¿Quiénes son los sepultureros del Proceso Bolivariano?
Las lecciones de algunos Intelectuales de la izquierda latinoamericana*
¿Quiénes son los sepultureros del Proceso Bolivariano?
Con tono doctoral, algunos intelectuales que se ubican a la izquierda del panorama político latinoamericano, pretenden recordarnos la existencia del imperialismo, del gobierno de Estados Unidos y sus afanes intervencionistas, y de lo neoliberal, servil y antidemocrática que es la MUD. Dando por “aprendida y agradeciendo” la lección magistral, pero dejando de lado esas maniobras propagandísticas, más o menos eruditas, les proponemos entrarle al debate de fondo, este es el momento. La pregunta a develar es ¿Quiénes son los enterradores del Proceso Bolivariano?
Fue suficiente con que Edgardo Lander, unos de los más prestigiosos intelectuales venezolanos con reconocimiento internacional, cuestionara la falta de crítica y “la solidaridad automática” con el gobierno de Maduro, de lo que él, generalizando, para nosotros abusivamente, denominó la izquierda latinoamericana, para que le llovieran las descalificaciones.
Descalificaciones por cierto notablemente similares en los argumentos y demostraciones en las que se sustentan, a las que esgrime contra los críticos de izquierda el gobierno de Maduro. Estos intelectuales, salieron prácticamente de manera simultánea y con más o menos elegancia, a afirmar no muy originalmente, que todos aquellos que desde la izquierda, Lander por supuesto, pero también Marea Socialista y otros, osáramos criticar a este gobierno, le estaríamos haciendo el juego a la derecha.
Esgrimiendo la tan mentada solidaridad automática y sin tomarse el tiempo de revisar nuestras afirmaciones, de constatar su veracidad ni de estudiar si nuestros argumentos son coherentes, nuestras denuncias ciertas y si nuestra política es correcta; ni mucho menos debatir con ella, directamente afirman aquella conclusión, antes incluso de iniciar un debate serio.
La estructura argumentativa de la polémica que proponen, busca justificar las políticas contrarias al proyecto bolivariano que, a modo de ruptura con su tradición e historia, vienen aplicando desde casi el mismo momento de la muerte de Chávez los que se consideran sus herederos políticos.
El peso de su argumentación está cargado en buscar liberar de responsabilidades a Maduro y la actual cúpula del PSUV. La comparación de la situación venezolana con el bloqueo a cuba, o la exclusiva responsabilidad del gobierno de Estados Unidos y la oligarquía local en el desabastecimiento y otros graves problemas sociales, sin evaluar ni tomar en cuenta las equivocadas políticas del gobierno, ni el desfalco a la nación, por citar algún ejemplo, son apenas una prueba de esto.
Ya han pasado cuatro años desde la asunción a la presidencia del actual equipo Maduro-Cabello, al que hace dos años se sumó el jefe de las Fuerzas Armadas Padrino López, que con variaciones mínimas viene gobernando el país, sin resolver, no ya los problemas, errores o políticas estructurales no consistentes con el transito al socialismo, heredades del periodo Chávez. Errores que según nuestro punto de vista hay que ubicar en la ausencia de una estrategia de ruptura con la lógica del capital.
Tampoco ha abordado con una política revolucionaria la grave emergencia actual, que ha llevado entre muchas otras calamidades a que: según números oficiales del Ministerio de Salud, conocidos en la primera semana de mayo de 2017, la mortalidad materna haya crecido un 65,79%, mientras que la mortalidad infantil se incrementó un 30,1% iniciando una dinámica de retroceso en los logros alcanzados que parece indetenible (por haber hecho públicos estos números fue sustituida la Ministra de Salud a menos de 4 meses de nombrada).
Por el contrario, afirmamos, y no desde ahora, sino hace ya 4 años, desde que el desabastecimiento, el acaparamiento y la llamada “guerra económica” se presentaron, que las políticas aplicadas por Maduro iban a profundizar la crisis y a facilitar la extorción contra el gobierno y el país, por parte del gran capital, de la burguesía local y los políticos de la MUD y del gobierno de Estados Unidos.
En su momento alertamos también que al contrario de lo que afirmaban los discursos del gobierno y el partido, la práctica concreta del ejecutivo llevaba una asimilación o capitulación a las exigencias del capital financiero internacional. Cuestión que para nosotros se ha constatado con los siguientes ejemplos:
- A) El pago puntual de una deuda externa con claros visos de ilegitimidad, se hizo y se continúa haciendo a costa de las importaciones más necesarias para la subsistencia de la población.
- B) Para la supuesta superación del modelo rentista petrolero se eligió el camino entreguista, de expansión de la frontera extractivista con el Arco Minero del Orinoco[1] presentado con bombos y platillos, frente a 150 empresas transnacionales de 35 países y firmando contratos leoninos con la Barrick Gold entre muchas otras.
- C) Para obtener las divisas necesarias para cumplir con los pagos de la deuda, se buscó un plan de exportaciones basado en la búsqueda de inversión de capital extranjero en Zonas Económica Especiales, donde no rigen las leyes de la Revolución Bolivariana, ni las tributarias ni las laborales, ni ninguna otra, de la extensa legislación progresiva del Proceso. Sobre esta misma lógica se estructura el plan de los 15 Motores Productivos.
- D) Se encubrió y se continúa encubriendo el monumental fraude que significa una fuga delictiva de capitales del orden de los 475.000.- Millones de Dólares, donde sin dudas existe complicidad entre altos funcionarios del Estado y Empresarios locales y extranjeros y del que han sido coparticipes los políticos oligárquicos de la MUD.
- E) Y para enfrentar el desgaste electoral que estas políticas de asimilación al imperialismo provocaron en su base social, como quedó demostrado en las elecciones de Asamblea Nacional de 2015, se tomó desde el gobierno la decisión de no realizar ninguna elección más que el PSUV no pudiera ganar. Iniciando de esta manera una deriva autoritaria que hoy se puede constatar por ejemplo, en la ilegal intervención de tribunales a modo de Consejos de Guerra y dependencias militares para enjuiciar y detener a civiles. Y como coronación de esta deriva, la convocatoria a una Constituyente amañada.
Pero esto no se lo cuestionan los intelectuales que acusan de hacerle el juego a la derecha a aquellos que no renunciamos al pensamiento y la acción critica. Y cuando se preguntan sobre el desgaste evidente del gobierno, es para explicar que se debe, únicamente, a la ofensiva despiadada del gobierno de Estados Unidos y de los golpistas de la MUD, desligando de toda responsabilidad a las políticas aplicadas por Maduro, su equipo y su gobierno.
Si desarrollamos coherentemente la lógica de la argumentación que sostienen los compañeros, ella misma encierra una justificación de las políticas del gobierno del tipo, “es lo único que se puede hacer”. Pero entonces, ¿por qué no debatirlo abiertamente?
Por qué no discutir si la forma de enfrentar y ganar la “guerra económica” y lograr un mínimo abastecimiento de emergencia en medicamentos y alimentos es pagando la Deuda a como dé lugar; o abriendo espacios a la depredación del gran capital extractivista y financiero; o cediendo soberanía y eliminando de hecho derechos políticos y sociales de todo el pueblo. O utilizando una represión que iguala los peores tiempos de la IV República. Si la política correcta o la única posible, según ustedes es esta, hagamos el debate de cara al pueblo venezolano, donde todas las posiciones puedan ser expresadas y defendidas.
En fin, habría que contestar también por qué, si estas políticas las aplican los gobiernos de la derecha las criticamos y combatimos en la calle. Pero si el que las lleva adelante es el gobierno del presidente Maduro son incuestionables y hay que ser solidarios de manera “automática” con su aplicación.
El drama del momento actual del Proceso consiste justamente en lo opuesto de lo que ustedes afirman: Para enfrentar con alguna posibilidad de éxito al gobierno de Estados Unidos y su política imperial y a sus aliados locales organizados en la MUD, hay que luchar por aplicar una política distinta de la que lleva adelante la cúpula del PSUV. De lo contrario no será el imperio ni la oligarquía local los responsables de la muerte del Proceso. Y mucho menos la izquierda critica. Serán los autodenominados hijos de Chávez los que dilapidando el capital político que recibieron el 5 de marzo de 2013, pasarán a la historia como los sepultureros de la Revolución Bolivariana.
Carlos Carcione, dirigente de Marea Socialista de Venezuela
*[1] Atilio Borón: Venezuela: no callar, pero para decir la verdad https://www.aporrea.org/ideologia/a245909.html
Entrevista a Claudio Katz: http://rebelion.org/noticia.php?id=226296
Enrique Toledo: Lander y la izquierda buena, http://questiondigital.com/lander-y-la-izquierda-buena/
[1] Emprendimiento minero de 112.000 km2 (una superficie igual a Portugal y dos veces Bélgica). Donde no rigen ni las leyes ni la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.