Amplio rechazo a la instalación de una base imperialista en Neuquén
Amplio rechazo a la instalación de una base en Neuquén ¡Ninguna base imperialista en nuestro territorio!
En el año 2012, el entonces gobernador de Neuquén, Jorge Sapag autorizó la instalación de una “base humanitaria” donada a Defensa Civil por el Comando Sur del ejército norteamericano a través de la Embajada de dicho país. Coincidente con la intento de avanzar también en Chaco con un proyecto similar, la iniciativa quedo trunca por el rechazo popular. Hoy, el gobierno de Macri y Gutiérrez le dan un nuevo impulso como parte de una ofensiva más global contra nuestra soberanía. Se organiza el rechazo a su instalación.
La zanahoria
En el año 2012, como parte de una ofensiva más global que incluía el acuerdo transpacífico, el gobierno norteamericano (en aquel entonces dirigido por Obama) re impulso las actividades del comando sur del ejército. Conscientes del creciente rechazo a sus actividades militares y económicas agresivas hacia el mundo, las intervenciones empezaron por el lado de los “regalos”. En este caso se trató de la instalación de dos “bases humanitarias” una en la provincia de Chaco y la otra en la provincia de Neuquén, en un predio estratégicamente ubicado en la meseta sobre la ciudad capital, a metros del Aeropuerto y con acceso privilegiado a los principales yacimientos petroleros y gasíferos.
En el caso de la provincia patagónica, la donación era de 200 mil dólares y tenía como objetivo la construcción de un galpón de 600 metros cuadrados, un helipuerto y el equipamiento con distintos elementos para la “atención de catástrofes”.
La resistencia popular impidió en aquellos años que se avanzara en la construcción de esos enclaves, pero 6 años después, y al calor de los nuevos pactos del gobierno de Macri con el FMI y la política de entrega absoluta de todos los recursos de Vaca Muerta, fundamentalmente a empresas yanquis, retorna la iniciativa de construir la base. Esta vez con una suma de 2 millones de dólares y la presencia en la provincia de una comitiva norteamericana que ya realizó distintas observaciones en el lugar elegido.
Las “preocupaciones” del Comando Sur del Ejército, expresadas en su página web “el Comando Sur de EE.UU. aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la seguridad y la estabilidad regional” y la trayectoria de violaciones a la soberanía de los jefes del imperialismo nos llaman a dudar de sus intenciones “humanitarias”. Más bien entendemos que se trata de una base que apunta a tener acceso directo a sus inversiones y por supuesto control de las mismas ante cualquier “desestabilización” regional.
Un contexto de saqueo y entrega
Cualquier iluso que desee pensar que es casual la reactivación del proyecto financiado por Estados Unidos no tiene más que unir algunos hilos.
En primer lugar el Gobierno de Macri impulsa desde el inicio de su mandato un alineamiento total con la política del imperialismo yanqui, incluso adaptándose a la era Trump, ha sido vocero de los peores ataques contra otros países de Latinoamérica y fiel servidor en la guerra comercial desatada en el último G7 jugando el rol de perro faldero.
Su política económica se basa exclusivamente en la entrega masiva de nuestros bienes comunes a los impulsos del mercado mundial, favoreciendo sin dudas a las empresas norteamericanas en lo que a hidrocarburos se refiere.
El acuerdo con el FMI viene a coronar un intento de bajar el “déficit” renunciando a todo lo que el Estado debe garantizar, propiciando que todas las áreas pasen a depender de la iniciativa privada, en este marco, que sus amigos del Comando Sur “donen” 2 millones de dólares para defensa civil, sin dudas es un bocado más que apetecible.
Omar Gutiérrez, gobernador de Neuquén por el MPN, es ladero fiel del macrismo, en esta y otras iniciativas anti populares. Garante de la entrega y siempre dispuesto a morder su tajada, el partido provincial se acomoda a la perfección a distintos esquemas nacionales.
La trayectoria Yanqui y el contexto, nos confirman una y otra vez que no se trata de ninguna “ayuda humanitaria” sino que esta base persigue el claro objetivo de actuar como cabeza de playa para ejercer un control más estricto en la zona, sumándose a otras iniciativas de este tipo como la base China que ya funciona a pocos kilómetros de la ciudad de Neuquén capital.
Multisectorial y caravana para organizar el repudio
Como ya sucedió en Chaco en 2012, el repudio popular empezó a tomar forma en Neuquén y apenas se conocieron las primeras informaciones distintos sectores sociales y políticos comenzamos a contactarnos para articular la resistencia. Asambleas socio ambientales, organizaciones sociales, partidos políticos, frentes, diputados, organizaciones sindicales, y otros sectores pusimos en pie una multisectorial contra la instalación de bases imperialistas en nuestros territorios y estamos construyendo una gran caravana al lugar donde pretenden instalarla para el próximo 9 de julio, para repudiar en esa acción la política entreguista y lame botas de los gobiernos y por supuesto exigir el rechazo a cualquier donación de la embajada Norteamericana o el Comando Sur del ejército de ese país o cualquier país imperialista. Al mismo tiempo, también se encuentran en marcha distintas iniciativas para que lxs trabajadores y el pueblo de la provincia se expresen mediante una iniciativa popular en el mismo sentido.
Desde el MST Nueva Izquierda impulsamos esa perspectiva unitaria y anti imperialista con todas nuestras fuerzas.
MST Neuquén