La Matanza: avanzan los femicidios y la injerencia clerical
A dos días de gritar Ni Una Menos en todo el país, La Matanza amaneció con una mujer menos, y van 3 en menos de 20 días. Por otro lado, la intendenta -vicegobernadora electa- Verónica Magario y Daniel Martínez, rector de la UNLaM le han habilitado la universidad pública a la iglesia evangélica. Nuestra respuesta práctica y programática.
Temprano nos enteramos que en un descampado en Catán los vecinos encontraron el cuerpo sin vida de una mujer, con signos brutales de violencia y violación sexual. También se enteró el país, por el nivel de brutalidad del femicidio -y también por el morbo de los medios que han difundido fotos- pero además, porque La Matanza viene cocinando un triste record: es el tercer femicidio en veinte días. Además de garantizar la búsqueda y la condena al femicida, tenemos que analizar que existe un hilo de continuidad de corresponsabilidad estatal. En La Matanza tenemos una comisaría de la mujer -revictimizadora- y dos refugios. El presupuesto es ínfimo. Es decir, con distinto gobierno, se repite el escenario del país de Macri y la provincia de Vidal.
Por otro lado, en el municipio hace semanas que se extiende una polémica. Es que el evento internacional del pastor Cash Luna de la iglesia evangélica eligió celebrar un evento en Matanza. Primero lo realizarían en el ex aeroclub, dónde los vecinos de Laferrere vienen exigiendo el reconocimiento de Reserva natural del espacio. La iglesia quemó parte del pastizal, y se ganó el repudio de los vecinos, que lograron suspender el evento. Pero Verónica Magario y Daniel Martínez abrieron las puertas de la UNLaM para alojarlo. De manera inconsulta, claro. Está decisión arremete contra la laicidad de la educación y la exigencia del movimiento de mujeres y disidencias del estado laico, lo cual ha sido bandera de la lucha educativa histórica que hemos dado los estudiantes en 2018.
Ninguna agresión sin respuesta
Algunas organizaciones junto a decenas de vecinas y vecinos nos autoconvocamos desde las 18 hs para cortar la Ruta 3 a la altura del Km 28. En La Matanza, campeones del piquete en 2001, se sabe que para conseguir soluciones, hay que alterar la normalidad y molestar al gobierno. Y a pesar de que el cuerpo de la mujer aún no ha sido identificado, muchos vecinos se acercaron al corte, porque existe un repudio generalizado a la violencia de género y los femicidios que aumentan junto con la crisis social y económica. Se exigió por la búsqueda y la condena del femicida, por presupuesto para lograr el Ni Una Menos y se reafirmó una marcha para el 29 de noviembre siguiente, este viernes.
En la entrada de la Universidad Nacional de La Matanza se lució un pañuelo gigante por la “UNLaM laica”, junto a decenas de otros verdes y naranjas que flamearon en una positiva protesta. Además, hubo radio abierta donde desde se exigió la separación de las iglesias del Estado y desde el MST agregamos la necesidad de eliminar todos los subsidios estatales y el desmantelamiento de la Subsecretaría de Culto y nos solidarizamos con las luchas de los pueblos de Chile, Colombia y Bolivia. Para finalizar, y ante las idas y vueltas de Alberto Fernández con el aborto legal y su proyecto personal, llamamos a no depositar ninguna confianza en esa campaña. La única seguridad está en las calles por millones movilizadas. Ahí está nuestra confianza para conquistar el aborto legal.
Hay lugares donde sobra la plata y lugares donde falta
Hace dos días no más, marchamos masivamente a congreso en el Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, y tuvimos nuevas estadísticas. Cada 26 hs en Argentina una mujer es asesinada. En Matanza, la cifra es proporcionalmente más grave. Hace 4 años que la ola del #NiUnaMenos explotó y al día de hoy, con algunas conquistas, seguimos dando una pelea central a los gobiernos por el presupuesto.
La iglesia recibió este año 30.000 millones de pesos por vías directas (sueldos) e indirectas (educación, etc.). Los obispos hicieron la pose de renunciar a los subsidios, pero no dicen que esa cifra era tan solo de 130 millones. La iglesia evangélica también recibe subsidios y no nos confundimos en su caracterización. Si la católica es la iglesia cómplice del genocidio en 1976, la iglesia de Próvolo, la que avala el golpe en Bolivia; la evangélica es la de Bolsonaro, la que militó fuerte contra la ESI y el aborto legal en Argentina, la que también colabora con el pacto social. Mientras tanto, la Ley para combatir la violencia de género, la 26.485 sigue con un presupuesto asignado de menos de $1 por mujer por año. No está previsto un gran aumento para el año que viene.
La propuesta del MST es que la plata de las iglesias vaya a la construcción de refugios, a asistencia integral, a profesionales, a subsidios económicos, a cupo estatal para mujeres víctimas de violencia de género para evitar los femicidios antes que lamentarlos. Además, ese presupuesto tiene que tener control social. La deuda es con nosotras antes que con los curas y pastores o el FMI. Lamentablemente, tanto el gobierno nacional como el local continúan dando señales de lealtad al clero y el imperialismo. No les vamos a dar tregua. Seguiremos en las calles hasta conquistar todos nuestros derechos.
Ana Paredes Landman, referente de Juntas y a la Izquierda y dirigente del MST (La Matanza)