Tucumán: no a la caza de brujas

 

El #8M el mundo tembló. En Tucumán el colectivo Ni Una Menos, de 62 agrupaciones, organizó una enorme marcha de más de diez mil mujeres y un acto unitario y conmovedor. Pero a partir de una controvertida performance artística del grupo Socorro Rosa ante la Catedral, hecha en forma independiente de la organización colectiva, se armó un frente misógino de la derecha, la Iglesia y algunos medios. No denuncian las muertes de las mujeres por abortos clandestinos ni a los cinco violadores de una joven discapacitada amparados por la policía: lo que atacan es el avance de los derechos de las mujeres y hasta propician despidos y linchamientos. Mientras, la revolución feminista vuelve a escribir historia…

 

“Los fantasmas de todas las mujeres que solías ser

están orgullosos de quien te has convertido,

hija de la tormenta hecha de furia y llamas”

(Nikita Gill, poetisa británica)

Inquisición, genocidios y odio misógino histórico

«El fiscal presentó su acusación contra la rea, diçiendo que era bruja maléfica y hechiçera, así sola por sí como acompañada de otros brujos maléficos, sus cómpliçes y partíçipes en el delicto y crimen de herejía, apartándose de Dios Nuestro Señor, en gran vilipendio de nuestra religión cristiana, haciendo serviçio y sacrifiçio al diablo Berçebú, a saber, echando y procurando echar a perder el fruto y pan de la tierra, haçiendo ligamientos y encantamientos, maleficando personas y ganados con arte mágica, haciendo abortar a las mujeres, poniendo odio y amor desordenado entre las personas y, como tal, condenada a relaxar a la justiçia y braço seglar con confiscación de sus bienes”[1]. En 1508, acusada de bruja y luego de la lectura pública de su condena, María era quemada en la hoguera.

Tiempo antes, en 1431, la heroína francesa Juana de Arco, luego de reafirmar el “origen divino” de las voces que oía, también era condenada a la hoguera.

Durante la Inquisición, la cantidad de mujeres quemadas por “brujas” fue de entre 60.000 a varios millones, según distintos autores[2]. Y si de matanzas sistemáticas y masivas de mujeres se trata, durante el Holocausto nazi se abrió Ravensbrück, el mayor campo de concentración femenina, que vio pasar a más de 100.000 víctimas[3].

El odio misógino es histórico. Desde los orígenes de la humanidad se mata, se viola, se tortura, se secuestra y se insulta a la mujer sólo por el hecho de ser mujer. Ese es el “pecado”. Casi todos los sistemas socio-políticos tuvieron como enemigo a vencer a la mujer y el capitalismo amplificó este ataque, infravalorando la vida humana de millones a costa de sobrevalorar los resultados de los negocios privados. Sabemos que detrás de cada genocidio sobreviene la imposición de un modelo económico que afecta el bienestar de las masas trabajadoras. Ejemplo de ello también lo fue la dictadura militar del ’76. Al parecer, la mujer rebelde, crítica, “loca” y “pasional” no le hace bien a los juegos del poder de turno.

Marita, Paulina, Belén y la horda inquisitoria tucumana

Como si fuera una hidra de varias cabezas, el poder político, la policía, la curia, los partidos patronales y los grandes medios de comunicación lanzaron hace tiempo una cruzada contra el avance de los derechos de las mujeres.

“Los Ale manejan la droga y la prostitución en Tucumán. Todos saben lo que hacen los Ale pero no se animan a denunciar. Yo sí porque me quitaron mi hija… Miranda los protegía”. Así testimonió Susana Trimarco durante el juicio oral que buscó condenar a los responsables de desaparecer a Marita Verón[4].

Según la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), existen 3.231 mujeres desaparecidas[5]. Sin embargo, la nueva liga anti-derechos tucumana, integrada por la Iglesia, la derecha recalcitrante y los grandes medios, nunca tuvo la misma reacción sincronizada como sí la tiene hoy contra la performance que simbolizaba a la virgen María “abortando” al patriarcado. Estos sectores reaccionarios jamás convocaron a la sociedad a buscar a Marita, no denunciaron a las mafias de la trata ni solicitaron la renuncia de algún funcionario implicado. Con su silencio, todos ellos fueron cómplices al dejar que se culpara a la propia Marita. Lo mismo sucedió con Paulina Lebbos. Y también con Belén, encarcelada 900 días sin pruebas tras sufrir un aborto espontáneo.

Una Legislatura que atrasa

Hipócritamente, ese frente retrógrado se escandaliza por un evento artístico y lo usa no sólo contra el avance de los derechos de las mujeres, sino para reubicarse electoralmente. Los legisladores Viña (Fuerza Republicana, bussista), Albarracín (UCR) y Colombres Garmendia (PRO-Cambiemos) quieren aprobar el 23 de marzo un repudio y una sanción a las jóvenes que hicieron la performance.

¿Acaso el día previo al 24 de Marzo pretenden que olvidemos que Antonio Bussi fue condenado por genocida, secuestros, violaciones y robo de bebés? ¿Con qué autoridad hablan de “ofensas a la moral y la religión” si ese genocida gobernó Tucumán y la Legislatura nunca lo repudió? ¿De qué moral hablan los que nunca marcharon para poner fin a los femicidios ni para que se juzgue al cura Illaraz, que violó a alumnos a su cargo en un seminario en Monteros? ¿De qué moral hablan los que se niegan a hacerle juicio político al misógino juez Pellegri, que liberó a violadores? ¿De qué moral habla la única Legislatura del país que desde el 2002, hace 15 años, aún no aprobó la adhesión a la Ley Nacional de Salud Reproductiva?

La derecha no se une para que haya equidad salarial ni mayor representación política de las mujeres. Ellos son parte basal de la cultura machista femicida. La Iglesia convocó a rezar “en desagravio” el 11 de marzo, hubo cadenas de oración por whatsapp y habrá una marcha el 25 de marzo, día del “niño por nacer”, un burdo invento anticientífico para negar el derecho al aborto. En las redes sociales, ante la imagen de la performance, hubo amenazas y voces pidiendo golpizas, violaciones y hasta el linchamiento de las socorristas. El prelado tucumano, en vez de responder con “el amor y el perdón” que se supone predica el cristianismo, respondió con odio, intolerancia y violencia.

En realidad, la polémica performance fue el pretexto para que esta Santa Inquisición del siglo XXI profundice su contraofensiva hacia las mujeres. El Estado no investigó las amenazas a las socorristas. Incluso el INADI intentó calificar la actuación como discriminatoria para considerarla delito. Y los grandes medios tergiversan la información, funcionales a la cúpula eclesiástica.

Para que reine la impunidad, la Iglesia Católica cumple un rol importante: hace repicar sin cesar la campana de la “paz social” cada vez que el pueblo sale a reclamar algún derecho. A diferencia de su reacción de hoy, monseñor Zecca no actuó así ante las amenazas de las mafias de la droga al padre Viroche, ni siquiera después que apareciera ahorcado. Zecca fue el mismo que bendijo al gobernador Manzur cuando asumió, avalando así el escandaloso fraude electoral. Siendo Alperovich gobernador, Zecca firmó un convenio de $ 15 millones con el actual procesado “Josecito” López. “Él es tucumano y tenía interés en que la catedral de su provincia esté cuidada”, dijo Zecca[6].

El jerarca eclesiástico no lo hace por ningún apostolado cristiano: mientras un docente gana $ 13.500 pesos, por debajo de la línea de pobreza, un arzobispo como él cobra $ 100.000 pesos. Por eso exigimos la separación de la Iglesia del Estado y la anulación de los subsidios millonarios estatales que percibe para pagar sus obispos, curas y colegios.

Desde Juntas y a la Izquierda-MST y el colectivo Ni Una Menos repudiamos toda persecución al grupo feminista y movilizaremos si la Legislatura pretende sancionarlas.

Un debate feminista necesario

El #8M, la Plaza Independencia se llenó de miles de mujeres que levantaron las consignas Ni Una Menos, Vivas Nos queremos, basta de femicidios, absolución para Belén, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal en el hospital, refugios ya y también paro general. Esta gran movilización fue resultado de una inédita y amplia coordinación de las mujeres del colectivo Ni Una Menos, del cual Juntas y a la Izquierda es parte, con numerosas organizaciones sociales, políticas, sindicales, artistas, profesionales y ONGs.

Con un método unitario y democrático, las compañeras decidieron reunión tras reunión, actividad tras actividad, visibilizar en común sus planteos ante la comunidad y exigir respuesta al Estado. Ya la lucha organizada logró avances importantes: la Mesa Libertad para Belén logró que ella esté libre y se sigue reclamando su absolución definitiva. La unidad también logró que se vote la ley de emergencia por violencia hacia la mujer y, aunque dicha ley es limitada, que se empiece a construir un refugio y abrir un registro de femicidios, así como las licencias laborales pagas en casos de violencia, entre otras medidas. La metodología fue consensuar y decidir democráticamente entre todas las organizaciones. La historia la escriben las mujeres, en conjunto.

La performance de Socorro Rosa, decidida por su propia cuenta y simultánea a la marcha del 8M, reabre el debate sobre si la clave es la movilización unitaria y masiva o, aun defendiendo el pleno derecho a la libertad de expresión y al arte, si lo son las acciones aisladas y vanguardistas de pequeños grupos.

Para enfrentar al gobierno y al sistema capitalista y patriarcal, desde el MST y Juntas y a la Izquierda reivindicamos como único método efectivo el de la unidad de acción y la coordinación democrática para movilizar por miles. Nadie puede sustituir esa fuerza genuina. Mucho menos cuando estamos viviendo, como nunca antes en la historia, una participación multitudinaria e internacional de mujeres que toman conciencia de enfrentar al gobierno, la justicia, la Iglesia y demás instituciones. Más allá de sus intenciones, el vanguardismo aislado no suma: resta y confunde. La respuesta de las mujeres debe seguir siendo colectiva y unitaria.

Reiteramos nuestro repudio a toda caza de brujas. La llama que arda ahora no debe ser la de la hoguera medieval, sino la de la oleada feminista que sacude al mundo.

Blas Sánchez Ovadilla

[1]  “Relación de la causa de fe contra María San Juan de Garonda, comadrona, vecina de la anteiglesia de San Pedro de la villa de Munguía, por bruja”, http://academica-e.unavarra.es/xmlui/bitstream/handle/2454/9200/HSJ_GH_17_2010_Quema.pdf?sequence=1&isAllowed=y

[2] Holland, Jack (2010). Una breve historia de la misoginia, Ed. Océano. pp. 104/109.

[3] https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10005770

[4] http://m.tn.com.ar/policiales/marita-veron-en-una-extensa-jornada-trimarco-apunto-al-poder-politico_85018

[5] http://www.infobae.com/2016/03/15/1797150-los-numeros-la-explotacion-sexual-la-argentina/

[6] http://tn.com.ar/politica/otro-video-vincula-jose-lopez-con-la-iglesia-asi-firmo-un-convenio-con-alperovich-y-el-arzobispo-de_693365