Códigos Urbano y de Edificación: La reglamentación del capitalismo inmobiliario en CABA
El gobierno de la Ciudad pretende tratar y aprobar nuevas leyes de construcción y uso del suelo. Esa normativa perfila un modelo de mercantilización del espacio público y la cementación indiscriminada bajo el patrón de la especulación inmobiliaria. Unidad de acción para enfrentar esta ofensiva. Delimitación crítica de los que colaboraron con el macrismo. Nuestro planteo alternativo.
En la capital del país coexisten dos fenómenos en apariencia contradictorios, pero que en realidad integran el mismo problema:
• En los últimos 10 años se construyeron más de 20 millones de m². Seis barrios de la Ciudad (Palermo, Caballito, Villa Urquiza, Belgrano, Puerto Madero y Almagro) ubicados todos en su norte y centro, sumaron el 44% de todas las viviendas construidas. Al contrario, los 10 barrios del Sur de la Ciudad solamente alcanzaron el 10% de la superficie construida.
• Sin embargo, la población en villas miseria creció un 50% y el precio de los alquileres trepó a niveles increíbles.
¿Cómo explicar entonces que habiéndose construido tanto, haya pegado un salto el déficit habitacional para casi 500 mil personas? Es muy simple: el centro de lo construido fueron torres de lujo, shoppings y locales comerciales. En la Ciudad existe casi un 30% de viviendas ociosas, es decir, destinadas a la mera especulación como reserva de valor. Eso presiona los precios de los alquileres, reduce la oferta y dispara hacia arriba el valor de los terrenos.
El gobierno de la CABA, en lugar de intervenir para corregir esa asimetría a favor del derecho social a la vivienda para todos, gestiona políticamente los intereses comerciales de corporaciones como IRSA, que no para de recibir concesiones de tierras públicas para cementar de forma anárquica. Por eso, es clave declarar la Emergencia Habitacional en la Ciudad, estipulando impuestos a la vivienda ociosa y alquiler social con garantía estatal y precios regulados avanzando además en la urbanización de todas las villas.
Legalizar la especulación cementadora
La Legislatura avanza en el tratamiento y aprobación del marco legal para completar una enorme expropiación de las desarrolladoras al pueblo de Buenos Aires, que lleva varios años ya:
* La entrega de espacios públicos al negocio cementador (pacto PRO-K del 2012)
* Enajenación del patrimonio de la Ciudad (con la creación de la Agencia de Bienes que faculta al ejecutivo para disponer de centenares de edificios)
* Desrregulación del mercado del suelo en CABA.
Por eso, en lo inmediato impulsamos la unidad de acción con todos los sectores que rechazan los Códigos que se pretenden aprobar. A la vez, somos categóricos en una definición importante: el macrismo consolidó este modelo en la Ciudad desde el 2007 con el aval político (y votos en la Legislatura) del kirchnerismo en su momento, que fue clave con un macrismo en minoría. Hoy reaparecen algunos de esos sectores políticos, planteando su rechazo a los Códigos de IRSA y Larreta. Nuestra posición es que tienen que estar, pero nuestro balance es taxativo: sin la oposición que contribuyó a catapultarlo, no habría macrismo con mayoría hoy en CABA. Esta delimitación política no es una orientación cerrada o sectaria. Es un ayuda-memoria para la nueva militancia que se incorpora a esta pelea, y para diferenciar nuestra trayectoria y posiciones políticas de los que alimentaron al macrismo desde una especie de oposición declamativa (nuestro partido a través del diputado Bodart fue durísimo oponente al pacto PRO-K). Juntos, pero no revueltos. La criatura PRO en la ciudad, tiene responsables.
Ecosocialistas por un Plan Verde Urbano
La ofensiva del cemento capitalista en las ciudades es la manifestación urbana de una modalidad de acumulación que conocemos/denunciamos como extractivismo con la megaminería en la cordillera, el fracking en la Patagonia o la ecuación transgénicos/glifosato con Monsanto en el campo. Rechazamos esa lógica y luchamos por otra salida, sin especuladores ni corporaciones del saqueo contaminante. Nuestro propósito político no es hacer más participativa esta democracia de corporaciones en la ciudad, sino reemplazar la anarquía inmobiliaria del capital por una planificación democrática de otro modelo de Ciudad. Por lo pronto, somos categóricos y en la emergencia queremos discutir:
• Rechazar los nuevos códigos: urbano y de edificación.
• Recuperar costas de los ríos que rodean la Ciudad. Más corredores, reservas y lagos. Quintuplicar los m² de espacios verdes urbanos.
• Cumplimiento del reciclado y las leyes de Basura Cero, con servicio estatal y no negocio de empresas privadas.
• Prioridad al subte como transporte público bajo control de trabajadores y usuarios. Mejorar las flotas de colectivos para reducir la contaminación, incorporando tecnología con energía eléctrica.
• Paren de demoler. Defensa de la identidad de los barrios frente a la construcción indiscriminada.
• La Reserva Ecológica no se toca. Educación ambiental en las escuelas.
Este programa para la acción inmediata y cuestionador del capitalismo, requiere una condición más que consiste en construir organización militante para luchar por estas causas. El MST y su organización socioambiental, la Red Ecosocialista, militan con esas coordenadas en todo el país.
Mariano Rosa