Ruidazos y cacerolas contra el tarifazo
El miércoles fracasó la sesión especial que convocó el FPV-PJ en Diputados para debatir los aumentos de tarifas de servicios públicos, por falta de quórum, en medio de escándalos y papelones varios, todos típicos de las castas políticas del sistema. La respuesta popular no se hizo esperar, con cacerolazos y ruidazos en distintos puntos del país, se hizo sentir la bronca que se venía acumulando desde hace días. Al otro día, el espacio que convocó la marcha del 21F con Moyano y Camioneros como cabeza, decidió reacomodarse y salir de su silencio y ausencia de medidas, para convocar a una marcha de velas.
Las tarifas volverán a aumentar en mayo y junio, y se prevén nuevos ajustes entre agosto y octubre. En Buenos Aires, por ejemplo, el agua aumentará 26% al primero de mayo ¿Feliz día de los trabajadores? Y se quitaría el subsidio al 30% de los usuarios a lo largo del año, encareciendo la tarifa en hasta 68%. El colectivo y el tren volverán a subir en junio, y habría nuevos aumentos de la luz en agosto y del gas en octubre.
Los aumentos incesantes crean una presión insoportable sobre el bolsillo -ya apretado por la inflación y el techo salarial- de los trabajadores y la clase media. La respuesta del oficialismo al malestar generalizado fue cerrar filas para defender los aumentos. Por un diputado lograron dejar la sesión especial sin quórum y anunciaron que tomarían una propuesta de Carrió que equivale una descarada tomada de pelos. El gobierno se reunió y ahora ofrece la posibilidad de pagar en cuotas, las tarifas de los meses de mayor consumo -con intereses, por supuesto. Es decir, que paguemos más, no menos.
En esta situación volvieron a escucharse las cacerolas y bocinazos en las esquinas neurálgicas de la CABA. La convocatoria se viralizó por las redes y tuvo alcance nacional. Hubieron importantes convocatorias en Avellaneda, Lanús, Quilmes, Hurlingham, Escobar, Ramos Mejía, San Justo, Morón, Castelar, Ituzaingó, Lomas de Zamora, Florencio Varela, La Plata, Los Hornos, City Bell, Villa Elisa, El Mondongo, y frente a la residencia presidencial de Olivos. En diversos puntos del interior de Buenos Aires también hubieron manifestaciones, así como en Córdoba, Rosario, Paraná, Mendoza, San Juan, Chaco, Salta y Tucumán.
El día siguiente la bronca también se expresó en la concurrencia a la marcha de velas que convocaron Camioneros, las Pymes y las CTA de Yasky y Micheli. Una acción menos genuina que el ruidazo, convocada por direcciones sindicales que vienen dejando pasar el ajuste por no hacer un plan de lucha real. Con bastante repercusión mediática, se marchó desde Congreso al Obelisco.
Los ruidazos y cacerolazos expresan la bronca masiva y la extendida disposición a luchar que tiene el pueblo trabajador. Pero son insuficientes para torcerle el brazo al gobierno. Como expresó nuestro dirigente del MST Nueva Izquierda, Alejandro Bodart: “Hay que preparar una movilización nacional masiva con la mayor unidad posible, única forma de pararle la mano al gobierno y a la voracidad sin límite de las privatizadas”. Los gremios que marcharon con velas el jueves, a su vez, tendrían que convocar al paro nacional contra el tarifazo y el ajuste de Macri. Esas son las armas que canalizarían el verdadero poder que tienen los trabajadores y la población, entre quienes sobra la fuerza para derrotar al gobierno. Ahora se habla de una nueva sesión la semana que viene, pero eso no alcanza para nada. Lo que hace falta es llenar las calles en todo el país hasta tirar el tarifazo.
Junto con esto, es necesario terminar con el curro de las empresas privatizadas, los negociados y subsidios millonarios estatales que tanto los gobiernos anteriores como este vienen realizando para garantizar la ganancia capitalista. Proponemos terminar con esto; re estatizar todas las empresa de servicios públicos y hacerlo bajo control social. Anular los aumentos, garantizar desde el estado el servicio esencial para todos, y tarifas con precios accesibles y subsidios para los sectores más postergados.
Federico Moreno