Chubut marca el camino para torcerle el brazo al ajuste
Más de cuatro meses de un plan lucha del conjunto de los y las trabajadoras de la administración pública, educación, salud, viales, brigadistas de incendios forestales y auxiliares de la educación, entre otros sectores, unificados en el marco de la conformada Mesa de Unidad Sindical finalmente le aplicaron una dura derrota política al gobierno provincial de Mariano Arcioni. Imponiendo la apertura de paritarias para todos los sectores, algunos logros de este proceso son:
*Recomposiciones salariales al básico testigo de los distintos sectores en lucha
*No descuento de los días de paro
*Cláusulas gatillo trimestrales
*Pase a planta de precarizados
Y en el caso de educación el gobierno fue obligado a restablecer el TEG (transporte educativo gratuito).
Algunas claves del ascenso
El elemento decisivo fue la movilización y auto-organización de las bases que obligó a las conducciones sindicales burocráticas a ponerse al frente del plan de lucha. Algunos sindicatos como es el caso de ATSA y UPCN en la primera de cambio se bajaron y apenas tuvieron oportunidad, traicionaron. Desde cada sector se constituyeron asambleas de base por donde pasó el motor del conflicto, la discusión de las medidas y pasos a seguir, desde los paros escalonados iniciales con movilizaciones regionales y provinciales, hasta los acampes y ocupaciones de edificios públicos en el marco de la huelga por tiempo indeterminado que se dio de hecho. Ocupaciones y acampes en edificios claves de salud y educación en la provincia que, coordinadas, plantearon el escenario de una provincia paralizada que arrinconó al gobierno y logró superar el cerco político y mediático nacional. En el caso de educación, con la destacada participación de docentes en las dos marchas nacionales: el 23 de abril, Marcha Federal Educativa y 3/7 Paro Nacional de CTERA en solidaridad con Chubut y contra la represión.
Sí, se puede
Ante una ofensiva global, provincial y nacional para que paguen la crisis los de abajo, de congelamiento general de salarios, pago escalonado y abandono total de la infraestructura de servicios públicos, la adhesión de la provincia al Pacto Fiscal impulsado por Macri y el salto devaluatorio e inflacionario, en Chubut se articuló una resistencia global que muestra que es posible derrotar el ajuste. Con la unidad de los distintos sectores de la administración pública en la calle y con medidas de acción en común y enfrentando a las burocracias sindicales en los hechos, se generaron las relaciones de fuerzas que obligaron al gobierno a responder a los aspectos más sentidos por el reclamo generalizado. Una cuestión estratégica se planteó junto a la “unidad de lxs trabajadorxs” en toda la extensa geografía provincial, en marchas provinciales y nacionales, en ocupaciones y acampes, fue la confluencia político programática con otra lucha profundamente arraigada en la provincia: el No a la Megaminería. Son estas algunas características que consideramos estuvieron presentes en esta lucha en la que desde nuestro MST hicimos parte impulsando la más amplia unidad contra el gobierno junto a la exigencia y la denuncia de todas las direcciones conciliadoras del proceso.
La lucha continúa
Opinamos que en el plano político ha sido un triunfo de los y las que se movilizaron y arrinconaron al ilegítimo gobierno Arcioni y los restos del ChuSoTo, obligándolo a recular una y otra vez en su línea reaccionaria y represiva. La conclusión de todxs los sectores es que la lucha continúa. Y para ellas es que luego de esta primera etapa estamos en mejores condiciones. No sólo en la lucha por el cumplimiento de los pliegos paritarios logrados sino que, por la dinámica de crisis económica y política del país, las luchas esbozadas en Chubut, tenderán a profundizarse de cara a pararle la mano a Macri y plantearnos el problema de los problemas: la de construir una alternativa política de los de abajo, los que nunca gobernamos, los y las trabajadoras y el pueblo. Nuestro partido en la provincia como en todo el país, se construye para contribuir a ese desafío estratégico.
Maximiliano Masquijo / Emilse Saavedra / MST Chubut