Defendamos la universidad pública
La semana pasada en la provincia de Jujuy se realizó un nuevo plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que reúne a los rectores de todas las universidades del país. En el mismo, desde el Ministerio de Educación se confirmó un recorte de tres mil millones de pesos en el presupuesto universitario y el congelamiento de distintas obras de infraestructura. El anuncio lo hizo la secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela.
Este ataque a la universidad pública implica que de los 100 mil millones de pesos presupuestados para 2018, el Gobierno ya reasignó 3 mil millones, y como si fuera poco, también anunció la suspensión de obras por un monto aún no precisado.
Como bien sabemos, alrededor del 90 por ciento del presupuesto de las universidades es para solventar los salarios de docentes y no docentes. Es decir, el ajuste va a repercutir en los gastos de funcionamiento, becas estudiantiles, comedores, proyectos de extensión e investigación y programas especiales.
Un plan global contra la educación
La ofensiva de Cambiemos contra la Universidad Pública comenzó a principios de 2016 cuando el gobierno nacional intentó congelar el presupuesto universitario. Esta medida no pudo avanzar ya que rápidamente el movimiento estudiantil junto con los gremios docentes impulsamos tomas de facultades, clases públicas y movilizaciones en todo el país. Luego de la masiva marcha en BS.AS. donde más de 40 mil personas salieron a la calle en defensa de la educación, al gobierno no le quedó más que recular y otorgar un aumento de presupuesto.
Como muestra de la política de ajuste de este gobierno no hace más falta que mostrar que por ejemplo en el 2015 el presupuesto universitario equivalía a un (ya muy bajo) 0,87% del PBI y hoy desciende al 0,77%. lo cual impacta directamente en los salarios, la infraestructura, las becas y otros servicios. Este presupuesto es una burla.
“A la burla respondemos con la revolución”
Decían los y las reformistas del ‘18 y a 100 años de aquella histórica gesta seguimos defendiendo sus conquistas y luchando para seguir avanzando. Nuestro modelo de universidad está en la antítesis de la lógica Macrista, queremos una universidad que eduque sujetos críticos y reflexivos, con conciencia social, es decir una universidad al servicio de la transformación social. Desde la Juventud Socialista exigimos la triplicación del presupuesto universitario, la eliminación de los subsidios a la educación religiosa, salarios dignos para nuestros docentes. Plata hay, se la llevan los grandes grupos económicos a los que les bajaron o directamente les sacaron las retenciones y se van millones de dólares en pagar la deuda externa ilegal e ilegítima. Si les cobramos más a los que más tienen y dejamos de pagar esa deuda usurera, podemos destinar esos millones a una educación pública gratuita, de calidad, científica y laica.
Por eso en todo el país nos organizamos en agrupaciones, somos parte de Centros de Estudiantes e impulsamos continuamente la movilización del estudiantado como estrategia para pararle la mano a quienes gobiernan.
El ADN “Amarillo” es reaccionario, homofóbico, misógino y anti-juventud. Nos quieren sumisos, despolitizados y precarizados. Ellxs, los Macri, lxs Bullrich, los Finocchiaro son todo lo que esta mal y no los vamos a dejar avanzar contra este derecho elemental que venimos defendiendo hace años.
Súmate a la Juventud Socialista del MST para construir una herramienta política de la mayoría, una juventud anticapitalista, feminista/disidente y ecosocialista.
Nicolás Mc Namara
Presidente C.E.Uni.C.O