A 15 años del 2001, viejos y nuevos debates
Pasó otro 19 y 20 de diciembre, un nuevo aniversario del Argentinazo, esa gesta popular masiva y heroica que terminó con el gobierno de De la Rúa, Cavallo y la Alianza. Esta vez, al cumplirse 15 años, se reabrieron viejos y nuevos debates a la par que miles y miles nos movilizamos recordando aquellas jornadas revolucionarias del pueblo argentino.
Una visión muy particular y tendenciosa fue impulsada por el gobierno y toda la casta política apoyados por sus escribas a sueldo, que trataron por todos los medios posibles de recordar el Argentinazo como algo malo, un golpe antidemocrático, una anarquía que no debe volver a ocurrir jamás. Podríamos decir que además de ser una visión ajena a lo que realmente pasó, es entendible que los gobernantes y representantes de los viejos partidos del régimen y el sistema pretendan instalar esa idea, ya que la gesta del Argentinazo, esa verdadera revolución contra el gobierno de entonces y el viejo bipartidismo, fue contra todos ellos, cuestionándolos de conjunto, pasando por encima de políticos burgueses, burócratas estatales e instituciones. El 2001 los evidenció en su verdadero carácter: responsables del desastre, la entrega, el hambre y la decadencia del país. Millones vieron a la casta política jugando ese rol, cuyo recuerdo ellos tratan de tapar pero no lo logran.
Debilidades y temores del régimen
Llegado este 15º aniversario, nuestro compañero y dirigente del MST Alejandro Bodart reivindicó el 2001 y explicó que con lo mal que va el país con este gobierno de ajuste permanente se acercaban las condiciones para un nuevo 2001. Enseguida desde el poder político y mediático salieron a atacarlo y difamarlo. Esto demuestra dos cuestiones a la vez. Por un lado, el pánico que las castas políticas y gubernamentales le tienen a este tema: un frío les recorre la espalda porque saben muy bien que una nueva y gran movilización popular será de nuevo contra ellos. Al mismo tiempo, ese pánico no los deja razonar seriamente: la opinión de Bodart sobre la posibilidad de que en algún momento futuro haya otro hecho así no surge de una bola de cristal, sino del análisis concreto de nuestro país. Cuanto menos respuestas sociales se den y más descontento social y desigualdad crezcan, más se generan esas condiciones. Y es el gobierno de Macri y los partidos que lo apoyan, pactan o le votan sus leyes en forma cómplice lo que serán responsables si llegara un nuevo 2001.
Así han sido siempre los hechos históricos en nuestro país y en todo el mundo. Las masas entran en escena con una fuerza imponente y genuina cuando el hartazgo de millones ante una situación de injusticia se hace sentir, cuando ya no pueden ni quieren soportar el mal vivir, cuando se sienten fuertes y dispuestos a cambiar las cosas. Ese derecho democrático popular a manifestarse masivamente y a cambiar las cosas es el que defendemos Bodart y todo el MST. Los representantes de la vieja política y sus twitteros pagos que lo atacaron estos días confirman una vez más lo débiles que son, el miedo que tienen a que la población se exprese y salga a las calles, porque ellos gobiernan el país pero nada sólido corre bajo sus pies. Saben que en el fondo las enseñanzas del Argentinazo siguen encendidas en la conciencia de millones. A veces parece que no es así, pero sus vivencias y enseñanzas siempre reaparecen.
Los ataques contra Bodart son en última instancia preventivos: un reflejo de clase de políticos capitalistas, que coyunturalmente tienen el poder pero viven en incertidumbre permanente hacia el futuro porque saben de la fuerza incontenible del pueblo trabajador. La contracara de su temor es nuestra confianza en la clase obrera, las mujeres y la juventud, porque juntos y en la calle podemos derrotar y frenar el ajuste y la entrega de este gobierno, sus aliados y las grandes corporaciones.
Además, contra las descalificaciones de políticos bien pagos del régimen y de algunos de sus “formadores de opinión” a sueldo, nosotros reafirmamos que sólo desde la izquierda tenemos propuestas de fondo ante la crisis del país, mientras el PRO-UCR y el PJ en todas sus variantes incluido el FPV en crisis, de una u otra forma repiten recetas que ya fracasaron. A diferencia de esos sectores, nosotros queremos poner todos los recursos estratégicos del país en manos del Estado y bajo control social. Queremos nacionalizar la banca y el comercio exterior, terminar con las privatizadas, detener la extensión de la frontera sojera y hacer un plan diversificado de producción de alimentos. Priorizar las presupuestos de la salud y educación públicas, de viviendas y de planes de trabajo genuino. Cambiar todo el sistema tributario para que paguen muy fuertes impuestos los que más tienen, eliminando el impuesto al salario y el IVA a la canasta familiar para todos. Con estas medidas, entre otras, y dejando de pagar el robo inmoral de la deuda “eterna”, ¡sí que podemos construir otro país! Ese es nuestro proyecto alternativo, emancipatorio, anticapitalista y socialista, que puede lograrse con una poderosa fuerza militante y con la movilización y el protagonismo de las y los trabajadores, la juventud y demás sectores populares. Ayudar a construir esta salida y una fuerza política poderosa y de izquierda que la lleve adelante, que fue el gran déficit del Argentinazo, es el eje de nuestras tareas actuales.
El 20D en la Plaza de Mayo
Mientras dábamos estos debates en la calle y en los medios, el pasado 20D una gran movilización unitaria de diversas organizaciones de izquierda llegó hasta la Plaza de Mayo y lo mismo ocurrió en muchas ciudades y plazas del país. Organizaciones sociales, sindicales clasistas y partidos de izquierda marchamos juntos reivindicando el 2001 y exigiendo soluciones a los problemas actuales: basta de ajuste y despidos, reapertura de paritarias, no a la tregua, por un plan de lucha nacional, entre otras consignas convocantes de una movilización que ocupó largas cuadras y con mucha combatividad.
Dentro de esta movilización el MST y el MAS, que acabamos de conformar “IZQUIERDA al FRENTE por el socialismo”, realizamos nuestra primera actividad conjunta como frente. Y lo hicimos en el aniversario del Argentinazo no casualmente sino de manera consciente. Quisimos reivindicar juntos y en la calle esta gran gesta, poniendo en movimiento un nuevo frente de izquierda que nació para enfrentar a gobiernos y corporaciones, para ayudar a unir a todos los sectores de izquierda que estén dispuestos y para impulsar un proyecto político a nivel nacional con un programa anticapitalista y socialista. Ese mensaje en común llevamos en las marchas de Buenos Aires, Córdoba, la Patagonia y otros lugares del país.
En el caso de la CABA, fue muy importante y notorio el ingreso de IZQUIERDA al FRENTE a la Plaza de Mayo, con una larga y combativa columna haciéndose lugar pese a las equivocadas actitudes de PO de no querer dejar el paso, sin respetar los acuerdos previos. Nuestro frente igual avanzó y llegó hasta donde debía hacerlo en la Plaza. Más allá de ese penoso incidente ya superado, lo fundamental es que este frente llegó para quedarse. Cerramos el 2016 marchando en unidad y ya nos preparamos para un 2017 de luchas sociales y de batallas políticas y electorales. Con todas nuestras fuerzas, desde el MST nos estamos organizando en todo el país para estos desafíos. Te invitamos a sumarte y a que seas parte de esta nueva construcción unitaria y de izquierda. Y a las organizaciones, grupos y referentes sociales, políticos e intelectuales de izquierda que quieran sumarse de alguna manera a este nuevo frente, también los invitamos a coordinar reuniones en las próximas semanas, para intercambiar opiniones y generar mejores condiciones para dar nuevos pasos de unidad.
Sergio García