Una difamación a la CTA Autónoma

Horacio Meguira, abogado de la CTA Autónoma

El documento que firmamos junto a 20 centrales de todo el mundo no hacen más que desenmascarar el acuerdo entre los representantes de los empleadores y los sindicatos (con amplia mayoría de países europeos) que tienen representación en el Consejo de Administración, de «no hablar del derecho de huelga» durante la Conferencia.

Los acuerdos formalizados en el Consejo de Administración en febrero último tuvieron una cláusula no escrita: En sus contenidos, ni en los «toma nota», ni en los considerandos, ni en la conclusiones, hubo alusión a la huelga como derecho ni a efectuar un «programa de acción» tal como lo manifestara la Comisión de Expertos pacíficamente, por más de 50 años interpretando al Convenio 87 de la OIT.

El enojo de algunas autoridades del Grupo de Trabajadores de menor jerarquía se manifestó en diversas formas: Primero presionándonos a la delegación de la CTA Autónoma y luego amenazando y presionando a cada una de las centrales firmantes. Como les fue bastante mal en los resultados, se inventó una noticia para desprestigiarnos y distraer a la opinión publica: En lugar de hablar hoy del Derecho de Huelga, nos obliga a hacer un descargo público contra la difamación mediática sufrida por el compañero Guillermo Pacagnini.

La delegación de la CTA A en la 104ª reunión fue una de las más eficaces de nuestra historia:

1. Se logró que una delegación de la CSA-CSI se comprometiera a concurrir en los primeros días de agosto en misión de contacto directo al más alto nivel de autoridades del Gobierno argentino, para que cese la intervención del Ministerio de Trabajo en las elecciones sindicales y, que tal como lo establecen los órganos de control de la OIT, sea la Justicia en forma directa la que actúe como contralor de los órganos asociacionales.

2. Tuvimos varias intervenciones en defensa solidaria de los casos de países latinoamericanos y europeos que se trataron como «casos individuales» durante la Conferencia. Tanto en países americanos como africanos y europeos. En tal sentido, gran parte de los discursos de José Rigane como representante de la delegación fueron fuertemente aceptados y aplaudidos.

3. Fuimos la delegación más activa en defensa del Derecho de Huelga en el Grupo de Trabajadores de la Comisión de Normas.

4. Se realizaron reuniones bilaterales con centrales sindicales hermanas de Asia, América y Europa.

5. Concurrimos y participamos en la reunión anual convocada por la CSA y los representantes de las centrales sindicales americanas en el Consejo de Administración y sentamos posición respecto al Derecho de Huelga.

6. Tuvimos entrevistas con la Jefa de la Oficina en materia de Libertad Sindical, Karen Curtis, y con la Jefa de Normas designada a partir del 1º de junio, Rafaela Varghas, defendiendo las quejas presentadas por FESPROSA y el gremio de base de la provincia de Mendoza.

7. Se obtuvo un pronunciamiento histórico sobre FeTERA en el Comité de Libertad Sindical.

8. Se sacó un documento bilingüe que explica las razones de la huelga general del 9 de junio pasado.

9. Denunciamos ante el Grupo de Trabajadores las agresiones físicas sufridas por los delegados de UETTel durante los conflictos en las empresas contratistas de Telefónica Argentina.

Estas y no otras son las razones que llevaron a un grupo de poder, haciendo gala de los métodos más perfectos, a generar difamación e intrigas. Armaron un operativo con el compañero Guillermo Pacagnini. Podría haber sido cualquiera de los miembros de la comitiva de la CTA Autónoma.

Caben algunas consideraciones sobre cómo es la seguridad en los organismos de Naciones Unidas. La OIT está vigilada por un grupo de especialistas fuertemente capacitados que efectúan controles rigurosísimos con todos los medios a su alcance. Desde cámaras de televisión, controles estrictos en la entrada, inteligencia de quien es quien de cada una de las 5 mil personas que se acreditan en la Conferencia.

Si se consuma un posible hecho que pueda configurar un delito, existe un acuerdo con la Policía de Suiza, una de las más eficientes del mundo, para que intervenga y realice instrucción policial y judicial.

De haberse perpetrado un delito en dicha jurisdicción, Pacagnini debió quedar detenido indefectiblemente en Suiza a la espera de la orden judicial. Nada de ello existió.

Todo lo demás publicado en los medios de difusión masiva en la Argentina fueron falaces y faltaron a la verdad, no fuimos expulsados, no hubo observaciones ni sanciones a la CTA Autónoma.

En fin, los casos individuales finalizaron en su tratamiento el día 10 de junio, la mayoría de nosotros nos fuimos de Ginebra el 11, salvo tres compañeros que tenían vuelos programados para el sábado 12 o el domingo 13. Para entonces, la mayoría de las delegaciones regresaron a sus respectivos países.

Esto es un ataque a nuestra militancia y al prestigio de la CTA. Hay espacios donde decir la verdad es una traición. Esto fue lo que se atacó con el «operativo mediático».

Nosotros no podíamos dejar pasar una de las «componendas» más nefastas de la historia de la OIT y de la representación de los trabajadores del mundo.

Debíamos decir algo en beneficio de nuestros representados y de nuestra conciencia de clase. No decir nada era ser cómplices.

Estamos orgullosos de haberlo hecho y la defensa pública de Guillermo Pacagnini no es más que defender la dignidad de nuestra CTA Autónoma que tuvo coraje y firmeza al momento de defender el derecho más importante de la clase trabajadora. Sin huelga no hay derechos.