Mientras el gobierno se desgasta… Movidas en la “oposición”
Mauricio Macri cerró mal el 2016 y arrancó peor el 2017. Se abrió un año electoral y la oposición, sin abandonar el barco de la gobernabilidad, quiere capitalizar la situación.
Febrero fue un mes crítico. Una seguidilla de medidas antipopulares rebotaron generando daños en la estructura que sostiene el gobierno. Los interrogantes se acumulan de cara a un año electoral que se presenta difícil para el oficialismo. Lo nuevo es que el conjunto de las “opciones” de la oposición también son cuestionadas y, según algunas encuestas, en Bs. As. el 50% de la población siente bronca con la situación del país.
Perdiendo aceite
Mauricio Macri se derrumba en los sondeos de opinión. A un plan económico que golpea fuerte en las familias trabajadoras y beneficia a los empresarios, se le suman los escándalos del Correo, Avianca y otros. En la misma semana el fallido descuento a los jubilados y la aceptación por la fuerza de la paritaria bancaria.
Los que fueron presentados como “errores” por parte del macrismo, representan en realidad el rechazo del pueblo que vive de su trabajo a un plan que, comienzan a reconocer, va en su contra. Es a partir de ese reconocimiento que se esfuma la paciencia de los primeros días y lejos de existir expectativas comienza a acumularse la bronca. La bronca de que no se resuelvan los problemas, la bronca de que cueste cada día más parar la olla, bronca de que, en ese contexto, el presidente se la pase de viaje, perdonándole deudas a su familia o atacando a los docentes con campañas cibernéticas.
El ruido interno en el barco de Cambiemos coloca con fuerza un pregunta, que este año electoral tiene un retumbar particular. ¿Cuál es la alternativa a este gobierno?
La oposición: garante del ajuste mientras compite por la sucesión.
Un gobierno como el de Macri, con minoría parlamentaria y una coalición con poco anclaje territorial no podría de ninguna manera avanzar en su “plan” si no fuera por el sostenimiento de la mayor parte de los sectores políticos y sindicales del PJ (y sus variantes “renovadoras”) o la mal llamada “centro izquierda”. El conjunto de la superestructura política del país ha producido un corrimiento a la derecha sosteniendo las principales líneas impulsadas por el macrismo, empezando por el presupuesto nacional, las leyes de pago a los buitres o el blanqueo de capitales.
Massa y las distintas variantes del PJ, incluido el FPV, sostuvieron con acciones o dejando hacer sin ofrecer resistencia, el avance de las principales medidas económicas y políticas del gobierno y por eso, también reciben parte del repudio popular.
Lo que sostenemos es que, más allá de las poses televisivas, el conjunto de los partidos tradicionales, la dirigencia sindical burocrática y los sectores empresarios sostuvieron y acompañaron el plan de ajuste de Macri como el único posible y solo se limitaron a señalar particularidades o a realizar críticas aisladas para no perder protagonismo. Esa unidad comienza a friccionarse de cara al año electoral, donde los “opositores” le suben el tono a la diferenciación para así poder captar a una porción del electorado que se aleja del oficialismo defraudada. Pero que no te engañe la coyuntura, ni los que hacen cualquier cosa por un voto, veamos el papel que jugaron.
Massa + Margarita: la ancha avenida del medio…
Según la mayor parte de las encuestas, el ex kirchnerista Sergio Massa estaría encabezando junto a la otrora centro izquierdista Margarita Stolbizer las intenciones de voto en la provincia de Buenos Aires. Su línea fue de sustento al gobierno en la mayor parte de los proyectos parlamentarios del mismo, garantizando de esa forma que los trazos centrales del ajuste sean “legalizados”. Como si esto fuera poco, dos de los tres miembros de la conducción de la CGT responden a su espacio político y son los que durante todo el 2016 transmitieron hacia el interior del movimiento obrero la tesis gubernamental de que “no es tiempo de luchar por salario sino de cuidar el empleo” permitiendo de hecho salarios a la baja y, además, miles de despidos.
Massa apurado por colgarse de la victoria de Trump viajó a rendir pleitesía ante los amos del norte en la asunción del magnate.
Margarita, su socia para la disputa electoral, dejó de lado sus críticas al dirigente y para garantizarse un lugarcito en el Congreso se pasó con todo y socios al bando renovador. Otra que pide un lugar es Victoria Donda, que quiere colaborar con la “ancha avenida del medio”, avenida cargada de arribistas, conversos y oportunistas y que solo lleva a nuevas decepciones.
El PJ entre el cuarto oscuro y el tribunal.
El Partido Justicialista trabaja contra reloj para aprovechar el desgaste del gobierno y poder colarse en la disputa electoral, pero las negociaciones no son fáciles. La que encabeza por ahora las intenciones de voto en la provincia es Cristina que al mismo tiempo tiene el techo muy cerca y un sinnúmero de causas abiertas que se acumulan día a día. Mientras ya es casi imposible encontrar un kirchnerista “incondicional”, las facciones internas debaten si incorporar a la ex presidenta y sus seguidores a una posible disputa o si avanzan fuerte en la “renovación”. Por este último punto presiona el sector Esmeralda, encabezado por Insaurralde mientras que la primera variante es impulsada por el sector autodenominado Fénix, encabezado por Espinoza, presidente del PJ bonaerense que logró sumar un poroto reuniendo a todos en San Vicente.
Pero estos “fervientes opositores” de hoy son los mismos que también acompañaron los trazos centrales del plan de Macri. Son los que durante una década hicieron negocios con Franco, el papá de Mauricio, y son los responsables de la entrega de los principales recursos del país a las corporaciones internacionales. Además de estar enchastrados hasta la coronilla en causas de corrupción de todo tipo. Coincidimos en que el gobierno de Macri es un desastre, pero hay otro camino que no nos lleve al pasado.
Una nueva referencia desde la izquierda.
Como lo expresábamos más arriba, la mayoría de los partidos vienen produciendo un giro político hacia la derecha. Empujados por la necesidad de sostener el único plan posible desde la perspectiva de la burguesía, acompañan y disputan con el gobierno al calor de la agenda que este propone.
Por eso se hace más necesario que nunca construir una referencia opositora, no en el “papel” de sparring de la oposición tradicional, sino desde la perspectiva de un verdadero plan económico, social, cultural y de desarrollo al servicio del pueblo que vive de su trabajo, perspectiva que solo es defendida y propuesta por la izquierda.
Pero para transformar la realidad no alcanza con programas y declaraciones; no alcanza siquiera con supuestos “principios sagrados” para enfrentar a los representantes del capital, con todos sus ropajes. Hace falta una herramienta, que dé batalla en todos los terrenos y logre unificar las luchas, reclamos y programas divergentes pero en un mismo sentido transformador que se expresan en la realidad cotidiana. Las peleas contra los despidos y suspensiones, por salario, contra las corporaciones depredadoras, por los derechos y libertades democráticas, por la igualdad de las mujeres y contra el patriarcado, entre otras.
Un sector de la izquierda, lamentablemente el más desarrollado electoralmente, se viene negando sistemáticamente a poner en pie esa herramienta. Sus integrantes han decidido mantenerse como una cooperativa electoral para cosechar algún que otro cargo y eso los transforma más en un obstáculo que en una posibilidad.
Es ante esa vacancia de alternativa que surge Izquierda al Frente por el Socialismo, frente que impulsamos desde el MST y el nuevo MAS pero que está abierto a la incorporación de otras experiencias de izquierda, que se prepara para la batalla electoral pero al mismo tiempo impulsa la unidad en las distintas luchas.
Estamos dando los primeros pasos y sabemos que lo que se viene no es fácil. Todos los aparatos al servicio del capital se van a lanzar a hegemonizar el espacio, pero estamos seguros de que hay grandes condiciones de batallar por una salida desde la izquierda, sabemos que esa bronca que hoy se expresa en las encuestas contra toda la clase política se puede transformar en lucha para dar vuelta todo y por eso te invitamos a sumarte, a organizar tu rebeldía y contribuir a este nuevo espacio que tiene mucho por crecer.
Martín Carcione