Mar del Plata: ¡al closet nunca más!
Besos, música, shows, alegría y unidad en la diversidad fue la respuesta política de la comunidad LGBTIQ de Mar del Plata ante un hecho de discriminación contra una pareja de jóvenes gays en el selecto balneario Ocean Club, de Playa Grande. Allí estuvimos presentes desde el MST, con nuestras agrupaciones Libre Diversidad y Juntas y a la Izquierda.
La situación ocurrió el primer fin de semana de enero, cuando Gustavo Posati (30) y su pareja Mariano Domínguez (31) decidieron disfrutar unos días de vacaciones. Mediante una llamada telefónica, al segundo día de ir al balneario, la administración les informó que no podrían ingresar porque habían protagonizado “escenas gays”.
Luego de varias excusas, las autoridades argumentaron que el día anterior una señora se quejó porque se estaban besando y “eso no se puede hacer porque el club es un lugar familiar donde hay niños”. Los jóvenes respondieron que ellos también son familia, dejando en evidencia la retrógrada postura discriminatoria hacia las familias no heteronormadas por parte de los concesionarios del balneario. Todo quedó registrado en un video que se viralizó rápidamente.
La pareja recibió numerosas muestras de solidaridad a través de las redes sociales, y el sábado 18 se organizó frente al balneario una jornada artística y de repudio, de la que participaron artistas como Flor de la V, la cantante española La Prohibida, la trapera drag de Fuerte Apache La Queen, la comediante Eli Trimarchi, la DJ Kime y la reconocida drag queen La Barby. El balneario permaneció cerrado durante toda la tarde y la movida le pegó a la empresa concesionaria en donde más le duele: en el bolsillo.
Por playas sin discriminación
La agresión sufrida por Gustavo, profesor de inglés, y Mariano, psicólogo, es una más de las tantas violencias y discriminaciones que aun suceden a diario, en el contexto de una sociedad capitalista y patriarcal. En la misma semana, dos lesbianas también fueron discriminadas por el boliche Uffa-Don Ramón, en Necochea, frente al cual días después se realizó otra protesta.
A diferencia de esta joven pareja de profesionales que tienen herramientas simbólicas y materiales para visibilizar y denunciar legalmente lo ocurrido, muchas personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, intersexuales o queers tienen que soportar hostigamiento en la escuela, el trabajo, las calles y dentro de sus propias familias por su orientación sexual, por su identidad o expresión de género o sus características sexuales.
Todas estas violencias en la sociedad son consecuencia de la violencia institucional, por ejemplo la del gobierno al negar presupuesto e incumplir la Ley de Educación Sexual Integral y la Ley de Identidad de Género, la violencia de la policía que persigue a travestis, la de la justicia que condenó a una lesbiana por besar a su esposa en público y la violencia de la Iglesia Católica y los evangelistas que hacen campaña contra las disidencias.
Por eso seguimos exigiendo que los discursos y gestos oficiales se conviertan en derechos efectivos, garantizando el acceso a una vida digna y en igualdad de oportunidades: derecho a la salud, a la educación, al trabajo.
Luchamos por defender cada derecho, cada día. A la vez, somos conscientes de que hace falta un cambio social de fondo. Sólo a través de organizarnos y construir una herramienta política de nuestra clase lograremos derribar este sistema capitalista y patriarcal para llevar adelante una sociedad sin opresión ni explotación: una sociedad socialista. Para esa batalla te invitamos a sumarte a Libre Diversidad, Juntas y a la Izquierda y el MST.
Sonia Magasinik,
Libre Diversidad-Juntas y a la Izquierda (Mar del Plata)