Ministerio de Educación: NO a los despidos
El ministro Esteban Bullrich ordenó echar a 3.000 trabajadoras y trabajadores de la educación: 400 pertenecen a distintas áreas y niveles de contratación; a esto se agregan las y los 2.600 tutores virtuales. Por eso hay una toma del Ministerio y otras acciones de movilización.
Las cesantías incluyen al Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas (DNPS), programa Coros y Orquestas, Biblioteca Nacional de Maestros y área de gestión educativa. También el programa Centro de Actividades Juveniles (CAJ), Secretaría de Políticas Universitarias, Dirección de Jóvenes y Adultos, área de Recursos Humanos y otros programas como los que quedaban de Educación Sexual Integral (ESI) y Seguridad Vial.
Entre los despedidos hay compañeros contratados a través de universidades y también personal “de planta transitoria”. A algunos ya les llegó el telegrama de despido y a otros se los notifican informalmente por mail o por teléfono, avisándoles que recibirán el telegrama a partir del 2 de enero.
La educación precarizada
Esta embestida atenta contra los puestos de trabajo y también contra los programas educativos. El gobierno macrista quiere que no funcionen más. Tales programas se iniciaron en el marco de precariedad laboral que permitía y fomentaba la Ley Nacional de Educación -que nosotros cuestionamos-, y de ellos aún dependen proyectos, servicios, planificaciones y trabajadores.
En agosto pasado el Ministerio cesanteó a 200 trabajadores de distintas áreas, todos ellos contratados a través de universidades, o sea precarizados. Es que durante el gobierno del FPV se crearon varios programas y proyectos con trabajadores precarizados y recursos precarios. Sin duda, este déficit de arrastre es un campo muy fértil para las políticas flexibilizadoras del PRO-Cambiemos. Cuando era oposición el macrismo cuestionaba esta situación, pero como gobierno lejos de resolverla aprovecha para despedir o recontratar en condiciones aún peores, con contratos aún más basura. Por ejemplo, en los municipios hoy los trabajadores suelen ser contratados cada tres o cada seis meses.
Esta vez Bullrich no solo va contra los compañeros contratados, sino también contra los de planta transitoria. Muchos de estos últimos trabajan desde hace años y aun sin haber sido pasados a planta permanente siempre se respetó su estabilidad. Con un criterio empresarial de “costo / beneficio”, esta nueva ofensiva pretende arrasar con los programas y proyectos que resistieron este año.
Resistir la ofensiva anti-educativa
Desde Alternativa Docente y Alternativa Estatal, agrupaciones de la Corriente Sindical del MST junto al compañero Alejandro Bodart, estuvimos en la toma y acompañamos las acciones decididas por los trabajadores en lucha. Hace falta la mayor unidad sindical y política posible para enfrentar y derrotar la ofensiva de Bullrich y Macri.
Estos programas deben ser incluidos en el sistema educativo formal y pasar a todos sus trabajadores a planta permanente, con estabilidad laboral y demás derechos del Estatuto Docente. El presupuesto necesario no puede ser obstáculo, porque los millonarios subsidios del Estado a los colegios privados demuestran que plata hay.
ATE, CTERA, UTE, SUTEBA y las dos CTA deben ponerse al servicio de la lucha y movilizar en unidad para lograr la regularización de todos los programas educativos y la continuidad de todos los compañeros sin precarización y con plena estabilidad laboral.