9 años sin Luciano: impunidad y represión como método de control social
Un año más se hace una multitudinaria convocatoria en La Matanza, en el marco de cumplirse el 9° aniversario de la desaparición forzada -en plena democracia- y el asesinato de Luciano Arruga. El hecho fue comandado por las fuerzas represivas del Estado, siendo sus principales culpables la Policía Bonaerense del ex destacamento de Lomas del Mirador, la justicia, los gobiernos de turno a nivel local, provincial y nacional e incluso los medios hegemónicos de comunicación, ninguneando esta lucha y queriendo que este caso no se diera a conocer.
Luciano desapareció el 31 de enero de 2009 y su cuerpo fue encontrado en el 2014, enterrado como NN, en el Cementerio de Chacarita. A pocos días de su desaparición, las versiones oficiales manifiestan que Luciano, un adolescente con apenas 16 años, fue atropellado al intentar cruzar por un lugar inaccesible de la Avenida General Paz y, producto de ello, fue trasladado al Hospital Santojanni. Desde allí fue derivado a la morgue del Cuerpo Médico Forense, todo ello a expensas de su familia y aun cuando por ser menor de edad el Estado no podía disponer libremente del cuerpo en tales circunstancias, sino que debía averiguar su identidad y comunicarse con sus familiares. También hay que resaltar que sus familiares en aquel momento se acercaron al Santojanni en búsqueda del paradero del adolescente, obteniendo resultados negativos.
Luciano Arruga fue un pibe más del conurbano bonaerense, proveniente de una familia humilde, como tantos jóvenes de la Provincia que viven en estado de pobreza y de total precarización y marginalidad. En nuestro país hay más de un millón de jóvenes que no estudia ni trabaja, no por falta de voluntad sino de posibilidades. Esa es otra realidad que golpea a la juventud: no poder acceder a un trabajo y encima resignar la posibilidad de estudiar, ya que no poseen los medios económicos para ello. Todo esto es producto de un Estado capitalista cada vez más ausente, que no garantiza los derechos básicos, desde el acceso a la educación pública y gratuita, a la salud y a la vivienda, hasta el acceso a un trabajo digno. En vez de asegurar esos derechos, el Estado y los gobiernos favorecen la precarización laboral, los contratos temporarios, las leyes que favorecen a las patronales y la privatización de la educación y la salud públicas.
El caso de Luciano permitió visibilizar estas problemáticas que se van acrecentando día a día. A menudo la impunidad y la corrupción de la Policía se aprovecha de nuestros pibes y pibas en estado de vulnerabilidad, que son obligados a delinquir para la misma fuerza policial a través de intimidaciones, detenciones ilegales, amenazas, torturas y liberando zonas para que roben para ellos. En el peor de los casos terminan como víctimas del gatillo fácil policial, las torturas en comisarías o las desapariciones forzadas seguidas de muerte, como en el caso de Luciano y de tantos otros jóvenes.
La familia de Luciano pudo llegar a recuperar su cuerpo luego de varios años de una incansable búsqueda y de movilizaciones.
Esto nos demuestra que si luchamos, tomamos las calles y nos organizamos podemos conseguir que este caso como muchos otros no queden impunes, denunciando a los culpables y que se hagan efectivas las condenas. Hoy se sigue luchando en contra de la impunidad y para que se haga justicia. Desde el MST en Izquierda al Frente y la Juventud Socialista del MST acompañamos desde un primer momento a su hermana Vanesa Orieta y su madre, y cada año integramos la organización unitaria de la gran jornada cultural y de lucha de que mantiene viva su memoria. Denunciamos la creciente represión estatal como método de control social, en especial contra la juventud.
La cita este año para recordar a Luciano y seguir exigiendo justicia es el sábado 27 de enero a las 13 hs, en la Plaza Luciano Arruga, entre las calles Perú y Pringles, Lomas del Mirador. En esta oportunidad se hará una jornada en defensa de los derechos humanos, con actividades culturales para niños, intervenciones artísticas y cierre musical. Te esperamos.
Luciana Vega y David Rojas