El discurso de Cristina: conciliación y guiños antiderechos
Ayer se llevó a cabo la primera jornada del Foro Mundial del Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO, el mismo fue promocionado como una “contra cumbre” al G20, que se realizará en los próximos días, aunque la propia CFK se encargó de quitarle ese título para no aparecer como “contra”. Entre las principales “atracciones” del evento estaba la aparición pública de la ex presidenta de Argentina, quien con su discurso dejó en claro porqué su mejor estrategia, hasta ahora, venía siendo el silencio.
Lejos de la imagen combativa y dura, casi revolucionaria, cercana al mito que venden sus aduladores profesionales y también muchos de sus rivales políticos, Cristina desarrolló mejor que nadie los argumentos sobre porque su proyecto es conciliador, tibio, y socio de viejas castas empresarias, políticas y eclesiásticas; que la ubican lejos de representar un camino positivo. Desde estas líneas queremos debatir sus dichos y omisiones, y plantear cual es la construcción necesaria para enfrentar a fondo a Macri, al FMI y a las derechas continentales, algo que millones queremos y necesitamos para frenar tanto ajuste.
Verdes y Celestes
Como feministas, que junto a miles este año estuvimos en la primera fila peleando por nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, no puede más que indignarnos los dichos de Cristina en su discurso. Ella omitió mención a la enorme batalla que dimos y sigue dando el movimiento feminista en nuestro país. Y no fue un olvido casual, sino que tiene íntima relación con lo que sí dijo en su afán de lograr la mayor “unidad”, porque nos llamó a conciliarnos con los sectores que militan día a día contra nuestros derechos, al igual que lo hizo el día del debate por el aborto legal en senadores, cuando nos llamó a no enojarnos con la Iglesia. La división no es entre quienes rezan y quienes no, porque cada quien es dueñx de creer en lo que quiera, el tema está en que política de gobierno se lleva adelante; es con la fuerza de la marea verde y con todas sus demandas, o con los reaccionarios dogmas de la institución por excelencia enemiga de nuestros derechos, que empuja a las mujeres a recurrir al aborto clandestino y a la muerte.
Ningún proyecto político alternativo, emancipador, realmente feminista, puede plantear la conciliación con estos sectores reaccionarios. Por eso con la fuerza de la ola verde vamos a seguir impulsando un país laico donde el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo sea ley, donde la educación sexual integral sea implementada en todos los niveles y en todo el territorio, donde no se les ceda ni un paso a los sectores retrógrados. Tenemos que construir colectivamente un proyecto que se plante como alternativa al macrismo y a las distintas variantes de derecha en Argentina y en todo el continente. Y ese proyecto tiene que ser feminista, anticapitalista y anticlerical.
Además, a diferencia de CFK, a nosotras no nos molesta presentarnos como “contras” a los poderes imperiales que representa el G-20; porque además de decir lo que no queremos y organizar verdaderas contracumbres y marchas contra el G-20, también sabemos decir y defender lo que sí queremos: el Aborto Legal y la separación definitiva de la Iglesia del Estado. Las Iglesias y sus políticas de odio tienen que dejar de inmiscuirse en nuestras vidas y dejar ser bancadas por el Estado con subsidios millonarios. No queremos ninguna unidad con esos sectores, porque peleamos por una sociedad en la que podamos vivir en libertad. A diferencia de CFK, nosotras con el clero que encubre pedófilos, nunca. Con las pibas, siempre.
Preparando el 2019: pensamiento crítico sin autocríticas
La participación de Cristina (también la de Dilma y otros) transformaron el foro de CLACSO en una especie de acto de afirmación acrítica y orientación política para la “tropa” propia y el establecimiento de los “principios” que regirían un espacio de unidad electoral de cara al 2019 y variantes similares en otros países de la región. La elección de la polémica contra el “modelo” del macrismo era cantada, pero el tono mostró, más allá de algún que otro chascarrillo, la ratificación de la estrategia del espacio K y sus aliados con una sola variante; la disputa electoral del año próximo uniendo a todo el PJ. Por eso es importante analizar no solo lo que dijo Cristina, sino lo que omitió decir, porque ambos elementos conforman el retrato de un proyecto político que puede ganar o perder, pero no representa una salida para la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.
En varios de los momentos de su discurso comparó su gobierno con el actual mostrando números reales, ya que e s evidente que bajo el macrismo el país está cada vez peor. Pero lo que no planteó es por qué luego de 12 años de gestión muchas de las cosas que hoy critica no se cambiaron durante ese período, cuando tenían mayoría en las cámaras y un fuerte apoyo social. No lo hizo por una razón, en ese momento los cambios que hoy propone hubieran puesto en juego sus propios privilegios.
Habló de “nuevas arquitecturas institucionales para preservar el funcionamiento de la democracia”, de los tres poderes del Estado, marcando lo vetusto del poder judicial, entre otras cosas. Para ampliar y “preservar” la democracia, lo primero que hay que hacer es garantizar todas las formas de toma de decisiones, que sean verdaderamente democráticas, que todos los cargos sean revocables, para que el que no hace lo que dijo se vaya. Hay que democratizar la justicia, elegir los jueces por voto popular y terminar con las relaciones carnales con el poder político de turno. Hoy CFK denuncia a la justicia porque está aliada al macrismo y la persigue, pero durante su gobierno mantuvo los privilegios en las relaciones directas con la Justicia. Como también se mantuvieron los privilegios de todo el poder político y los negociados del estado con las grandes empresas, corrupción mediante.
En todos esos años siguió la ganancia extraordinaria del poder financiero, de las corporaciones mineras, petroleras y agrotóxicas. Y jamás quiso que se trate y se vote la ley de Aborto legal Seguro y Gratuito. Ahora, a un año de las elecciones, ya de nuevo arrancan los discursos y es notorio el intento electoralista de conciliar, de ganar adeptos de diferentes vertientes ideológicas. Decir un poco de cada cosa, tratando de quedar bien “con dios y con el diablo”. No te dejes engañar; todes queremos salir de Macri y terminar con este modelo. Y para eso hay que unirse ahora, en las calles y en cada lucha, y no sentándonos a esperar, cuando encima en sus discursos ya nos anticipan que si vuelven a gobernar, lo harán por el mismo camino; aceptando las condiciones del capital, bancando a una casta privilegiada que nos oprime, explota, saquea y contamina, en desmedro del conjunto de la población.
Lo que no dijo dejó en claro lo que quiere
Cristina omitió decir, por ejemplo, que una parte importante de los que ella incluye en su llamado “frente social, cívico y patriótico” su frente anti-neoliberal, votaron el 90% de las leyes de ajuste de Macri, entre ellas el Presupuesto 2019, diseñado por el FMI, hace pocos días. Omitió decir que en este contexto económico, las centrales sindicales y los principales gremios del país, participe de su frente, facilitaron que avance el plan “neoliberal” al no convocar a ninguna medida de fuerza para detenerlo.
Por último, CFK omitió mencionar qué medidas económicas, políticas y sociales aplicaría, cuál es el famoso modelo alternativo al de Cambiemos. Su llamado a la comparación de dos “modelos” es una forma de esconder que, hacia adelante, más allá de la pirotecnia no propone salir de los marcos de este sistema explotador y desigual.
Estas omisiones en su discurso, junto con algunas definiciones, dan la pauta que lo de ayer fue el fortalecimiento de la campaña por la unidad del PJ, incluyendo sus nefastas y grandes alas derechas, que sí existen, aunque quiera ocultarlas proponiendo la irrealidad de no hablar de “izquierda y derecha”.
Derecha sobra. Unamos a toda la izquierda
Nada positivo se puede esperar de quienes hoy llaman a enfrentar a Macri aliándose con los antiderechos, con el PJ que ajusta en sus provincias y es el garante de la gobernabilidad y con lo peor de la vieja burocracia sindical que levanta las medidas de lucha contra el ajuste por migajas. Para enfrentar de verdad el avance de las derechas, también hay que plantarse como alternativa a los falsos progresismos que han sido los responsables de dejar la puerta abierta para que entren en escena los Macri o los Bolsonaro.
Por esto la tarea es fortalecer una alternativa real, conformando un nuevo y gran tercer espacio independiente de toda la izquierda, que dispute en las calles, en cada lucha, que sea una opción también electoral para los millones que ven que con Macri no va más y que tampoco quieren volver al pasado. Desde el MST llamamos a conformar este espacio, con un programa de ruptura con el FMI, lejos de todas las viejas estructuras políticas reaccionarias y que tenga medidas sociales, económicas y políticas antiimperialistas y anticapitalistas, y sea feminista, laico y ecosocialista. Para darle fuerza a esta propuesta el MST realizará este viernes 23 a las 18hs un acto en Congreso, te invitamos a venir y a fortalecer una alternativa contra Macri, el FMI, las derechas y las falsas viejas opciones que defraudan.
Cele Fierro – Referente del MST y Juntas y a la Izquierda