¿Segunda vuelta? Primero, proyecto político alternativo
En las últimas semanas, en el marco del peso que va tomando la campaña electoral, un sector vuelve a poner en debate qué hacemos si hay segunda vuelta, como sucedió en 2015. Desde estas líneas hacemos un aporte para debatir lo que creemos fundamental: el análisis de la situación del país y qué proyecto político nos permitirá romper con esta lógica de explotación y miseria. En realidad, la pregunta sobre el ballotage es tramposa porque quiere discutir un escenario prematuro para bloquear el verdadero debate de fondo.
Lo primero a analizar es la situación de crisis en la que se encuentra nuestro país:
Salimos de un 2018 donde la inflación trepó cerca del 50% y la caída de la producción, según los propios analistas burgueses, llegó al 3.5% del PBI.
Por si faltaran golpes al bolsillo obrero y popular, el regalo de fin de año del gobierno macrista fue un aumento brutal de las tarifas de servicios: la mayoría de ellas supera el 30% sólo en los primeros meses.
Y según un informe, la fuga de capitales fue de 59.328 millones de dólares durante estos tres años de gobierno macrista, monto superior al acordado con el Fondo Monetario Internacional1.
Este es el país real, donde las supuestas inversiones que iban a reactivar la economía no llegaron. En este año electoral hay más incertidumbre y, aunque llegaran, sería para seguir agrandando los capitales de la burguesía y llevándose afuera nuestros recursos -que sí los hay y muchos-, tal como lo han hecho durante todos los últimos gobiernos.
Con este panorama, que muestra un camino económico y social muy complejo. Por un lado, el gobierno va a seguir tratando de ajustar para cumplir las exigencias del FMI. Por el otro, la clase trabajadora y los sectores populares seguirán enfrentando y resistiendo esta política. La pregunta a responder es: ¿cuál es la salida?, ¿qué propuesta alternativa concreta hoy levantan los distintos espacios políticos?
Propuestas de fondo para salir de la crisis
A aquellos sectores que nos increpan sobre qué vamos a votar si hubiera un balotaje Macri-Cristina, nosotros antes les queremos preguntar: ¿qué van a hacer con la deuda externa y el acuerdo Macri-FMI?
Nosotros proponemos con toda claridad la ruptura del acuerdo y la suspensión de todo pago de esa deuda fraudulenta. Entre 2019 y 2020, los pagos totales de deuda que debe enfrentar el país representan 1,25 veces la tenencia de reservas del Banco Central, que hoy equivalen a 83.000 millones de dólares. En 2020, ¿qué va hacer el kirchnerismo? Con el ex ministro Kicillof a la cabeza, han salido a plantear que no van a romper con el Fondo y que habrá que reestructurar la deuda. Esto significa mayores intereses a pagar y seguir atados a las recetas de ese organismo imperialista, que sigue ajustando, exigiendo más reforma laboral y ampliando la edad jubilatoria, entre otras medidas.
Hace pocos días se hizo público que los bancos, en el marco de la crisis económica, han salido ganando. El Banco Central informó que el sistema financiero casi duplicó sus beneficios en noviembre de 2018 en relación con igual período del año anterior. ¿Qué va a hacer el kirchnerismo frente a los bancos, por ejemplo? ¿Va a seguir bancando que las entidades financieras sigan manejando los hilos de nuestra economía? Nosotros proponemos lo contrario: terminar con el secreto bancario, la especulación financiera y la fuga de divisas que nos desangra. Por eso hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior.
Qué proyecto económico y político
Un tema muy actual es con qué propuestas terminar con los tarifazos. Estamos de acuerdo en retrotraer los precios. Pero para lograrlo, ¿hay que volver al sistema de subsidios? Y la plata para esos subsidios, ¿de dónde la sacamos en el marco del país hundido como está, sin el “viento de cola” económico que tuvo el kirchnerismo en el período anterior?
Sin medidas de fondo, no hay solución. Hay que rescindir todos los contratos de concesión privada, nacionalizar las empresas sin indemnización y ponerlas a funcionar bajo un estricto control social, de los trabajadores y los consumidores del sector. ¿Están dispuestos a estos cambios estructurales? Porque sobre esto callan, y el que calla, deja correr lo que está…
El derecho al aborto y la separación de la Iglesia del Estado, ¿no deben ser propuestas programáticas de todo proyecto realmente progresista? ¿Van a disolver esa cueva de dinosaurios privilegiados llamada Senado? Según Cristina, verde y celeste juntos, para alegría del Papa y sus pares senadores…
Estos son algunos de los debates centrales a hacer hoy, cuál es el proyecto económico-social alternativo para salir de esta crisis que vivimos y qué espacio político levanta esas salidas alternativas, de ruptura. Y cuando llegue el momento, si es que llega, de una eventual segunda vuelta, tendrán un peso decisivo estas propuestas de salida, de verdaderos cambios, para definir lo que como socialistas vamos a hacer.
Ante este debate cabe recordar un párrafo de Trotsky en Lección de España, última advertencia: “Los teóricos del Frente Popular no van más allá de la primera regla de la aritmética: la suma. La suma de comunistas, de socialistas, de anarquistas y de liberales, es mayor que cada uno de sus términos. Sin embargo, la aritmética no basta: hace falta cuando menos conocimientos de mecánica. La ley del paralelogramo de fuerzas se verifica incluso en la política. La resultante es, como se sabe, tanto más pequeña cuanto más divergentes sean las fuerzas entre sí. Cuando los aliados políticos tiran en direcciones opuestas, la resultante es cero.”
Para terminar con la política de ajuste y entrega del macrismo y sus cómplices no basta con un frente “anti-ellos”, si no discutimos cuál es el proyecto de fondo a levantar.
Nosotros somos socialistas, peleamos por otro sistema, que termine con estas relaciones de producción capitalistas que día a día agudizan la explotación y la opresión. Romper con la burguesía y el imperialismo, límite que las variantes del PJ que ya nos gobernaron no superaron. El capitalismo es siempre neoliberal y salvaje, no hay cómo humanizarlo. La lucha es por construir una nueva sociedad igualitaria: una Argentina feminista, laica y socialista.
El sectarismo del FIT, funcional a los K (y a Macri)
Si hoy el kirchnerismo debate sobre la segunda vuelta y se ubica como la fuerza segura en ese lugar para enfrentar a Macri, en parte se debe a que en la izquierda no hemos logrado transformarnos en un polo de referencia para amplios sectores. En este sentido, el rol del FIT actúa para que esto no suceda y así termina siendo funcional a la burguesía en su conjunto, incluido Cambiemos.
Su escepticismo de no confiar en que podemos convertirnos en una fuerza superadora y ser un tercer espacio alternativo afianza su sectarismo. También su negativa recurrente a la unidad que hace falta en las calles, en lo sindical y también en la conformación de una nueva alternativa política y electoral de izquierda, unitaria e independiente de todos los partidos del sistema. Desde el MST seguimos insistiendo en este camino de unidad.
Cele Fierro
1. Ámbito Financiero, 22/1/19.