Para que el pueblo decida todo. Asamblea Constituyente libre y soberana
El gobierno quedó deslegitimado luego de la tremenda derrota en las PASO. Encima se desató una crisis que pagamos los de abajo. No se puede esperar. Hay que adelantar las elecciones pero que sean a una Constituyente para que el pueblo decida todo.
El principal condimento de estas elecciones ha sido la bronca contra los tres años y medio de ajuste macrista, que hicieron que la principal motivación para votar estuviera puesta en terminar con eso cuanto antes. Podemos decir que ese paso está dado.
Sin embargo, la corrida cambiaria mostró lo que, desde la izquierda, nos cansamos de señalar en la campaña: el país está sometido a los mandatos del FMI, el imperialismo y los grandes grupos económicos. No alcanza solo con votar diferente a Macri, para salir de la situación en la que estamos hay que tomar medidas de fondo, medidas que ningún candidato de las fórmulas del sistema ha mostrado voluntad de tomar.
Por eso creemos que es el momento de una Asamblea Constituyente, ya que nos permitiría poner en debate público los grandes temas nacionales como por ejemplo, qué hacer con el FMI, si hay que dejar de pagar la deuda externa, si vamos a seguir dependiendo de los especuladores o llegó el momento de nacionalizar la banca. Es decir, está claro que una gran mayoría le bajó la persiana al gobierno y su plan de ajuste y entrega. Necesitamos entrar en el debate sobre qué país tenemos que construir. Y para esto, nada mejor que debatirlo todo.
Si no decidimos lxs trabajadorxs, deciden los «mercados»
Los bancos y buitres financieros dieron un mensaje claro post – PASO. Se derrumbaron las acciones, el dólar se fue a las nubes y el riesgo país alcanzó niveles históricos para la última década. Las listas de precios están listas para dar un salto que traslade ese espiral especulativo al bolsillos popular.
No se trató de un mensaje en defensa de Macri, por más que éste lo interprete de esta forma y quiera usarlo a favor de su campaña de terror. Es el establecimiento de las condiciones para el futuro gobierno: o se paga y se continúa por el camino del ajuste o se viene el descalabro.
Ante eso, al igual que durante toda su campaña «de centro», Fernández no sacó los pies de plato. Eligió la fácil de pelearse tirarle una frase picante a Bolsonaro, pero sobre qué medidas tomar para frenar el saqueo del 25% a los salarios y jubilaciones no dijo ni mu. Algunos de los figurones del PJ balbucearon algunas medidas de neto corte capitalista. Y sus socios de la burocracia sindical avisaron que no es momento de hacer paros.
Para garantizar la voluntad popular de poner fin al gobierno de Macri no se puede especular con los tiempos electorales, las centrales deben convocar ya mismo a un paro general con movilización y para contraponer a la mano negra de «los mercados» tenemos que democratizar las decisiones y con la Constituyente generar un debate público y masivo sobre las medidas para salir de la crisis.
El problema de quién decide y al servicio de qué intereses no es menor en este punto. Si solo esperamos a que se desarrolle el calendario electoral, el gobierno de Macri va a continuar hasta diciembre. ¿Te imaginás si en 24 horas nos robaron el 25% del salario lo que pueden hacer en 5 meses? Incluso ya sugieren la posibilidad de pedir 20 mil millones de dólares más a los EEUU.
La Asamblea Constituyente pone en debate qué hacer frente a la crisis, qué medidas tomar, cómo reorganizar el país, qué instituciones construir, cuáles son las prioridades a las que responder.
De lo contrario las corporaciones seguirán imponiendo, sin consulta alguna ni nadie que los frene (Macri y Alberto se tiran la pelota el uno al otro) mientras los que pagamos la crisis somos lxs trabajadorxs.
¿Qué es una Asamblea Constituyente?
La crisis que nos agobia no se puede resolver a nuestro favor con un simple cambio de figuritas y es por eso que no alcanza con adelantar las presidenciales. Hay que convocar a elecciones para una Asamblea Constituyente, sin limitaciones, para deliberar y decidir cómo salir de este desastre y avanzar hacia otro modelo. Es la salida más democrática a la crisis.
La Asamblea Constituyente es un mecanismo institucional para dar salida en tiempos de grave crisis política y económica, tal como sucede ahora. Se convoca a elecciones nacionales para votar diputadxs, pero no para integrar el Congreso sino para reformar la Constitución en todo lo que haga falta y, al declarar a la Asamblea libre y soberana, tomar también las medidas económicas y sociales de corto y mediano plazo necesarias.
Se abre así un amplio proceso de debate democrático, con protagonismo de la clase trabajadora, las mujeres, la juventud, las disidencias y los sectores populares. Para eso se debe garantizar la participación electoral sin ninguna proscripción. Que todas las corrientes políticas tengamos acceso igualitario a los espacios gratuitos en los medios. El debate debe ser sin restricciones, para poder decidir sobre todo.
Para gobernar en beneficio de un puñado de privilegiados, Macri se ha apoyado en un régimen político que impide la participación democrática. Ha sido una constante de esta democracia capitalista.
Donde hay cheque en blanco, decretazos, leyes antipopulares impuestas con represión, vetos como sucedió con la prohibición de los despidos, pacto con el FMI sin consulta al pueblo, acuerdos «de gobernabilidad» a espaldas del pueblo, un Senado antidemocrático que frena la ley de aborto, una justicia adicta al poder, con jueces puestos a dedo y la Iglesia financiada por el Estado, con la plata de todos, entre otras tropelías. ¿Qué clase de democracia es esta?
Otro plan económico
La Asamblea Constituyente sería una herramienta para debatir cambios urgentes y también de fondo: una ruptura radical con este régimen político, económico y social.
Una salida de lxs trabajadorxs y el pueblo debería arrancar por romper con el FMI y no pagar la deuda externa, esa inmensa transferencia de riquezas hacia el capital financiero. Hay que cortar ese chorro y usar esos recursos para un plan económico alternativo que priorice el salario, el trabajo, la salud y la educación. Los bancos y especuladores financieros están haciendo fortunas: hay que nacionalizar la banca para evitar la fuga de capitales y terminar con la timba financiera. También nacionalizar el comercio exterior, para que el agronegocio y las exportadoras dejen de saquearnos, entre otras medidas.
Otro modelo político
Además hay que cambiar de raíz el régimen institucional. Terminar con los privilegios de la casta política. Los funcionarios deben ganar igual que una directora de escuela y utilizar obligatoriamente la escuela y el hospital público. Revocatoria de mandatos para quienes incumplen. Que los jueces, fiscales y comisarios se elijan por voto popular y sean revocables en caso de mal desempeño.
El Senado es un resabio feudal, ya que no es proporcional a la población sino que todas las provincias tienen tres senadores por igual. Eso favorece a las más chicas y perjudica a las más pobladas, como la de Buenos Aires. Además, como van dos cargos al ganador y uno a la segunda fuerza, todo queda en manos de las poderosas familias feudales de las provincias. Debe ser disuelto, igual que los senados provinciales. Proponemos una cámara única de diputados, elegidos tomando el país como distrito único, sin pisos y con verdadera proporcionalidad según la cantidad de votantes.
También se debe separar la Iglesia del Estado, eliminar todos los subsidios a los cultos y establecer el aborto legal.
Una Asamblea Constituyente como la que estamos proponiendo permitiría dar todos estos debates e iniciar un cambio de rumbo. Y tiene que declararse libre y soberana, con los más amplios poderes para reorganizar y refundar el país.
Nuestra propuesta incluirá un gobierno de lxs trabajadorxs y el pueblo que avance a una Argentina socialista.
Movilicemos por esta propuesta
La crisis abierta luego de las PASO ha expuesto las prioridades y los panes de los partidos mayoritarios y también las perspectivas planteadas desde la izquierda. Desde el MST queremos invitarte a que te sumes a impulsar con nosotres este programa, porque fue el mismo que defendimos en las elecciones y bancamos en cada lucha, porque la unidad que logramos en el FIT – Unidad es un gran paso pero necesitamos fortalecerla de cara a lo que se viene, porque estamos en el camino de construir una alternativa para los trabajadores, las mujeres y la juventud y eso solo será posible con el aporte de todos y cada uno de los que compartan estas propuestas.
Martín Carcione y Guillermo Pacagnini