Emergencia en Violencia de Género es Ley – Chubut

 

En el día de ayer, en la Legislatura se aprobó nuevamente por mayoría la Emergencia en violencia de género en la provincia. Ya el año pasado se había discutido y votado favorablemente, pero a principios de este año, el Gobernador Mario Das Neves, demostrando su posición retrógrada vetó la ley.

Enseguida salimos a repudiar este veto porque entendimos que atrasa, porque además fueron ridículas las excusas que puso Das Neves, como por ejemplo “que ya se encuentra trabajando la mesa interpoderes” cuando sabemos que sesionan espaciadamente y en distintos puntos de la provincia, no logrando una real coordinación de las instituciones que operan en el circuito de la violencia de género. Otra excusa fue “muchas de las acciones que propone el Proyecto se encuentran ya contempladas en la Ley XV N° 12” que hay que recordar, ley que sigue sin reglamentar el equivalente exacto a letra muerta. Entre otras barbaridades dijo que no se incluían a mujeres trans en el proyecto. Pero es justamente por eso por lo que creemos que no debía vetarla, se podía trabajarla e incluir todas las modificaciones necesarias.

En esta sesión el proyecto ingresó nuevamente y ahora aprobado por mayoría, el ejecutivo provincial no puede vetarlo. Lo definimos como un avance por lo progresivo del planteamiento de la ley, como reinserción laboral para víctimas de violencia de género; dotar de un equipo interdisciplinario a la Dirección Provincial de Equidad y Género; otorgar subsidio para alquiler para mujeres y sus hijos que sufrieren violencia de género; por estas y otras cuestiones contempladas en otras normativas –como la creación de casas refugios- creemos que es un paso importante en materia de género.

La ley no establece específicamente de dónde sacar el presupuesto para todos esos avances que plantea. Nosotros creemos que hay que sacarle el subsidio a la iglesia, la mayor represora de los derechos de las mujeres, y otorgar ese presupuesto a las instituciones que necesitan equiparse y dotarse de personal capacitado. Porque recordamos también que hicimos un diagnóstico dos años consecutivos sobre el estado de las instituciones, y ninguna presentó una mejoría en ese sentido.

Para que la consigna Ni Una Menos se haga realidad, debe existir un presupuesto real destinado a combatir la violencia de género. Para que  la consigna Libres Nos Queremos no sea una expresión de deseo, debe existir patrocinio jurídico gratuito para las mujeres que sufren violencia. Y para que la consigna Vivas Nos Queremos no sea un cartel lindo para sacarse la foto, tiene que existir la voluntad política de hacerlo realidad.