No se derrota al macrismo sin construir algo nuevo
Si algo es evidente en la situación política y social del país, es que el gobierno de Macri genera un enorme descontento en amplias franjas, y a la vez un importante apoyo en otro sector, que si bien no es mayoritario refleja un giro de capas medias a posiciones más conservadoras e incluso el reflejo de estas posiciones alentadas por los grandes medios entre sectores populares. De esta situación emerge una fuerte polarización social y política que se evidencia en todos los grandes debates que recorren la sociedad, incluido el caso Santiago Maldonado, donde pese a la evidente responsabilidad del gobierno y el estado en su desaparición, este cuenta con una parte de base social que cree sus falsas explicaciones y las difunde.
En este contexto, para los millones de trabajadores, mujeres y de la juventud que rechazamos por completo el plan político y económico del macrismo y su estrategia represiva, se hace imperioso debatir, intercambiar ideas y sobre todo acertar en qué caminos políticos transitar para frenar al macrismo y dar vuelta la realidad del país, para abrir paso a otro modelo en lo económico, político y social.
De ahí que queremos poner a debate nuestra opinión, que parte de dos premisas centrales; al macrismo se lo frena desplegando en la calle una enorme y unitaria movilización popular y un plan de lucha contra el ajuste, y a la vez construyendo una nueva referencia política amplia, plural y de izquierda.
Sobre la primera propuesta es más que obvio que no vendrá de los viejos capitostes de la CGT, enfeudados en sus sillones siempre dispuestos a traicionar y pactar con el macrismo la entrega de nuestros derechos a cambio de garantizarse sus arcas sindicales y el control del dinero de las obras sociales. Es tarea de la izquierda construir una gran coordinación bien amplia de todo el sindicalismo clasista y de los delegados y activista independientes, para coordinar medidas, apoyar cada lucha y levantar un nuevo polo de lucha en el terreno sindical, que entre otras cosas les exija a todas las centrales la convocatoria a un nuevo paro nacional contra el ajuste. Lamentablemente para esta imprescindible tarea el FIT se ha transformado en un obstáculo, negando permanentemente la posibilidad de convocar a un gran encuentro unitario. Con su sectarismo hace primar sus pequeños intereses electorales. Será tarea del resto de la izquierda y del activismo independiente seguir bregando por este camino hasta lograrlo.
Los límites de CFK y las experiencias pasadas
Nuestra segunda propuesta, la de construir una nueva referencia política, habla de un tema crucial. Entendemos que sin hacer algo nuevo, se irá a más frustraciones. Ahora vienen las elecciones de octubre y está claro que es CFK quien desde la Provincia de Buenos Aires intenta aparecer como la gran elegida para enfrentar y derrotar al macrismo. Solo que no es por ese camino como lo vamos a lograr. De hecho, los propios resultados de las PASO ya muestran que no es así, y hacia octubre esos resultados hasta podrían empeorar. ¿Porqué? A nuestro modo de ver, porque gran parte de ese más del 60% de la población que vota contra el macrismo, no quiere un regreso al kirchnerismo ni ve en CFK sus anhelos de cambio y de una vida mejor.
CFK primero en una carta llamando a la unidad detrás de su figura y luego en una larga entrevista, intentó con diversos argumentos convencer que es apoyándola como cambiaremos la realidad. Solo que por más que intente e intente hay millones que aún sin ser macristas no la apoyarán, porque su proyecto refleja un pasado que, si bien era distinto al reaccionario modelo macrista, también tenía ajuste, desigualdad social, precarización, entrega y mucha corrupción desde el estado, y no se puede borrar todo ese pasado con discursos.
El kirchnerismo tuvo la oportunidad y el apoyo social para hacer grandes transformaciones y no las hizo porque es parte del régimen capitalista y socio de una parte del empresariado explotador y corrupto, quiso y quiere mantener lo esencial de este sistema injusto mezclado con algunas tibias medidas sociales. Y ese camino, como ya demostró nuestra historia reciente, conduce a la larga perder apoyo y a que la derecha tome el control político del país.
Entendemos perfectamente que haya compañeras y compañeros trabajadores, mujeres y de la juventud que simpaticen con CFK o que piensen votarla aun teniendo diferencias para que no gane el macrismo, pero esto no elimina que debatamos a fondo que hacer en el país más allá de octubre. En la perspectiva no hay ninguna posibilidad de que el cambio que queremos venga de la mano de algún/a dirigente del PJ, sea o no kirchnerista. No habrá cambio positivo con listas integradas o apoyadas por la burocracia sindical de la CGT, por intendentes ajustadores y por ex funcionarios corruptos. En todo caso las/os más honestos votantes y militantes de las bases del espacio de Unidad Ciudadana, después de octubre con un muy probable macrismo ganador y una CFK teniendo que correrse del 2019, tendrán el desafío de abrirse a pensar si no es algo distinto lo que debe construirse, algo nuevo que rompa amarras con el viejo PJ en todas sus variantes. Ese es el gran debate a dar entre todos.
El sectarismo de la vieja izquierda no va más
Hacia el horizonte de búsqueda de algo nuevo, estamos muchos de quienes provenimos y somos de diversas fuerzas de izquierda y populares. Pese a nuestros repetidos llamados a conformar un solo frente, hoy vamos hacia octubre divididos en dos frentes en 13 provincias; el FIT por un lado y nuestra Izquierda al Frente y el MST por otro. Y en el medio queda un abanico de organizaciones y grupos de la izquierda social que no tienen candidatos propios en octubre y que también buscan a mediano plazo qué alternativa construir.
En el terreno de la izquierda también creemos que no se puede seguir por el viejo camino del sectarismo del FIT, que niega toda posibilidad de unidad y pervive como cooperativa electoral, una política que no sirve para llegar a millones ni avanzar, razón por la cual tras más de 6 años de existencia se ha estancado y hoy corre serio riesgo de achicar al mínimo su presencia parlamentaria, por negarse a una unidad real y mayor.
Si de verdad queremos enfrentar y frenar al macrismo, en la izquierda tenemos que transitar otro camino, sin el sectarismo que divide y termina siendo funcional a que sigan ganando los viejos partidos. Hay que recorrer otra vía, abiertos a nuevas confluencias políticas y mayor unidad en la calle. Por eso a la militancia de otras organizaciones de izquierda y populares y a miles de honestas/os votantes independientes que ven que la izquierda no da un salto mayor, le decimos honestamente y con toda claridad; sentarse a esperar que el FIT alguna vez cambie, es la mejor forma de que no cambie nada y que la izquierda no sea nunca alternativa. Por eso los invitamos a hacer algo distinto.
Nuestra propuesta, construir algo nuevo
Por todas estas razones y a un mes de las elecciones, mientras convocamos a fortalecer las listas de Izquierda al Frente y del MST en todo el país, reiteramos nuestra propuesta a toda la izquierda política y social y a las bases del kirchnerismo que quieran ser parte de este debate pos-octubre; formemos los cimientos de una nueva referencia, de un nuevo proyecto de izquierda amplio y unitario, con un claro programa emancipatorio, anticapitalista y socialista. Ponemos a disposición el programa de Izquierda al Frente para este debate, abierto a nuevos aportes.
Un nuevo proyecto inclusivo, plural, que priorice en sus propuestas políticas y en su composición a los trabajadores, a las mujeres y a la juventud y confronte con las variantes políticas patronales. Así como entre el MST y el Nuevo MAS hemos dado este año un buen paso unitario, se pueden dar otros más. Si de verdad queremos frenar al macrismo hay que hacer nuevos intentos, nuevas confluencias, forjar una nueva y gran herramienta política ajena a los fracasos del pasado, a las castas políticas del sistema y al sectarismo que divide. Es desde la izquierda y con un método abierto y unitario que podemos transitar con éxito la construcción de una gran alternativa. Este debate central se viene después de las elecciones. Vamos a darlo colectivamente con todas y todos los que así lo quieran.
Sergio García (Dirigente del MST en Izquierda al Frente)