Los traidores frenan… El pueblo trabajador da para más
Viejos conocidos. Macri va a Estados Unidos a buscar inversiones. Quiere atenuar como sea el impacto de la pésima situación económica. Allí se volverá a ver con Donald Trump. Los une un pasado de turbios negocios en común y la afinidad con las políticas de derecha. Luego del apoyo del macrismo a la derrotada Hillary Clinton, intentará recomponer aquel traspié con más entrega y servilismo al imperialismo yanqui. Pero volvamos a la Argentina.
Abril no es marzo. El ajuste de Macri sigue motivando que haya reclamos por salarios, contra los despidos, paro de estatales y judiciales, INCAA, docentes y salud. Como estas hay otras luchas en curso. Será la tónica de los próximos meses. Sin embargo, las acciones no tienen la magnitud que vimos el mes pasado y Macri está envalentonado.
Contraofensiva. Es un hecho que Mauricio tomó aire. Pero de ninguna manera significa que estemos ante un gobierno fuerte que haya derrotado a los trabajadores y el pueblo o esté en condiciones de aplastar los reclamos en forma definitoria. El presidente quiere retomar la iniciativa ante los golpes políticos que recibió. Las causas que explican este cambio de coyuntura son motivo de interrogantes y debates.
La gran mentira. Hay quienes dicen: «La gente no da, no quiere luchar». No es así. Los trabajadores, desocupados, mujeres y jóvenes vienen demostrando que sobra fuerza. Basta recordar lo que pasó en marzo. Basta recorrer las oficinas, las aulas y las fábricas para constatar que la clase trabajadora no está en la lona, que crece la bronca y se achica el apoyo al gobierno. Acá no se rinde nadie.
La represión y sus alcances. Otros aprovechan la represión del 6A para instalar que Macri «nos va a cagar a palos a todos». Es cierto que hay un cambio y que quieren profundizar un camino represivo, amedrentar y aumentar las penas. De hecho nuestro partido sufrió represión y heridos en el corte de Callao y Corrientes. La represión tiene el objetivo electoral de consolidar la base social de derecha del gobierno, limitar derechos democráticos y tratar de «normalizar» el país desde el punto de vista burgués. Pero a la vez tiene enormes limitaciones ya que la mayoría de la población no banca una represión generalizada. Ante los abusos del poder, habrá repudios y movilizaciones. Por caso, en Jujuy están detenidos los policías que violaron la autonomía universitaria y, por coimas, está preso e imputado el jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires…
La usina. Sabemos que hay honestos luchadores que manifiestan algunas de estas dudas. Pero lo fundamental es que existe una usina política que se encarga de sembrar miedo y escepticismo. Que magnifica la fuerza del gobierno y minimiza la de los trabajadores. Que transmite la política de la burguesía para planchar las movilizaciones y encaminar la bronca popular hacia el terreno del castigo electoral. Ese inmenso generador de mentiras funciona con el combustible que le cargan los dirigentes traidores.
El frenazo. No hay forma de comprender el momento actual sin incorporar el rol de las direcciones. La CGT se niega a la continuidad de la lucha con un paro activo de 36 horas y un plan de lucha hasta derrotar el ajuste. La CTA tuvo una oportunidad grandiosa de tomar la posta de la lucha a partir de la Marcha Federal y el nuevo Maestrazo. Pero no lo hizo. Por el contrario, junto a la Celeste terminaron pinchando el conflicto y acotándolo a la instalación de la Escuela Itinerante. Son los dirigentes de estas centrales y otros, los que colaboran con la gobernabilidad del ajuste, intentando llevar agua para el molino político del FPV y del justicialismo en alguna de sus variantes. Son el tubo de oxigeno del gobierno y del régimen democrático burgués.
Son lo mismo. Santa Cruz representa un nuevo y claro ejemplo de la política K. No cobran los docentes, los jubilados y otros sectores. Según Alicia K, recibió una provincia quebrada… Claro, por ellos mismos. Los K justifican la represión. Según ellos es un invento de Clarín, TN, el PRO, la izquierda, etc. Aún con los hechos explotando en su cara se niegan a reconocer que ajustan y reprimen. Llamamos a los honestos compañeros kirchneristas a sacarse la venda de los ojos y romper definitivamente con esa vertiente burguesa, que tanto se parece a Cambiemos.
Polarización y espacio. Más allá de que el PRO y el FPV polarizan entre ellos por mutua conveniencia, hay un sector de la población que ya no come «pirulines». Que no quiere al PRO y al mismo tiempo sabe que el «Vamos a volver» del FPV también sería desastroso. Así se amplía el espacio para el cambio, una apertura a conocer las posiciones de la izquierda, una posibilidad de disputar en mejores condiciones con los partidos patronales.
Sectarismo miope. Ante esta realidad, el FIT reafirma que no es alternativa. Se niega a conformar una herramienta política más amplia con el MST y el resto de la izquierda y, para no perder la costumbre, sus integrantes se siguen enfrentando mutuamente. También es grave su accionar en el terreno sindical ya que no llaman a la unidad del sindicalismo clasista y la izquierda. Es un verdadero crimen, ya que de hacerlo se podría conformar un polo atractivo para los miles de luchadores que se distancian de la burocracia y buscan un nuevo modelo sindical, democrático y combativo.
Candidatos distintos. Hay que pararle la mano a Macri y dar vuelta todo. Por eso entre el MST y el Nuevo MAS conformamos Izquierda al Frente. Para hacer algo nuevo, distinto, que se instale como una variante de cara a los trabajadores y el pueblo. Lo hacemos con nuestros candidatos de reconocida trayectoria de lucha en Capital y provincia de Buenos Aires: Alejandro Bodart, Vilma Ripoll, Manuela Castañeira y Mariano Rosa. En el resto del país también saldrán al ruedo nuestrxs compañerxs. Te invitamos a conocerlos y escucharlos el lunes 1º de Mayo, en el acto que haremos a las 15 hs en el Obelisco. También te esperamos en los actos y las distintas actividades que realizaremos en las provincias del país. ¡Viva el Día Internacional de los Trabajadores!
Primero lo primero. En boca de nuestros candidatos y militantes estará la política que defendemos. Primero el pueblo trabajador, no los ricos y corruptos. Primero las mujeres y sus derechos. Primero los jóvenes, no los que arruinan su futuro y los represores. Primero la educación y la escuela pública, no lo privado y los negociados. Primero lo verde y el medio ambiente, no a la contaminación y la cementación. Animate a cambiar. Danos una mano para hacer conocidas las propuestas de Izquierda al Frente y sumate al MST.