Ana María Martínez, militante del PST asesinada en 1982
Desde hace varias semanas se está desarrollando en San Martín, provincia de Bs As, el juicio por el caso Ana María Martínez, militante del PST, asesinada en 1982 por la dictadura militar. El objetivo del juicio, impulsado por la Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros de Ana María Martínez, de la que el MST forma parte, es lograr el castigo y la cárcel común para los asesinos de Ana María.
En la audiencia del jueves 1 de noviembre, la Dra. Raquel Coronel, abogada de derechos humanos e integrante del equipo jurídico del PST desde 1978, prestó declaración a través de videoconferencia. Su importante y conmovedor testimonio se suma la causa aportando para hacer justicia por Ana María. Le pedimos a Raquel que nos escriba para compartir su testimonio y su compromiso con todes les que seguimos exigiendo justicia y castigo a todos los genocidas y sus cómplices.
36 años no son nada…
El 1 de noviembre llegó. Ya estamos en 2018. Sentada en el Juzgado Federal de Rio Gallegos, delante de una camarita para viedo conferencia. Con la única compañía del secretario del Juzgado.
En la pantalla, una sala de audiencia en San Martin Pcia. de Buenos Aires. Gente sentada, supuestamente mirando una pantalla que me reflejaría.
El Dr. Llonto, largó su primera pregunta, la verdad no recuerdo que preguntó. Pero comenzaron a aflorar todos esos recuerdos que creía que no estaban más. Vinieron a mi memoria miles de imágenes que intente- creo que sin éxito – ordenar para poder hablarlas…. y así comencé:
…..desde 1978 ingresé como abogada en el estudio jurídico de PST (Partido Socialista de los Trabajadores) del que se encontraba al frente el Dr. Enrique Broquen.
En el país reinaba una de las dictaduras más sangrientas. Los familiares de los desaparecidos, presos políticos (PEN), causas penales, consejos de guerra, desfilaban permanente buscando una ayuda, y el estudio del PST se las daba.
Se tomaban todos los casos, de cualquier tipo, de todas las organizaciones políticas, porque todos estábamos pasando por lo mismo, con un denominador común “la represión”.
El PST tuvo más de 100 desaparecidos, de los cuales 14 eran de la zona de Mar del Plata, donde militaba nuestra compañera, Ana María Martínez.
La mayoría de los militantes de esa regional que no desaparecieron entre los años 1976 y 1979, debieron irse de Mar del Plata, inclusive del país, entre ellos Ana María.
Se instaló en la provincia de Buenos Aires. Continuó su militancia allí, tanto en el campo de los derechos humanos, como en los distintos conflictos sindicales de la época, siempre dentro del PST.
En febrero de 1982, saliendo de su casa, fue secuestrada por un grupo de tareas, en un Falcon verde, torturada, apareciendo asesinada con varios disparos, en un zanjón de las inmediaciones del partido de Tigre. Estaba embarazada de 3 o 4 meses.
Inmediatamente y ante la desaparición de Ana María, José Metrovich- su compañero-, con el acompañamiento letrado del partido, abogados del CELS y otros organismos, presentamos un habeas corpus, caracterizando sin lugar a dudas que se trataba de un hecho político a consecuencia de la militancia de la compañera en el PST.
Conjuntamente se realizaron sendos comunicados de prensa denunciando la desaparición y el carácter netamente político de la misma, producto de la represión reinante contra cualquiera que se opusieran al régimen.
Se realizaron además denuncias contra el gobierno de facto de entonces como responsable del secuestro y asesinato de Ana María.
Se pidieron informes de todo tipo y a todos los organismos del estado y autoridades, pero resultaron totalmente infructuosos como sucedía siempre, recibiendo como única respuesta su cuerpo acribillado y tirado en un zanjón.
Esto formaba parte de una metodología llevada a cabo por la dictadura. Estaba claro en aquel momento que ningún grupo de tareas, sea cual fuese, actuaba sin la venia y la ayuda de los aparatos de Inteligencia y de Operaciones del Ejército
El Ejército manejaba y centralizaba la represión y lo hacía por jurisdicciones. Se habían repartido la división del territorio.
La zona de los hechos de Ana María, correspondía a la zona de Campo de Mayo… es decir la llamada Zona 4, y en su caso, lo hicieron en conjunto con la Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA).
Si bien la mayoría de las desapariciones del PST se produjeron entre los años 1976 al 79, La persecución continuó.
En el Estudio Jurídico del PST, que funcionaba en la calle Sarmiento al 2800, teníamos permanentemente una persona, ubicada en el edificio de enfrente. Filmaba a todo aquel que entraba o salía, en especial a nosotros, los abogados.
En 1981, recibí varias amenazas telefónicas en el estudio para que dejara de defender a esos “zurdos”, diciéndome que me iba a pasar lo mismo, inclusive poniendo sonidos de agua, simulando lo que ellos denominaban “submarino”.
Después de los sucesos de Ana María en febrero de 1982, en el mes de marzo, debo viajar a Catamarca para presentarme en una causa, donde, por los hechos que la generaron, había muchos implicados. La mayoría procesados y encarcelados y el resto, habían muerto supuestamente en un enfrentamiento (19 fusilados).
En este expediente, la mayoría de los abogados intervinientes anteriores, habían sido asesinados, otros se encontraban desaparecidos, y algunos encarcelados a disposición del PEN.
Luego de pasar por el juzgado y tomar vista, fui secuestrada, y llevada encapuchada a una dependencia de inteligencia. Me sometieron a todo tipo de interrogatorio y luego me trasladaron en un Falcón verde, con tres efectivos fuertemente armados, hasta la escalinata del avión, diciéndome a viva voz que “no regresara más, que si no me iba a pasar lo mismo que a los de la matanza del Regimiento de Catamarca”.
Esto era fiel muestra que la persecución a las organizaciones políticas, a pesar de los años que corrían, continuaba.
Lo sucedido con Ana María, fue uno de los hechos más dolorosos que me toco transitar por una compañera.
Los años de militancia, las convicciones, la experiencia, y todo lo vivido me enseñaron que nunca debemos, ni podemos olvidar. Por nosotros, nuestros compañeros, por los que estuvieron, están y estarán, no debemos ni podemos rendirnos….
Después de 36 años se está llevando a cabo el juicio, para condenar a los culpables del secuestro, tortura y asesinato de Ana María Martínez, pero para los que transitamos todo ese horror, esos 36 años fueron ayer…..
Dra. Raquel Coronel, abogada.
Integrante del equipo jurídico del PST desde 1978