FUBA: Ante la ofensiva de Franja Morada y el Rectorado, reorganizar el movimiento estudiantil y sus organizaciones

El pasado martes 19 de junio, a escasos días del final del cuatrimestre, las agrupaciones Nuevo Espacio – Franja Morada (Cambiemos), La UES (PJ) y el MLI convocaron a un “congreso normalizador” de la Federación Universitaria de Buenos Aires. La FUBA lleva cuatro años sin renovar sus autoridades por falta de quorum, y ahora, la Franja pretende recuperar la federación que perdió al calor del Argentinazo del 2001. Desde el MST denunciamos que el congreso que preparan estas agrupaciones afines al rectorado, tiene el objetivo de apropiarse la FUBA para ponerla al servicio de la política de ajuste del gobierno y los dictados del FMI al interior de la universidad.

Crónica de una derechización anunciada

A esta grave situación se ha llegado por responsabilidad de la conducción actual de la FUBA, que se encuentra completamente vaciada. En los últimos años, el PO y La Mella (Patria Grande) han profundizado una política que llevo a la federación a una parálisis completa. Esta parálisis se manifestó recurrentemente en todos estos últimos años ante cada proceso de lucha que el movimiento estudiantil encabezó como, por ejemplo, la masiva respuesta en 2016 al duro ataque del macrismo. La federación no jugó ningún rol ni en conflictos donde los resultados fueron más contradictorios o como en el mencionado hace 2 años que derrotó un ataque directo a las universidades a pesar de la conducción fubista. Nunca se aprovecharon las expresiones ascendentes del movimiento estudiantil, para reorganizarlo sobre nuevas bases. Ofensivas más recientes como la liquidación de becas del CONICET, el recorte de incumbencias a las carreras o el último recorte presupuestario a la UBA, tuvieron una nula respuesta por parte de la FUBA.

Este inmovilismo como resultado de una lógica de autopreservación burocrática centrada en la gestión del aparato de la federación, sin iniciativa ni política ofensiva para incentivar la participación democrática de la base estudiantil o la integración plural de todas sus corrientes de opinión, fue permitiendo acumular relación de fuerza a la derecha política de la UBA y el rectorado, vale decir: la Franja Morada, ahora en coalición con la UES, que ganaron terreno y recuperaron Centros de Estudiantes estratégicos.

Unidad para otro programa y otra orientación

Por eso, el actual escenario, de dinámica incierta, pero con fuerte tendencia a favor del polo reaccionario y privatista de la universidad, es la deriva del fracaso político de la conducción de la FUBA actual. Por eso, somos categóricxs: la unidad que hace falta no es un acuerdo de rosca coyuntural, para prorrogar un statu quo ajeno al movimiento estudiantil, sino un verdadero reagrupamiento de fuerzas para refundar la FUBA. Esto implica trazar un programa que enfrente el ajuste de Cambiemos, sus cómplices y el FMI; que desenvuelva una potente organización en la UBA a favor de la ola feminista y disidente; que ponga al estudiantado en las calles junto a lxs trabajadores y los sectores populares; y que discuta la democratización integral de los Centros de estudiantes, la FUBA y el modelo de universidad. Para esa decisiva tarea, nuestra representación y activa militancia en facultades y CBC, estará completamente a disposición. Mientras tanto, insistimos en proponer a lo mejor de las nuevas generaciones de relevo en la UBA encarar estos debates de fondo y organizarnos para reconstruir las herramientas que necesitamos. La Juventud Socialista del MST se plantea contribuir a ese horizonte de lucha y transformación.

Juventud Socialista / UBA / MST

23/6/18