Sentencia en el juicio por Ana María Martínez: Prisión perpetua a los genocidas Apa y Muñoz
En la mañana de hoy, 6/12/18, estaba convocada la audiencia para dictar sentencia en el Tribunal Oral Federal Nº 5 de San Martín, en la causa por el asesinato de nuestra compañera del PST (Partido Socialista de los Trabajadores), Ana María Martínez.
Ana María había sido secuestrada en febrero de 1982 por un grupo de tareas del ejército, dependiente de Campo de Mayo, y apareció días después asesinada en Escobar. Fue uno de los últimos crímenes de la dictadura militar.
Desde la Comisión de Familiares, Amigxs y Compañerxs de Ana María Martínez habíamos convocado para hoy a las 8,30 hs en la plaza de San Martín, para marchar al Tribunal. Anoche todes dormimos mal porque nos costaba creer que estábamos a pocas horas de saber la sentencia y si bien tenemos cero confianza en una justicia que lleva adelante un juicio 36 años después, sabíamos que la lucha por acorralar a los asesinos de Ana María había sido enorme, que el equipo de abogados encabezado por el Dr. Pablo Llonto había hecho un trabajo excelente, que la investigación de la Comisión Provincial de la Memoria había aportado datos valiosos contra los genocidas y que los testimonios de Carmen Metrovich, cuñada de Ana María, y de Guillermo, el compañero de Ana María que viajó desde España y es querellante y testigo fundamental, habían sido de una importancia gigante.
Hoy en la plaza San Martín nos encontramos y nos abrazamos entre lágrimas muches viejes militantes del PST. Fue emocionante ver a nuestro compañero Mario Doglio, darle un abrazo a Susana Zaldúa, a Nora Ciaponni, a Oscar Bonato, a Mario Cusa y a tantos compañeros con los que compartimos esta lucha. Marchamos desde la plaza San Martín hasta el TOF Nº1 con las banderas de la Comisión de Familiares encabezando y las organizaciones atrás. Estamos orgullosos de la gran presencia del MST, que con banderas, pancartas, banderines y batucada le dimos color y calor a la marcha al grito de “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”.
Las últimas palabras cínicas de los genocidas
Enseguida llenamos la sala principal del Tribunal y la sala anexa, y muches compañeres se quedaron afuera cantando y esperando la sentencia. Con Carmen, Guillermo, Vilma Ripoll, Mario Doglio y otres integrantes de la Comisión estuvimos en la primera fila y pudimos mirar de frente a los ojos a las genocidas.
Antes de dictar la sentencia, los jueces ofrecieron a Norberto Apa y a Guillermo Muñoz, la posibilidad de hablar. El genocida Norberto Apa, ex Comandante de Institutos Militares en Campo de Mayo, y uno de los responsables directos del asesinato de Ana María, aceptó hacer uso de la palabra y con el mayor de los cinismos le dijo a los jueces que “antes de dictar sentencia debían saber que él había sido ascendido a General durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y que lo había hecho con pleno conocimiento de su legajo”.
Apa afirmó que en estos 36 años había “sufrido una persecución, llena de falacias, mentiras y errores”. Y para finalizar sostuvo “que soy inocente y pido justicia por la paz y el sosiego republicano y para sanar las heridas del pasado con la verdad”.
Tuvimos que apretar los dientes y los puños para no gritarle asesino en su cara, porque de esa forma el juicio se interrumpía y se postergaba la sentencia.
Guillermo Muñoz, ex jefe de Personal de Campo de Mayo, el hombre que sabía que detenides entraban y salían y a quienes se fusilaba o asesinaba, no quiso hablar.
Los jueces establecieron un cuarto intermedio de 45 minutos para reunirse y dictar la sentencia. Ahí explotó la sala. Un grito profundo de “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar” brotó de nuestras gargantas y se confundió con los bombos y los cantos de les compañeres de afuera.
Salimos y volvimos a abrazarnos y a gritar con más fuerza. Estábamos a pocos minutos de conocer una sentencia trascendental después de años y años de lucha sin descanso.
Crimen de lesa humanidad y prisión perpetua a los asesinos
Cuando el juez comenzó la lectura de la sentencia los nervios nos invadían. El primer punto, calificando al asesinato de Ana María Martínez como un crimen de lesa humanidad nos empezó a aflojar mientras nos brotaban lágrimas de los ojos. Después se rechazó y no se hizo lugar a los pedidos de la defensa de Apa y de Muñoz sobre la inconstitucionalidad de la causa. Y se los condenaba por ser coautores de la privación ilegítima de la libertad de Ana María, de haberla secuestrado, amenazado y de ser culpables de homicidio doblemente agravado. Y cuando se los condenó a prisión perpetua nos abrazábamos entre lágrimas porque habíamos logrado el objetivo: que se pudran en la cárcel!
Si bien los jueces no aceptaron el planteo de la querella de que este caso, como todos los otros, se desarrollaron en el marco de un genocidio, escuchar en boca de los jueces la prisión perpetua y el final del juicio, hizo que estalláramos en gritos y abrazos. “Y ya lo vé, y ya lo vé, es el glorioso PST”. Ana María Martínez y 30.000 compañeres asesinades y desaparecides: presente! Y después de recordar a nuestras compañeras y compañeros caídos cantando La Internacional fuimos abandonando la sala.
Afuera entre abrazos emocionados seguimos cantando “No importa que diga el gobierno, a los caídos no los vamos olvidar, en cada lucha, ellos están, y por un mundo socialista volverán”. Escuchamos las palabras emocionadas de Carmen Metrovich, de Guillermo, del abogado Pablo Llonto, de los integrantes de la Comisión y nuestra compañera Vilma Ripoll llamó a mantener la lucha y la movilización, y que el mejor homenaje a Ana María Martínez y a todes les compañeres del PST es seguir la lucha por la que elles dieron la vida, la lucha por una Argentina y un mundo socialista.
Ana Urruti y Sergio Katz, MST regional Norte y de la Comisión de Familiares, Amigxs y Compañerxs de Ana María Martínez