Debate en enfermería: democracia sindical para ganar

Como sosteníamos en varios artículos anteriores, el impresionante proceso de movilización de enfermería (el 2001 de la enfermería), sufrió el problema de encontrar a su frente espacios políticos que pretendieron controlar el proceso. Esto es, intentar encapsularlo. Así fue como surgieron en un primer momento dos “coordinadoras” Una impulsada desde la Junta Interna ATE Garraham y otra desde la AECAF/SITRE.

Nuestra postura en ese proceso fue participar en ambos espacios para que se unieran a pesar de las diferencias existentes en cada uno. Por el peso de la movilización hubo momentos en que tal confluencia se dio; pero dicha confluencia convivía con la estrategia, por parte de cada uno de los espacios de coordinación, de controlar la lucha de enfermería bajo su programa.

Cronología de los hechos: dos modelos de organización y lucha

Desde la “coordinación” impulsada por la Junta Interna ATE Garraham se votó un programa sin conexión con las tareas por las cuales se había movilizado enfermería. Es decir, enfermería se movilizó contra la discriminación y por la inclusión y aborrecían cualquier otro objetivo dado que parecía una desviación de la tarea inmediata. De esta manera, en vez de acompañar y al compás del desarrollo de la lucha ir incorporando demandas más profundas arrancaron con un todo que enfermería lo interpretó como algo ajeno al movimiento. Así es como se aislaban del nivel de conciencia de las y los enfermeros movilizados. Este espacio realizó su tercera asamblea en el Hospital Álvarez desde el cual se autodenominó Interhospitalaria.

Desde la “coordinación” de la AECAF/SITRE se impulsaba un programa de mínima completo, solo estaban por la inclusión en la 6035 y se sostenía que era contraproducente discutir de cualquier cosa que superara eso. Este programa les permitió estar más cerca del conjunto de enfermería en un primer momento; sin embargo, comenzó a chocar con las y los referentes de los hospitales que veían la necesidad de avanzar en discusiones más profundas.

En síntesis, cada espacio oponía su programa y llegaba a un bloqueo mutuo. Dada esta realidad desde el MST y sus agrupaciones se intervino en ambos espacios junto a un grupo de referentes para lograr un modo de funcionamiento distinto donde se avance en la consultas por hospital con mandatos de base para romper con la lógica divisionista de ambas coordinaciones.

La primera asamblea en donde se discutió este criterio y, por ende, quién podía votar y quién no, fue en el Hospital Gutiérrez. En esta asamblea comenzó a funcionar un criterio que podía saldar los matices entre cada una de las “coordinaciones”. Este ensayo permitió disolver las “coordinadoras” unificar el proceso (de hecho se fusionaron las comisiones de trabajo de ambos espacios) que era un reclamo unánime y crear un espacio que sea de todos los hospitales. Sin embargo, en dicha asamblea un grupo de activistas (hoy apropiadores de la interhospitalaria) se arrogó la capacidad de modificar votaciones que se habían realizado como fue el caso del escrache a SUTECBA. Luego de votado el mismo, se desactivó por las redes. Y comenzó una lógica en donde se realizan todo tipo de acciones que no tenían que ver con lo que los hospitales habían votado. Como llevar la bandera de la interhospitalaria a un acto con Kiciloff o deambular por los despachos de los diputados para armar un proyecto de ley que no respetó siquiera las consignas de inclusión votadas. Esta lógica le dio el argumento al sector de AECAF/SITRE para realizar una nueva coordinación llamada Multisectorial.

Luego de estos hechos el gobierno recibió a una delegación de referentes de los hospitales, con el objetivo de ganar tiempo y debilitar el proceso. Para incidir sobre la división colocó el problema de que si pedían el pase de todos los enfermeros era inconducente y los únicos que debían pasar eran los licenciados, aunque tampoco lo aseguró y prometió llamar en 15 días. De más está decir que nunca llamó.

 

       La Bordo de Sanidad y Alternativa Salud en la lucha por la inclusión profesional

 

Esta discusión se trasladó a la asamblea de la Lagleyze. La votación se dio entre las tres siguientes mociones 1) pase a la carrera de los Licenciados y los Profesionales, auxiliares pase al tramo 9; 2) el pase de los licenciados y mejoras para el resto y 3) el pase a la carrera de los licenciados de manera directa, el pase de los profesionales completando su curricula en horario de trabajo y mejoras para los auxiliares para que tengan las mismas condiciones laborales. De 30 votos emitidos la votación el resultado fue 1) 17; 2) 11 y 3) 4. Hubo dos votos de más (lo cual pone en duda los resultados); pero fundamentalmente la votación fue paritaria o sin mayoría clara. Lo cual constituye siempre un problema para fortalecer la lucha. Sin embargo, el sector que logró el margen que le posibilitaba hablar de mayoría (independientemente de que parte de esos 30 votos eran de personas que solo se representan a sí mismas) vitoreó un triunfo pírrico.

 La asamblea del 13/2

En este marco de situación llegamos a la asamblea Interhospitalaria del 13/2 que se realizó en el Hospital Garraham al contrario de lo que se había votado en su momento de que las asambleas se realizaran en los hospitales de CABA. Esto no es una casualidad. En dicha asamblea al inicio el control lo tenía la Junta Interna ATE Garraham que pretendió, fiel a su lógica, echar a Christian Acosta que, (nos guste o no), es uno de los representantes votados del H. Ramos. La lógica que representa esta moción es la del pensamiento único, la de solo aceptar a quien piensa igual. Es la lógica del modelo sindical monolítico y burocrático. Después de una discusión la moción fue retirada y se pasó a votar a la mesa coordinadora de la asamblea. Para decidir quienes la conformaban se produjeron todo tipo de irregularidades que no tienen nada que ver con la democracia sindical. Votaban militantes políticos que no trabajan siguiera en el sistema de salud, todos los miembros de la Junta Interna ATE Garraham presentes que naturalmente estaban en la asamblea. En vez de votar por un solo postulante, votaban tantas veces como amigos tenían postulados. Un mamarracho que denunciamos pero que al haber mucha gente que no era verdaderamente representante de su hospital (votaba cualquiera) le impusieron las votaciones a la mayoría de les representantes.

El punto de quiebre de la asamblea

En un giro burocrático los conductores de la interhospitalaria determinaron que no podían votarse cosas que ya se habían votado, por más que varios hospitales llevaron mandatos de sus bases con resoluciones contrarias al pase de los tres niveles. Ahora, esta regla inventada se exceptuaba para las cuestiones que eran de su interés, como lo fue la resolución sobre la prerrogativa del uso de la bandera interhospitalaria. Totalmente inconsistentes.

Esta discusión pegó un salto de calidad al presentarse los resultados de una consulta del Hospital Álvarez. Dos representantes informaronque habían hecho una consulta sector por sector y a fondo con enfermería que, había dado un resultado distinto al pase de los tres niveles. En una actitud repudiable en todo sentido, otro de los representantes se levantó para deslegitimar la intervención, llegando a decir que por consultar se dividió al hospital. Más claro imposible.

Cuando se iba a pasar a la votación con los referentes esta minoría apeló a que directamente voten supuestos referentes del sector privado sin mandato ni nada.

De la asamblea en donde había 19 representantes de hospitales de CABA se retiraron 13, de los que se quedaron el Álvarez no votó y del Gutiérrez votó una compañera que no tiene mandato. Para llegar a los 14 votos que muestran en su comunicado votó gente sin ser representante sino solo participantes individuales y otros directamente se autoproclamaron representantes cuando no fueron votados por nadie o habían renunciado a su representación. Un verdadero fraude.

Estos métodos aplastan la participación y son contrarios a la necesidad de fortalecer la movilización para poder lograr los objetivos. Bajo una jerga radical en la que plantean todo o nada lo único que logran es ser funcionales a Larreta, AMM y SUTECBA.

El debate del pase a la carrera profesional

El pedido de pase de los tres niveles directamente a la carrera profesional en vez de ayudar a avanzar el proceso lo hace meterse en un callejón sin salida. Plantear un objetivo que no comparte una mayoría de los enfermeros que se han movilizado es contrario a lograr avanzar. En ningún lugar del mundo puede ser reconocido como profesional un auxiliar de enfermería. En ninguna de las provincias de la Argentina en donde están reconocidos los enfermeros como profesionales se incluye a los auxiliares. Ni en la propia Ley de Enfermería se le reconoce si no se profesionalizan en un período de tiempo dado. Esto lo comparten la mayoría de los propios auxiliares. Por eso mismo, el argumento de que se los excluye y que eso hace que no se movilicen no solo es falaz, sino también una estafa para los propios auxiliares que les crean. De hecho, en comunicados emitidos luego de la asamblea por parte de estos individuos empiezan a ser contradictorios al respecto. Sacaron un flyer invitando a la movilización del 1/3 pidiendo solo el pase de licenciados y  profesionales y en trípticos que sacaron para ciertos hospitales sostienen que deben pasar todos. O son un grupo inconsistente o en realidad sus posturas tienen que ver con la rosca más que con la necesidad de las y los enfermeros que dicen representar.

Es real que hacen las mismas tareas y por eso mismo hay que pelear porque los auxiliares tengan las mismas condiciones laborales, que no es lo mismo que el reconocimiento profesional. Por eso la propuesta transicional que incluye al colectivo de enfermería es el pase de los licenciados, facilidad para que se licencien los enfermeros completando su carga curricular en horario laboral y mismas condiciones laborales para los tres niveles.

En la lógica del todo o nada ya sabemos lo que pasa. Y eso pasa porque para llegar al todo, un tipo de sociedad distinto es el que necesitamos. Lamentablemente este grupo razona con un sistema binario: solo tienen el 0  y el 1. Pero para llevar adelante los procesos de lucha hay que partir de la realidad y utilizar toda la escala numérica. Sabiendo que entre el 1 y el 0 existen infinitos números y lo importante es avanzar tomando en consideración la globalidad de los problemas a resolver.

La necesidad de un espacio nuevo y las tareas estratégicas

 Esta realidad (desprecio por la opinión del colectivo de enfermería y propuesta de salida que constituye un callejón sin salida) colocó objetivamente la necesidad de tomar otro camino. La lucha necesita buscar la forma de masificar la movilización y avanzar en un plan de lucha que tome como punto de partida lo que piensan los propios enfermeros. Porque no hay verdadera forma de avanzar en la inclusión si no es en la calle y con la presión de la movilización. Por eso una mayoría de representantes legítimos se propusieron conformar una nueva coordinación: “La Coordinadora Interhospitalaria”

Hay que profundizar el rumbo de la consulta en cada lugar de trabajo. Buscando activamente la participación del conjunto de enfermería e incluso sumando a las otras profesiones excluidas. Fortalecer la Coordinadora interhospitalaria con un método claro que respete la opinión de las mayorías, se incluya a las minorías y se sepa convivir con diferentes apreciaciones, ideologías y puntos de vista. Volviendo a motorizar la movilización masiva. Tenemos por delante, de manera inmediata la marcha del 1 de Marzo, contra el ajuste, y también la convocatoria de paro el 8M en el cual las enfermeras debemos ser vanguardia dado que en nuestra profesión somos la absoluta mayoría y que, las tareas de cuidado feminizadas por esta sociedad capitalista y patriarcal, también constituye uno de los obstáculos por los cuales la enfermería no es reconocida como profesional.

Para llevar estas tareas adelante es fundamental agruparnos y construir una herramienta alternativa de los que coincidamos con este punto de vista.

La Bordó de Sanidad / Alternativa Salud / ANCLA – CABA