Etchecolatz volvió a la carcel
El 16 de marzo la Cámara Federal de Casación Penal revocó la resolución del Tribunal Oral Federal 6 que le había otorgado el arresto domiciliario al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz el pasado 27 de diciembre. Los vecinos del bosque Peralta Ramos de Mar del Plata festejaron a bocinazos en las esquinas el fin de los 79 días de privilegio que gozó injustamente el ex mano derecha del coronel Ramón Camps.
Etchecolatz acumula seis condenas, tres de ellas a perpetua, por delitos de lesa humanidad, secuestros, asesinatos, torturas y robos de bebés. Además, está procesado en innumerables causas que no llegaron a juicio y es el principal investigado por la segunda desaparición forzada de Jorge Julio Lopez, tras testimoniar en su contra.
El TOF 6 había citado motivos humanitarios para otorgarle la domiciliaria a Etchecolatz, pero el juez de Casación Mariano Borinsky confirmó que la atención médica que requiere el represor se le puede brindar perfectamente en el penal: “no se advierte impedimento alguno para que el nombrado permanezca en un establecimiento penitenciario, recibiendo la atención médica, el tratamiento y los controles que sean necesarios para atender sus patologías”. Además cuestionó al TOF 6 por no tomar en cuenta la posibilidad de fuga en casos de lesa humanidad, no referirse a las armas de fuego que tiene en su domicilio que le costaron la revocatoria del pedido de domiciliaria en 2006.
Por su parte, la fiscal María Angel Ramos, quién, junto al abogado Pablo Llonto, presentaron las apelaciones contra la decisión del TOF 6, argumentó que Etchecolatz “estaría apto y con posibilidades de conservar ascendente o poder para eliminar pruebas o rastros que lo incriminen” desde su domicilio.
Clave en lograr que Etchecolatz vuelva a la celda en la que debe terminar sus días, fue la sostenida movilización que sostuvimos los organismos de derechos humanos y organizaciones de izquierda, junto a los vecinos del bosque Peralta Ramos desde el primer día en el que el genocida llegó a su casa. Se trata de un significativo triunfo contra la política macrista de aliviar las penas de los genocidas condenados, recomponer el aparato represivo y recuperar su legitimidad.
Tomemos este impulso para colmar la Plaza de Mayo y las plazas de todo el país este 24 de marzo contra la impunidad, el ajuste y la represión de Macri y sus cómplices.