Basta de represión: ¡Bullrich se tiene que ir!
Desde estas páginas hemos dicho varias veces, y es casi una verdad de perogrullo, que el terrible ajuste con el que el gobierno nacional de Cambiemos y sus aliados del PJ y otros sectores pretende hacernos pagar la crisis económica a trabajadores, jubilados y el pueblo en general, sólo pasa con represión. Porque pese a la traición de la CGT y las vacilaciones de otras direcciones sindicales, los trabajadores y trabajadoras no vamos a aceptar mansamente que nos roben el presente y el futuro, las jubilaciones, el salario, la salud, la educación… Prueba de ello fueron las impresionantes y masivas movilizaciones en el Congreso Nacional de estos días, en infinidad de plazas de todo el país, los cacerolazos y todas las protestas que se vienen dando.
La política represiva de Macri y el recorte a las libertades democráticas está al servicio de meter el ajuste y sus reformas reaccionarias. Con Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad acumula varios hitos en la historia de la impunidad: designó a Noceti, un defensor de genocidas como su mano derecha, mandó a la Gendarmería contra los trabajadores en las luchas de Cresta Roja, Pepsico y otras fábricas, con saldo de decenas de trabajadores heridos; impulsó el protocolo antipiquetes que intentó proscribir la protesta social y darle libertad a las fuerzas represivas para hacer cualquier cosa. Junto a Nocetti ordenó la represión al Lof mapuche Cushamen, que derivó en la desaparición forzada de Santiago Maldonado y la posterior aparición del mismo asesinado con la responsabilidad evidente de la Gendarmería. Desató acciones represivas en las marchas que se hicieron por Santiago, en las cuales “reinauguró” la modalidad de la policía infiltrada generando incidentes para justificar los palos y gases, las detenciones arbitrarias y cacerías de manifestantes. Semanas después otra fuerza federal a su cargo, la Prefectura, asesinó por la espalda al joven mapuche Rafael Nahuel en Bariloche. La negligencia y la corrupción reinante en las fuerzas armadas permitieron la desaparición de un submarino con 44 personas. Y en el proceso abierto contra las medidas de ajuste del gobierno desató represiones indiscriminadas contra las masivas movilizaciones y protestas: decenas de detenidos, varios compañeros con lesiones graves por las balas de goma, diputados y ciudadanos atacados a garrotazos, periodistas heridos, gas pimienta, balas de goma, piedras arrojadas por la misma policía, militarización de la ciudad, miles y miles de efectivos para evitar el normal desarrollo de las movilizaciones… Las imágenes de la barbarie policial, pisando gente caída con sus motos, atropellando jubilados con sus camionetas, fusilando manifestantes con las postas de goma a metros de distancia entre otras salvajadas están frescas en las retinas de todos. Y ahora también lanzan una campaña y salen a la caza y judicialización de manifestantes, cosa que repudiamos categóricamente y llamamos a enfrentar.
En paralelo, las “fuerzas de seguridad” la única seguridad que garantizan es la de los funcionarios, gobernantes y empresarios, pues las redes de trata, de narcotráfico, las mafias policiales, los femicidios siguen avanzando sin que nadie los controle o les ponga un freno, ya que Bullrich y todos sus subordinados no son más que garantes de las medidas de este gobierno capitalista.
Sobre el cierre de esta edición reprimen a los trabajadores del Ingenio La Esperanza sobre la Ruta 34. Sobran los motivos para decir que Patricia Bullrich se tiene que ir. Lo que necesitamos es la “seguridad” de poder manifestarnos y pelear por nuestros derechos y conquistas sin represión, sin infiltrados, sin gendarmes, policías y otras yerbas actuando al margen de la ley. Ya el pueblo argentino ha demostrado que le dijo nunca más a la impunidad y a la represión. Debemos dar la pelea por avanzar en el desmantelamiento del aparato represivo y la democratización de todas las fuerzas. El pueblo debe elegir por voto directo a los comisarios y a los funcionarios policiales junto con los jueces y deben ser revocables. La destitución de Bullrich es un paso fundamental en ese camino y por eso debemos luchar! ¡Sumate a hacerlo con nosotrxs!