CONICET: cientificidio planificado, reconversión capitalista
Mañana 10 de abril es el día mundial de la Ciencia y la Tecnología. Así con mayúsculas. Para nosotres, un día de lucha. Durante el fin de semana, el directorio de CONICET publicó los resultados de la convocatoria a la Carrera de Investigador Científico. De 2595 postulaciones, sólo se aprobaron 450 solicitudes, un 17,3% del total. No es un accidente, ni un ajuste episódico. Es toda una orientación que consiste en achicar presupuesto estatal para investigación independiente (y reorientar fondos a pagar deuda externa); reorientar las partidas a los llamados “temas estratégicos” (agromodelo, megaminería y petrodependencia) y habilitar, claro, nichos de negocios para corporaciones amigas. Entonces, no es ajuste como medida de emergencia en una coyuntura, es una concepción.
Barañao siempre está
Hubo sectores del campo científico-técnico que tuvieron expectativas en la gestión anterior, y en el antes ministro ahora devaluado secretario Barañao. Este lobbysta de las corporaciones al interior del Estado no es una casualidad: expresa continuidades. El macrismo es claramente la etapa superior de la reconversión capitalista del sistema científico-técnico, pero la orientación centrada en el modelo extractivo agro-minero-exportador, no arrancó ahora, viene de la década anterior. Por lo tanto, nuestro planteo tiene dos dimensiones:
*Ahora, la más amplia unidad para luchar contra este ataque en la coyuntura.
*Estratégicamente, discutir un sistema universitario y científico-técnico, al servicio de otro modelo de producción, consumo, desarrollo socioambiental y democracia real.
Disociar un plano de la lucha del otro, implica aceptar resignadamente el “malmenorismo” también en el CONICET. Nos oponemos a esa posición, categóricamente.
Expropiar el CONICET a las corporaciones (y echar a Barañao)
En lo inmediato está claro que el reclamo consiste en que todes les postulantes a la Carrera ingresen. Garantizar la continuidad laboral –y con un salario cuyo piso sea el costo de la canasta básica, hoy con alquiler incluido en $ 43.000- y que se vaya Barañao y su política lobbysta. Para eso, los sindicatos del sector, empezando por ATE, tienen que convocar a discutir y resolver democráticamente un serio plan de lucha que revierta la situación global de ajuste, en lugar de pensar como la mayoría de las conducciones sindicales, en las elecciones y los votos. Es crucial definir otro rumbo como proyecto para la Ciencia y la Tecnología del país, que defina sus prioridades en base a las necesidades del 99 % y no del mercado, y con la intervención democrática de les que le ponen el cuerpo a la investigación definir no el presupuesto que sobra, sino el que hace falta. No renunciamos al modelo científico-técnico de un país emancipado de corporaciones, modelo extractivo, FMI, burócratas y casta política. Por el contrario: más que nunca lo definimos como nuestra perspectiva.
Mariano Rosa