Emergencia económica en barrios populares: IFE y alimentos para todos
En un país donde más del 40% es pobre desde antes de la pandemia, y ahora esa cifra se va acrecentando con los despidos, suspensiones, descuentos en los salarios, cierres de negocios, monotributistas que han perdido su posibilidad de trabajo, es evidente que va creciendo ese porcentaje a la hora de calcular la necesidad para vivir de cada vez más millones de personas y familias trabajadoras. Esta crisis plantea dos problemas transversales la falta de alimentos y el no tener dinero.
El IFE
Desde el vamos le pusieron limites a esta ayuda; solo una cantidad de personas podrían acceder, mientras sin trabajo o changa son millones. No lo podrían cobrar las personas que tengan programas sociales, los jubilados, pensionados, como si en esta Argentina no tuvieran necesidad. Y además solo puede cobrarlo una persona por familia, cuando esos escasos $10000 solo alcanzan para los gastos de una semana. Pero la restricción vino tan fuerte como el inicio de la cuarentena.
Cuando planificaron el IFE dijeron que era para 3 millones de personas, y se anotaron 12 millones. Eso le pego como un cachetazo de realidad, esa misma que vivimos cotidianamente. La verdad es que somos millones quienes no llegamos a cubrir la canasta familiar.
Y ahí empezaron a caer los inscriptos para percibirlo, porque mi vieja tiene un plan de $8500, porque la empresa en la que trabaje hace 3 años me sigue depositando 0,01 ctvo y aparece como dependiente laboralmente, y muchas causas más. Y luego como hacer el trámite para cobrarlo si tenes cuenta, CBU o nada.
Esas idas y vueltas de cuando se cobraba y las trabas le costó a su titular, el Sr. Vanoli, el puesto, que por supuesto 48 hs. antes ya se había ubicado en el directorio de Edenor. Son todos amigos
Hoy hay muchísimas personas sin cobrar de los que se anotaron, preveen que para mayo o junio, tal vez algunos más puedan hacerlo. Y quedaron muchos millones de personas sin tener la posibilidad de tener acceso al IFE por tener un programa social (un plan),jubiladxs, pensionadxs, pero que tienen la misma necesidad, porque sin alimentos y sin dinero no se puede vivir.
El gobierno viene sin aumentar los montos de los programas sociales, desde que asumieron siguen los $8.500, no hay un peso, no hay changas, y empiezan a haber infectados y muertos y que para tener algo en la panza hacemos ollas populares, para poder comer una vez al día por lo menos. Por eso el Estado debe y tiene la obligación de dar respuesta a este problema, más en este marco donde el Coronavirus empieza a socavarnos los barrios. Esa debería ser su prioridad y no la deuda externa ilegal que piensan pagar lejos de cualquier medida soberana. También podría obtener recursos poniendo un fuerte impuesto a los que más tienen, algo de lo que habla, pero no hace.
Nuestras demandas
Ante toda esta situación, mientras nos organizamos en cada barrio y preparamos nuevas medidas de lucha, hoy volvimos a presentarle al Ministro Daniel Arroyo a través de un escrito el reclamo de que el IFE se extienda a todos los trabajadores desocupados, para que nadie quede sin cobrarlo. Algo que debería ser mínimo y esencial, porque en realidad haría falta un subsidio universal mucho mayor, de alrededor de los $30.000. Mientras luchamos por eso, queremos que todas y todos nuestros compañeros cobren al menos el IFE actual.
Esta exigencia al gobierno es parte de nuestro programa de lucha, que junto con el aumento de los planes, la entrega de comida en tiempo, forma y en toda su variedad, hoy se necesitan para enfrentar esta terrible situación. Esperamos una respuesta urgente. Y si no hay soluciones, por esta y otras demandas saldremos a la calle cuantas veces sea necesario con nuestro MST “Teresa Vive”. En el camino de alguna vez lograr el trabajo genuino que necesitamos y nos merecemos.
Mónica Sulle