Sin Agenda de Medidas Económicas de Emergencia y más Democracia no hay solución
Escribe: Juan García (Marea Socialista)
Los dos bandos en disputa se amarran a la quemante Constitución Bolivariana: al Régimen de Democracia Constituyente y Refrendaria que nos dimos en 1999, la “Bicha” que los “representantes del pueblo” les da terror desplegar. Manipularla a favor de sus intereses ha sido la norma y al final ninguno la respeta ni la acata… se hacen trampa ellos mismos.
La mayor irresponsabilidad recae en Maduro: prevaleció el “desorden económico”, no se avanzó en la lucha contra el fantasma de la “guerra económica” que le sirvió de comodín para no hacer nada sobre las carencias reales y se produjo ese deslave en la economía familiar que afecto hasta los tuétanos a la base social que únicamente vive de su trabajo. Y este va a seguir siendo el problema urgente e inmediato que ninguna de las cúpulas transparenta en cuanto a cómo resolverse, por eso no se especifica ni se ordena una Agenda de Medidas de Emergencia Económica que vaya a la raíz del desastre creado, que no es otro que Normalizarle la Vida Familiar al pueblo venezolano. Este pequeño descuido son los vientos que produjeron estas tempestades difíciles de amainar y que, de no corregirse, nos llevarán a crisis de gobernabilidad recurrentes: hoy la padece Maduro, mañana un posible dictador o cualquier representante que escoja el pueblo para direccionar el país.
Y es que la Democracia no se limita al simple y manipulado juego democrático, al que han reducido al pueblo, para escoger representantes en un frio acto electoral. Participar y Protagonizar, privando y confiscando al Poder Originario en su Derecho a DECIDIR sobre los asuntos trascendentales y las riquezas del país que constituyen Patrimonio Público Nacional, es la criminal trampa de la Democracia Representativa y que no logramos trascender con los avances normativos de la CRBV. En este momento del país, lo sensato, central e inevitable es ir a una Agenda de Medidas de Emergencia Económica, pero con quién se debate y con el consentimiento de quién se aprueba esta tarea principalísima de vida o muerte:
- ¿Cómo hacemos para que sea un Ejercicio de Debate del Pueblo y que pueda ser Refrendado en Ejercicio Decisorio por el Poder Originario?
- ¿Cómo gobernar la Patria de Bolívar con Menos Democracia y sin que el Pueblo pueda Auditar, Debatir y Decidir la cura y sanación para esta sociedad infectada de Corrupción, Impunidad y Entrega de Soberanía a los centros financieros y corporaciones empresariales del mundo con el aval de la Burguesía de la IV y la Boliburguesía de la V?
Cómo hacemos para que a través de todos los medios de comunicación y en Cadena Nacional ¡dinamitemos todas las cadenas! y subvirtamos el “orden económico mundial” debatiendo como pueblo las responsabilidades que tienen actores de carne y hueso, nacionales y extranjeros, en cuanto a:
- El Desfalco billonario de dólares proveniente de la Renta Petrolera. Y todas las concesiones y negociaciones en hidrocarburos que no paran y se han dado en la industria petrolera que es propiedad de todo el pueblo venezolano.
- La apropiación delictual de los Dolores del Pueblo en CADIVI, CENCOEX, BCV, Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE) y el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME) a través de ese sistema fraudulento de Importaciones, Bonos Petroleros y Soberanos y toda la Deuda Interna y Externa contraída ilegalmente y de manera delictual.
- Las vergonzosas concesiones en esa inmensa extensión de 112 mil Km2 a través de un Decreto Inconstitucional y criminal que compromete el denominado y mal llamado Arco Minero del Orinoco: que constituye un Ecocidio contra uno de los principales pulmones del planeta.
- Los Capitales Fugados de venezolanos en cuentas bancarias ocultas y repartidas en el aguantador sistema financiero internacional que nada tiene de honesto.
- La revisión y auditoria de todos los Decretos con fuerza de ley que conforman los 15 motores, los cuales están transversalizados por una ilegal Ley de Regionalización, conocida como Zonas Económicas Especiales, que constituye un acoplamiento al nuevo Plan Global del Capital cuya punta de lanza es el Extractivismo de los Recurso Naturales de los países del Sur y que se sustenta en la denominada Acumulación Primitiva de Capital por Desposesión de Territorios.
Sería una estupidez matarnos nosotros mismos, el momento que vivimos no es para la muerte sino para sanar las heridas de una República Enferma y esto requiere una actuación colectiva para extraer el cáncer que le inocularon y que nos ha llevado a esta situación heredada por siglos de ignominia y privaciones de todo tipo que solo con la honestidad y rectitud de todo el pueblo podemos superar.
Ir a una Agenda de Medidas de Emergencia pasa por lo anterior y eso requiere un sinceramiento de las Cuentas de la Republica que coloque las cifras en azul y rojo. Vivimos en sociedades de cúpulas que son la expresión del verdadero pranato que acumula delictualmente capitales públicos en el marco de una legalidad inexistente que se contiene así misma y que generaliza cada vez más la corrupción y la impunidad, en nuestro país gira alrededor de la Renta Petrolera y ahora se extiende a los inmensos recursos naturales de la nación que están ploteados en los “15 motores económicos” diseñados en el exterior y sancionados por vía de ley habilitante y sin ninguna consulta al pueblo.
El Arte de la Estafa contiene finas exageraciones que se disfrazan de Moral y Ética. Cuando la Política se impregna de este Arte, sus actores son capaces de hacer “cualquier negociación o locura” que les garantice continuar en el “guiso”. Son unos fenómenos en el Ejercicio de la Trampa y en el arte del espectáculo, pero no pueden ocultar las costuras, que se abren públicamente, cuando vemos los personajes nacionales y extranjeros firmando convenios y cartas de intención que laceran nuestra Patria, su población y territorio. Con este gobierno de Maduro se han caído las caretas y hemos podido ver los connotados empresarios, importadores, comerciantes y banqueros del país anotándose públicamente en la rebatiña de dólares que hay detrás de los pomposos “eventos económicos” que se han televisado.
Si se produce un cambio y esto persiste, no queda otra que emerger desde las entrañas del pueblo, para retomar y reorientar el rumbo. Esto lo hemos hecho como pueblo y lo podemos volver hacer.