Femicidio de Ornella en Tucumán
El machismo devorando a las mujeres y un Estado que no está
Ornella Dottori, adolescente de 16 años y embarazada de seis semanas, fue brutalmente asesinada el 11 de abril en Naranjo Esquina, en Alberdi (sur de Tucumán). Su cadáver estaba semi desnudo, con golpes y signos de violación, a la vez que tenía dos ladrillos sobre el cuello. Es el segundo femicidio que se produce en nuestra provincia en el año. El 3 de febrero, Laura Balderraba fue asesinada en San Pedro de Colalao.
Al día siguiente del femicidio de Ornella, se realizó la primera movilización en Alberdi. “Ni Una Menos” y “Vivas Nos Queremos” fueron las consignas que cantaban con bronca las mujeres. El sábado 15, 3 marchas exigieron justicia por Ornella, una en Salta porque allí nació, y dos en Tucumán (Capital y Alberdi). En Alberdi, los vecinos protestaron frente a la intendencia y a la comisaría. Juntas y a la izquierda y el MST junto al colectivo #Ni Una Menos, convocó a la movilización y al acto abierto a todxs lxs presentes en Plaza Independencia.
Hasta el momento, por el crimen está detenido Damián Fernández alias “Pomelo”, que se presentó voluntariamente y el martes 18 luego de la declaración de una testigo que dijo que vio como fue violada por 3 hombres, entre ellos “Pomelo”, detuvieron a un tal «Cabrera y Bomba» y está prófugo un tal “Perrito” quien sería el asesino. También se baraja la hipótesis de que la policía tuvo que ver, ya que Ornella estaba embarazada de un oficial de esa fuerza.
El Estado fue responsable
Ornella vivía en un contexto socio-familiar vulnerable. Su tía, María Belén Dottori, señaló: “Ella estaba bajo tutela judicial. Había tenido muchos problemas familiares durante su infancia que la llevaron a pedir una restricción de acercamiento contra su madre. Es mentira que era una chica adicta; ella tenía un trastorno de personalidad”.
El Estado no la protegió: no le dio contención durante la tutela y ella escapó, no evitó su desaparición y muerte, y tampoco la buscó intensamente. Unos niños encontraron su cuerpo. Como viene ocurriendo, fue el pueblo harto de la impunidad, junto al movimiento de mujeres organizadas en el colectivo “Ni Una Menos”, los que reaccionaron ante este crimen horrendo.
En Argentina, cada 18 horas muere una mujer víctima de femicidio. Es el registro que hacen las organizaciones porque el Estado sigue sin tener registro oficial actualizado.
En 2015, 3.746 personas denunciaron una violación sexual, lo que representa más de 10 ataques por día, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Seguridad de la Nación. La tasa de estas otras agresiones sexuales aumentó significativamente: desde 17,6 víctimas cada 100 mil habitantes en 2008 a 31,3 cada 100 mil habitantes en 2015, un 78% más. Según el último año con registros oficiales, en la Argentina casi 50 personas por día fueron víctimas de delitos contra la integridad sexual y no hay registro de violadores.
El ajustador serial de Macri quiso arrebatarle 67 millones de pesos a las dependencias estatales que combaten la violencia a la mujer, pero la lucha en la calle lo evitó y corrigió su “error”. En Tucumán, se declaró el año pasado la emergencia en violencia de género, pero la ley es papel mojado: ¡hasta ahora no tiene presupuesto!
¡Justicia ya!
Ornella era una adolescente como todas, contenta con su reciente embarazo. Sin embargo, el machismo femicida nos la arrebató. Sus amigas tienen miedo de que les pase lo mismo. Tucumán tiene desde 2006, una ley que protege a los testigos cuya vida e integridad corran peligro; pero esa norma, nunca fue aplicada porque el Poder Ejecutivo omitió reglamentarla.
Desde “Juntas y a la Izquierda” nos solidarizamos con su familia y amigos. Tenemos el firme compromiso de erradicar esta cultura patriarcal y el capitalismo padre de todas las violencias. Proponemos en la provincia, que haya una urgente implementación y presupuesto a la ley de emergencia en violencia contra las mujeres.
Que haya un cambio en los planes de estudio, se aplique la Educación Sexual Integral y políticas públicas de difusión para prevenir la violencia en todas sus formas, y casas refugio y centros de asistencia integral jurídico-psicológica.
Que este sistema judicial machista hay que cambiarlo de raíz, por eso necesitamos la elección de jueces por voto popular y con mandato revocable.
La denuncia colectiva, la organización y la movilización es el único camino para enfrentar los femicidios.
¡Ni Una Menos! ¡Vivas Nos Queremos!
Lita Alberstein – Blas Sánchez