Las trampas del amor romántico
Desde Mujeres sin miedo-Juntas y a la Izquierda, la agrupación de género del MST en Izquierda al Frente, impulsamos esta charla en el marco preparatorio del Paro Internacional de Mujeres del 8M, Día Internacional de la Mujer. Esta actividad surge en un contexto histórico muy especial, en el que el movimiento feminista crece a pasos agigantados a nivel mundial. Las mujeres hemos logrado, en base a mucho esfuerzo, instalar en la agenda pública las reivindicaciones por las que hemos venido luchando desde hace muchísimos años.
Sin embargo, persisten y se profundizan los mecanismos de opresión machista, en un intento de aplastar el huracán feminista y mantener el statu quo del sistema patriarcal. En la Argentina, el gobierno macrista intenta implementar un atroz plan de ajuste, que a las mujeres nos afecta doblemente profundizando la desigualdad y la feminización de la pobreza.
El 14 de febrero se celebra a nivel mundial el “Día de los Enamorados” o San Valentín y los medios nos bombardean con mensajes publicitarios y ofertas de regalos, cenas y otras sugerencias “románticas” para engrosar los bolsillos capitalistas y sugerirnos cómo y con quién debemos festejar. Para nosotras, la fecha es más que propicia para reunirnos a reflexionar y problematizar la incidencia que el sistema patriarcal y capitalista tiene sobre nuestros modos vinculares.
Para nosotras, como feministas, es fundamental trabajar esta problemática porque reconocemos la incidencia que tiene este sentimiento idealizado en las formas de vincularnos y en el sostenimiento de las relaciones asimétricas entre hombres y mujeres. Muchas feministas se han atrevido a señalar las responsabilidades de esa construcción social que llamamos amor.
- Simone de Beauvior, quien ha dejado una marca en el siglo XX, con su libro El segundo sexo, en el que rebate la idea de una esencia femenina, plantea: “El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal“.
- Kate Millett, en su texto La política del sexo, que fue su tesis doctoral, plantea: “El amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos. Entre seres libres es otra cosa”.
- Coral Herrera Gómez, en su libro La construcción sociocultural del amor romántico sostiene que: “El amor romántico es, en este sentido, una herramienta de control social, y también un anestesiante. Nos lo venden como una utopía alcanzable, pero mientras vamos caminando hacia ella, buscando la relación perfecta que nos haga felices, nos encontramos con que el mejor modo de relacionarse es perder la libertad propia, y renunciar a todo con tal de asegurar la armonía conyugal”.
Los mitos son construcciones sociales, explicaciones no racionales sobre la realidad social, que se presentan como naturales. De esta manera, ocultan su carácter histórico, su contexto. Las personas los internalizan como verdades absolutas, inamovibles, y se transmiten de generación en generación, consolidándose con su repetición insistente. En el caso del mito del amor romántico, nos presenta una sola manera de amar, un amor idealizado, heteronormativo y monogámico basado en la idea de propiedad privada y sostenido por la desigualdad entre hombres y mujeres. Este amor invisibiliza las múltiples formas de amar y las disidencias sexuales. El amor romántico, o amor patriarcal, refuerza los estereotipos de género y presiona a las mujeres a sacrificar su autonomía, a soportar celos, control o maltrato, en pos de un “amor” que se supone debe ser eterno. El mito del amor romántico está íntimamente ligado con la violencia de género y con su máxima expresión: los femicidios.
Las relaciones de pareja aún están signadas por el patriarcado. Es un trabajo arduo y cotidiano poder despojarnos de siglos de estereotipos patriarcales y patrones culturales de opresión. Cada pareja debe consensuar y construir su propio modelo de amor, donde prime el compañerismo y la libertad para ser felices. Pero esta es una tarea a la vez individual y social. La sociedad toda debe ir hacia un cambio cultural, económico y político que haga posibles las relaciones entre personas libres e iguales.
Por eso es fundamental que, entre otras medidas, el Estado destine un presupuesto de emergencia para la implementación de la Ley 26.485, para construir casas-refugio para mujeres víctimas de violencia y sus hijos, asistencia jurídica y psicológica gratuita, capacitaciones con perspectiva de género para que se logre una evaluación real del riesgo de los violentos y tobilleras de control a los violentos en vez de inservibles botones antipánico que dejan la responsabilidad en la mujer.
Para desmontar los mitos es preciso cuestionar el mal llamado sentido común, producir un quiebre con el orden patriarcal establecido. Como feministas, nuestro desafío es promover la reflexión crítica e impulsar la organización política de las mujeres para derribar, junto a los varones del pueblo trabajador, al sistema capitalista y patriarcal y todas las instituciones que lo sostienen: las iglesias, fuerzas represivas, partidos políticos de derecha, educación tradicional conservadora, justicia, etc. Por eso exigimos también la aplicación efectiva de la Ley 26150 de Educación Sexual Integral con perspectiva de género y en todos los niveles educativos, para derribar los mitos, tabúes y prejuicios, y poder detectar y prevenir la violencia en el noviazgo. Reclamamos, además, pleno respeto a la ley 26.743 de Identidad de Género.
La actividad del 14F está abierta a personas de todas las edades, que estén dispuestas a cuestionar las estructuras de poder. Es una invitación también a quienes deseen organizarse en una herramienta colectiva y que confíen en que es posible construir una sociedad distinta, sin oprimidos ni opresores. Por eso te esperamos en esta y en las próximas actividades, para preparar juntas el Paro Internacional de Mujeres del 8 de Marzo con una gran movilización, y que nuestra voz se haga oír con toda la fuerza en las calles de todo el país y del mundo. ¡Que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos!
Sonia Magasinik