Condena a Milagro Sala por escrachar a Morales. La (in) Justicia del amo
Milagro Sala representa sin dudas muchas facetas de la vida política de los últimos años en nuestro país. Es por esto que el proceso que le llevan adelante en Jujuy tiene tanta trascendencia y no puede ser leído linealmente desde las páginas del periodismo corporativo o las publicidades gubernamentales. Su condena a prisión en suspenso por “instigación” a un escrache es un claro mensaje a todos los luchadores del país, sin compartir sus métodos ni mucho menos su proyecto político, entendemos que defenderla de esta campaña judicial, patronal y racista, es una cuestión de principios.
Cuando ganar la calle es delito
El juicio que se desarrollo en los últimos días estaba centrado en criminalizar una acción de escrache llevada a cabo en el 2009. En esa oportunidad, Gerardo Morales, señor feudal Jujeño de Cambiemos, y Leandro Despouy, Auditor General de la Nación, brindaban una charla sobre una investigación de dicho organismo respecto a la construcción de viviendas en la provincia.
Ni bolsos de dólares, ni corrupciones, ni manejo indebido de los fondos públicos, no. Lo primero por lo que se la juzga es por un escrache, mejor dicho por “instigar” un escrache del que la condenada ni siquiera participó.
La condena es contra Sala, el mensaje es para todos y todas. Mientras los gobiernos están habilitados para reprimir, violentar y ajustar, los que hagan escraches y protesten serán criminalizados, porque reclamar es delito.
Pero eso no es todo, no es casual que del festival de hechos de corrupción, despilfarro de los bienes públicos y corruptelas de todo tipo donde están involucrados funcionarios de todas las líneas del gobierno anterior (y también muchos del actual) la única presa sea Milagro Sala (y Jose Lopez con monjitas compinches). Esta presa por piquetera, por “india”, porque construyo su poder sobre la base de la movilización de los sectores más empobrecidos de Jujuy, porque a partir de ese “poder” se atrevió a intentar ganarse un lugar en la política generalmente reservada para gente “bien” como Gerardo Morales, Mauricio Macri u otros prohombres del poder local. En ese punto está la clave y no en otro lugar. Detrás de esta condena hay años de odio de clase acumulado y la posibilidad de demonizar, a partir de la imagen deformada que proyecta Sala, las luchas de miles de trabajadores, desocupados, pueblos originarios y demás sectores desposeídos de nuestro país.
Es por eso que la rechazamos sin miramientos, exigimos la inmediata libertad para Milagro Sala y repudiamos la campaña mediático-judicial contra los luchadores sociales en general.
Una mano lava la otra y las dos…
La justicia jujeña tiene poco de independiente, poco tiempo después de asumir el gobierno, Morales impulso la reforma del Tribunal Superior de Justicia, que paso de 5 miembros (4 ligados al PJ y 1 a la UCR) a 9 miembros incorporando reconocidos adherentes a su partido, para garantizarse el control casi absoluto de esta institución que lejos de ser “ciega” es profundamente parcial, clasista y partidaria.
Y cuando hablamos de clasista nos referimos por ejemplo a que es la misma institución que dilata y dilata el juicio que involucra a Pedro Blaquier, dueño del ingenio Ledesma, por su participación en los crímenes de la dictadura, mientras que en tiempo record condena el lanzamiento de huevos.
Por otra parte, todos los fondos a los que accedió la Tupac, fueron entregados a través de dependencias públicas, mediante programas nacionales, provinciales y hasta municipales (recordemos que el municipio de San Salvador lo gobernaba la UCR). Es decir, por lo menos de De Vido hacia los representantes municipales, los funcionarios eran consientes y estaban al tanto de los recursos que se entregaban. Que Sala sea la única detenida ¿no habla de un pacto entre el PJ y la UCR-Cambiemos para usarla de chivo expiatorio?
Los hijos del sistema ponen el grito en el cielo mientras esconden la mugre debajo de la alfombra, que no te confundan los discursos republicanos y pseudo honestos, ellos son los responsables de la sangría de nuestro pueblo, ellos son los que construyen instituciones que se cuidan las espaldas a sí mismas, construyendo un entramado que solo apunta a resguardar sus intereses de clase.
El régimen político, los principios y independencia política
Como es de público conocimiento, tenemos múltiples diferencias con Milagro Sala y no lo ocultamos inclusive ahora. Creemos que muchas de esas diferencias explican el porqué una organización que parecía un verdadero ejército popular, se redujo drásticamente en pocos meses. Sin dudas la represión y la persecución hacen mella, pero no se puede ocultar que una organización popular que se fue adaptando a la “ventajas” de pertenecer al partido de gobierno y puso al clientelismo y la verticalidad burocrática como forma fundamental de funcionamiento, abandonando su ligazón con sectores del movimiento obrero organizado y ligándose a un proyecto político que ofrecía grandes discursos populares a la par que grandes medidas capitalistas, terminaría flaqueando cuando esas fuentes de “poder” se agotaran.
El mismo régimen político que ahora cambio de manos y la juzga, trabajo por la vía de la institucionalización y la prebenda para desactivar las potencialidades transformadoras de los inicios de la Tupac. Lo mismo intentó el kirchnerismo con los organismos de derechos humanos, los sindicatos, las agrupaciones sociales y muchos partidos que se auto denominan de izquierda. La política de cooptación fue una constante y con grandes resultados, desde esa perspectiva claro está.
Por todos estos motivos muchos veces “pegamos juntos pero marchamos separados” con la Tupac Amaru, porque compartiendo muchos reclamos particulares, entendíamos y hoy lo entendemos más que nunca, que la independencia política y la organización consiente y cada día más solida de los trabajadores y los pueblos es la única garantía de trasformación social. Ese mismo criterio es el que nos permite hoy, reafirmando nuestros principios, exigir su liberación al tiempo que exigimos que una comisión investigadora independiente, con participación de las organizaciones sociales investigue todos los casos de corrupción, coimas, despilfarro de los recursos públicos y estafas contra el estado, empezando por los funcionarios y dirigentes de altos rangos del gobierno pasado y del actual, principales responsables del capitalismo mafioso en el que vivimos.
No son los jueces puestos a dedo por Morales los que van a lograr justicia, no son las podridas instituciones al servicio del capital las que reafirmaran los valores anti corrupción que tan bonito suenan a los oídos de algunos sectores, incluso de la propia izquierda.
Para terminar con las corruptelas hay que democratizar cada día más la sociedad no criminalizarla. Todos los balances y presupuestos tienen que ser públicos, el destino de los fondos y la decisión sobre las obras deben ser colectivas y no solo de los fondos públicos, también de las empresas privadas.
Construyamos una izquierda que vaya al frente
Los posicionamientos sobre el caso de Milagro Sala son muy variados y en muchos casos oportunistas. Sectores del Kirchnerismo siguen planteando su liberación mientras los pesos pesados guardan un silencio cómplice. El resto del espectro de los partidos tradicionales sigue con entusiasmo el circo judicial y le gustaría que se extienda a otras y otros referentes sociales y el gobierno parece decidido a utilizar a fondo el escenario montado, para posar como “anti corrupción” mientras al propio presidente le florecen las compañías Off shore y otras perlitas.
Desde el MST no dudamos un segundo, volvemos a reclamar la liberación de Sala al tiempo que le transmitimos a los trabajadores y trabajadoras, jóvenes, desocupados y demás sectores populares, que es necesario poner en pie una alternativa política que sea capaz de desarrollar estas y otras propuestas de transformación social, una izquierda que no se encierre en si misma sino que sea capaz de superar las falsas divisiones impuestas por el régimen político, los debates fundamentales no se dan entre “honestos y corruptos” sino entre ajustadores y ajustados, entre los patrones y sus instituciones y los trabajadores y las herramientas que podamos construir o recuperar. Por eso te invitamos a que seas parte del MST y que juntos hagamos cada día más fuerte Izquierda al Frente por el socialismo, por la libertad de Milagro Sala y todos los presos políticos y la unidad para enfrentar el ajuste del gobierno.
Martín Carcione.