PJ: cinco actos, ninguna alternativa
La conmemoración del día de la lealtad mostró al PJ dividido en al menos cinco actos. Primaron los discursos llamando a la «unidad» para enfrentar al gobierno de Macri en el 2019, pero mientras tanto son un pilar fundamental de la gobernabilidad. Envalentonados por la caída del macrismo en las encuestas, el peronismo en sus distintas vertientes busca los caminos para intentar volver. La imagen de fragmentación contrastó con los discursos de unidad, mostrando que se trata de un camino complicado.
En Tucumán se dieron cita buena parte de los actores del peronismo «racional». Gobernadores como Corpacci de Catamarca, Casas de La Rioja y el anfitrión Manzur compartieron escenario con los presidentes de los bloques parlamentario «Argentina Federal», Picheto, y del Frente Renovador, Graciela Camaño, que además fue oradora. Estuvieron Massa y hasta Scioli, además de la presencia de los «triunviros» de la CGT, Daer y Acuña, junto con gran parte de la burocracia sindical.
Manzur convocó a la unidad del peronismo «sin excepción» para el 2019. Sin embargo, prefieren que Cristina y parte del kirchnerismo no sean de la partida. Así lo expresaron días antes en el lanzamiento de «Alternativa para la Argentina», Picheto, Massa, Schiaretti y Urtubey (estos últimos no estuvieron presentes Tucumán).
En Merlo se juntó el peronismo bonaerense con los intendentes del conurbano como grandes protagonistas y con mayor presencia del kirchnerismo. Convocado por Menéndez, presidente del PJ de Buenos Aires e intendente de Merlo, estuvieron intendentes y diputados vinculados al kirchnerismo, al PJ «dialoguista», e incluso al massismo, junto a referentes como Máximo Kirchner, Kiciloff y Yasky. Allí también el llamado a la unidad estuvo a cargo del anfitrión quien sostuvo que «los compañeros que se reunieron en Tucumán, Corrientes (José Luis Gioja y Agustín Rossi) y en todo el país son peronistas y los precisamos.»
La fragmentación y las disputas del peronismo también se expresaron a nivel sindical. Mientras la cúpula de la CGT estuvo presente en Tucumán, y referentes de la CTA de los Trabajadores en Merlo, el Frente Sindical de Moyano realizó su propio acto en la sede porteña del SMATA y una parte de las 62 organizaciones hizo lo propio en Córdoba.
Unidos por la gobernabilidad
Más allá de las divisiones hay un denominador común que unifica las distintas ramas del peronismo: sostener la gobernabilidad. Por un lado, el Frente Renovador y Peronismo Federal han sido colaboradores en las cámaras. Sus votos le permitieron a un gobierno con minoría legislativa hacer pasar sus principales leyes. Los gobernadores también son parte del mecanismo. Aplican el ajuste en sus territorios, acuerdan los recortes con el gobierno nacional a través del Pacto Fiscal y ayudan a garantizar los votos en las cámaras mediante los legisladores que les responden. Lo mismo puede decirse de los intendentes del conurbano. Han sido garantes del ajuste de Vidal en Buenos Aires.
El kirchnerismo se muestra opositor en las cámaras pero donde gobierna, como en Santa Cruz, también aplica el ajuste. Sus referentes han expresado con claridad que la disputa con el macrismo es en 2019. Sus referentes sindicales bloquean el desarrollo de un plan de lucha que enfrente al ajuste en las calles.
La cúpula de la CGT sólo convoca paros domingueros para descomprimir y se borró de la pelea contra el presupuesto 2019. Los sectores díscolos como Moyano y la Corriente Federal tampoco desarrollan la pelea y junto a otros sectores sindicales dicen enfrentar el ajuste convocando marchas a Lujan a abrazarse con la iglesia católica.
Hace falta otra alternativa
Está claro que el PJ no es alternativa. El ajuste es ahora, y nos piden esperar hasta el 2019. Hay que cortar con la vieja política. Para enfrentar a fondo a Macri hace falta la unidad de toda la izquierda.
Luis Meiners