Nuestras vidas o sus ganancias. El dilema que viene
Por: Sergio García
En las últimas 48hs el debate sobre que hacer frente a la pandemia fue cambiando a causa de los informes de los últimos movimientos del gobierno. Sucede que pasamos del impulso y defensa de una cuarentena total hace algo más de dos semanas, al debate público y abierto sobre cómo y cuándo levantarla. Las miles y miles de familias trabajadoras que ven con preocupación la realidad del avance en cantidad de contagios y muerte, tienen todo el derecho de exigir que toda decisión que se tome, sea en base a sus necesidades sanitarias y económicas y a las recomendaciones científicas y médicas, sobre cómo encarar después del 13 de abril, una nueva etapa de lucha contra la pandemia.
Sin embargo, las noticias e imágenes que nos llegan nada tiene que ver con eso. De repente, desde reuniones que se sucedieron ayer y antes de ayer, hasta una cumbre que habrá el próximo martes, nos muestran quienes están planificando y decidiendo cómo seguirá tu vida, o mejor dicho, cómo la expondrán en pocos días al contagio sin tomar en cuenta tu opinión ni tu salud.
Así pudimos ver a dos sectores “preocupados” sobre que hacer desde la próxima semana. Por un lado el gobierno recibió a las patronales nucleada en la UIA (Unión Industrial Argentina) y a las organizadas en la CAC (Cámara Argentina de Comercio) quienes tienen un interés alejado de tu salud y futuro. A estos sectores altamente favorecidos durante años, los mueve únicamente la necesidad económica de volver a generarse ganancias millonarias. Es su única y gran preocupación. Sus intereses de clase los llevó a pedirle a Fernández que abra la economía.
El gobierno, que detrás de sus discursos mantiene una relación privilegiada con diversos sectores patronales, ya había dado una muestra de apoyo insólita. Decidió el jueves pasado ampliar la posibilidad de actividades “esenciales”, entre otras a la minería. ¿En serio es esencial la extracción de minerales en medio de una pandemia? En realidad, es esencial solo para los dueños de esas grandes corporaciones, que presionaron con éxito para poder reiniciar tareas y amasar así nuevos millones, a costa de las y los trabajadores del sector que son los únicos que expondrán su vida en esta decisión económica que nadie les consulto, pese a ser los únicos afectados. Así como este lamentable ejemplo se irán sumando otros.
A las reuniones con el gobierno se sumó también otro sector, que muy lejos está de representar tus intereses. La cúpula de la CGT, esa vieja, millonaria y despreciable burocracia atornillada a sus gremios se sumó a los encuentros con el gobierno, casi como delegada de las patronales, ya que alentó también el regreso al trabajo y la prioridad de la economía por sobre la salud de sus afiliados. Es lógico, ninguno de los jerarcas cegetistas tendrá que ir a trabajar cuando se levante la cuarentena total. No lo hicieron durante décadas, no lo harán ahora. Sus preocupaciones también son económicas, buscan una normalización que les permita retomar negocios y fondos millonarios. ¿Hace falta recordarte que ninguno de ellos refleja tu vida cotidiana ni tus necesidades? Claro que no. Por lo pronto sabe que esta burocracia infame, junto con la UIA y funcionarios de gobierno, decidirán la próxima semana sobre tu vida y tu actividad de riesgo. Así de preocupante suena. Así de preocupante es.
Lo irracional de priorizar ganancias
Como todos los informes serios indican y la realidad demuestra, Argentina no está todavía en el pico de pandemia, como sí lamentablemente lo manifiestan otros países. Sin embargo, la cantidad de contagios y muertes crece día a día en nuestro país, y cómo reconocen incluso en ámbitos de gobierno, seguramente el nivel de contagio es mucho mayor, solo que al no estar realizando test masivos no sabemos realmente la dimensión del flagelo.
Con la misma seriedad, muchos pronósticos hablan de un salto importante en los contagios y en la cantidad de muerte las próximas semanas, algunos ponen fines de abril como pico posible, otros el mes de mayo. Como sea, en uno u otro caso, la pregunta es muy sencilla. Si vamos a un escenario de salto en el alcance de la pandemia; ¿Por qué el apuro en levantar la cuarentena total? ¿No es acaso contradictorio hacerlo cuando más falta hará el aislamiento social?
Si en estas primeras semanas se evidenciaron y denunciaron cientos de ejemplos de malas condiciones laborales de exposición al contagio en diversas ramas esenciales, por la irracionalidad patronal; ¿No será peor multiplicar las mismas irresponsabilidades abriendo la cuarentena a otras ramas?
Está muy claro que no es ni correcto ni recomendable hacer que de nuevo, cuando vamos hacia el pico de contagio, millones de personas vuelvan a la circulación normal y a condiciones laborales insanas. Es una cuestión de prioridades y en este caso, están más que claras. Se prioriza la necesidad capitalista de grandes empresas de todos los rubros, de volver a generar ganancias millonarias. Y se envuelve y esconde este objetivo en el discurso falaz, de que es necesario mover la economía para poder pagar el salarios de millones, algo absolutamente falso. Todas las grandes empresas tienen años y años de ganancias millonarias, tienen reservas enromes para garantizar el salario por el mes que viene y por muchos más. Solo tiene que aceptar perder parte, de lo mucho que han ganando. Algo que se demostraría fácilmente si abrieran sus libros contables. Ahí la realidad saldría a la luz. Por eso es secreto empresario.
En el Estado que tiene muchos sueldos a pagar tampoco debería haber problema. Hay en lo inmediato dos medidas muy prácticas que garantizarían lo mismo. Por un lado, decretar unilateralmente que no se pagará a fondos de inversión ningún vencimiento de deuda de abril y mayo, solo en esa decisión habrá millones de dólares a disposición de pagar salarios y subsidios. Y además, se pueden poner fuertes impuestos a las grandes corporaciones comenzando por el sistema bancario privado, uno de los principales ganadores económicos de la última década. Y responsable junto al gobierno de haber expuesto a nuestros viejos este fin de semana a largas e inhumanas colas.
Sobre esta base hay ramas productivas verdaderamente esenciales que deben estar en movimiento sobre la base de las necesidades sociales y sanitarias. Incluyendo la potestad del Estado para declarar de utilidad pública toda empresa que considere y para exigir la reconversión productiva de otras, para ponerlas a producir entre otra cosas respiradores, barbijos, alcohol en gel, camas, guantes, camisolines, y todos los elementos de trabajo necesario para la salud pública, y todo lo indispensable para atacar la pandemia y cuidar a quienes nos cuidan; las y los trabajadores que en la primera línea lo están haciendo arriesgando su vida. También en la industria alimentaria hay que replanificar de acuerdo a las necesidades sociales. Y lógicamente, en cada una de las ramas realmente esenciales, hay que garantizar todas las condiciones laborales y salariales, con fuertes castigos económicos, incluyendo la expropiación, a los empresarios que no cumplan.
Malas compañías
Durante los próximos días vamos a presenciar el retroceso del discurso inicial del gobierno, que hablaba de priorizar “la salud antes que la economía”. Se viene el tiempo donde la economía de los grandes capitalistas, domine la escena e impongan sus intereses. ¿Pueden hacerlo? Sí pueden, porque cuentan con la buena voluntad del gobierno que los convoca y escucha. El mismo gobierno que además, como volvió a decir Fernández estos días, tiene a la dirigencia sindical argentina como un sector que respeta y admira. Sí, escuchaste bien. Eso opina el presidente de la podrida y millonaria burocracia sindical que entrega tus derechos laborales y salariales.
Las amistades del gobierno, su compañía, son esas castas burocráticas que, en sociedad con los grandes empresarios, empujarán los próximos días en reuniones conjuntas por una normalización económica del país. El beneficio de esta decisión se lo quedan ellos con sus ganancias. El costo de miles de nuevos contagios y muerte segura para una parte, mayormente lo pondremos las mayorías populares y sectores medios. Suena así de terrible, porque así de terrible es la realidad a la que muy posiblemente estamos yendo.
Socialistas en defensa de la vida
La pandemia que no va a detenerse las próximas semanas, exige otro rumbo y otras medidas sociales, económicas y políticas, que el gobierno y este sistema capitalista decadente no pueden garantizar. Por eso desde la izquierda anticapitalista y socialista, desde el MST en el FIT-U, seguiremos exigiendo soluciones urgentes como la compra y distribución de test masivos, de respiradores y camas, la unificación de la salud en un sistema único nacional absorbiendo el Estado a toda la salud privada, la prohibición real de todo despido y suspensión y la prohibición de recortes salariales. El aumento inmediato de jubilaciones y gratuidad absoluta de remedios a los sectores de alto riesgo. La mantención de la cuarentena obligatoria con pago total de salario y por el tiempo que sea necesario en todas las ramas productivas no esenciales. Eso opinamos y proponemos quienes somos socialistas y queremos otra sociedad y sistema económico que suplante este que destruye el planeta y la vida a diario.
Sobre la base de estas propuestas, llamamos a la población trabajadora y a la juventud a denunciar todas las injusticias que se viven en lugares de trabajo y en los barrios populares. A opinar, a exigir soluciones, a participar activamente escribiendo denuncias, filmando situaciones de trabajo insano o de represión, subiendo a las redes sociales toda la verdad que quiere ocultarse. La pelea por nuestra vida y nuestra salud es una lucha presente. Vamos a darla fuerte.