos al avance la izquierda y coquetear con Hermes Binner -socio de la UCR- es un error oportunista, simétrico al del FIT: ambos niegan el desafío actual y retrasan los avances.
Desde ya, si unos y otros cambian estamos dispuestos a conversar para acordar un frente en base a un programa e internas. No obstante, en julio vamos a resolver nuestra propia fórmula presidencial y demás candidatos para dar batalla en todo el país.
Altamira, jefe del sectarismo
En un reportaje reciente a Altamira2, le preguntaron si imagina una interna en el FIT. «Nunca la desechamos -dijo, pero si es una interna por un acuerdo político sería un casino». ¿Cómo un «casino»? ¿Por qué no acepta internas para que la gente decida democráticamente? ¿O acaso teme perderlas?
Cuando le preguntaron por un posible frente con otros sectores de la izquierda, respondió: «Todo suma, pero primero mandame un texto de tus propósitos y finalidades, que lo consideremos. No tenemos una actitud pedante». Aparte de poca modestia, Altamira tiene poca memoria: en octubre pasado el MST le hizo llegar un texto detallado planteando la unidad.
Al final, cuando le preguntan cómo se lleva con el PTS e IS, el líder del PO confesó: «No podemos coordinar acciones cotidianas».
Ésa es la triste realidad, sobre la que invitamos a la militancia de izquierda y a todo el activismo a reflexionar. El FIT es sólo una cooperativa electoral: ni busca ampliarse para disputar poder y sus partidos ni siquiera coordinan en la lucha de clases, ya que difieren a nivel sindical, estudiantil y en todos los frentes de acción. Como bien decía el viejo dirigente revolucionario León Trotsky3, el sectarismo está condenado a la esterilidad.
1 El PTS es tan o más sectario que el PO: «Preferimos sacar mil votos por la independencia de clase antes que hacer una Syriza» (Christian Castillo, el 7/6 en un panel en Filo UBA).
2 La Nación, 4/6/14.
3 La guerra civil y el POUM, 1937.
Pablo Vasco