ENTRE RÍOS: Villa 351 y el flagelo de la represión
Repudiamos enérgicamente el accionar de la Policía de Entre Ríos en el barrio Villa 351 y responsabilizamos a Rosario Romero y Gustavo Bordet. En el marco de una jornada, que conmemoraba el día de los trabajadores, los vecinos se asistieron repartiéndose viandas de locro. La solidaridad popular de éstos, se vio alterada cuando oficiales de las fuerzas irrumpieron la actividad con un tiroteo de postas de goma, hiriendo a varios de los participantes que se encontraban en el comedor popular realizando tareas. Con la excusa de estar buscando sospechosos, atentaron, de manera violenta, contra la asistencia que estaban llevando a cabo los vecinos del barrio.
Como lo relató una vecina «la Policía hace lo que quiere con la gente de la 351. Con el asunto de la pandemia, de que tenemos que estar todos adentro, ellos entran, tiran y nadie puede decirles nada”. Esta impunidad con la que se manejan las fuerzas, son el reflejo de la política que se dicta el gobierno provincial para con ellas. El ciberpatrullaje realizados en las redes para detectar el mal humor social, es el correlato de los centenares de abusos realizados por la policía en los barrios populares. Los quieren pintar como héroes o actores indispensables para combatir la pandemia, pero los hechos arrojan a la luz su función, que no es la de cuidarnos sino la de reprimirnos. Nos solidarizamos con les compañeres de Suma de Voluntades y los vecinos que fueron detenidos, entre ellos menores de edad.
Esta inyección de atribuciones a las fuerzas, va en sentido de querer responder con violencia al hambre y bronca que se está acumulando en la provincia. Además de pedir una asistencia seria para los sectores más damnificados por la crisis social, económica y de salud, también exigimos una seguridad democrática y preventiva, no represiva. Con depuración de todo jefe y agente vinculado a hechos de represión, corrupción, trata de personas y demás flagelos. Con elección de los comisarios no a dedo desde arriba, sino por voto popular, con cargos revocables por mal desempeño y controlados por los organismos de derechos humanos. Con prohibición de reprimir las protestas populares y cuyos agentes tengan derecho a la sindicalización. Y con lxs propixs vecinos de los barrios participando y decidiendo sobre la organización de su seguridad. Ésas son las principales propuestas socialistas, como parte de nuestra lucha por cambios sociales de fondo.
Nadia Burgos